La diputada del PSC Meritxell Batet ha sido reelegida este martes presidenta del Congreso de los Diputados. Batet, elegida para ese mismo cargo en mayo, ha recibido 166 apoyos en una votación secreta. Sin embargo, los pronunciamientos públicos de los partidos permiten atribuir la mayoría que la ha elegido al PSOE, Unidas Podemos, PNV, Más País, y dos de los tres escaños que suman Coalición Canaria, Nueva Canarias y el PRC.
Batet, cabeza de lista del PSC por Barcelona, es una persona del núcleo duro de confianza de Pedro Sánchez, el presidente del Gobierno, que tras la moción de censura la eligió para su Gobierno como ministra de Política Territorial y Función Pública.
La votación se ha completado con los 140 votos que ha recibido Ana Pastor (PP), provenientes en principio de su grupo y Vox, 11 blancos y 29 nulos, estos últimos de diputados independentistas.
Batet tiene, a partir de hoy, un papel clave en la investidura, ya que de ella depende en exclusiva la fijación del pleno para elegir al próximo presidente del Gobierno una vez el Rey Felipe VI haya propuesto un candidato. Tanto ERC como el PSOE, que negocian en la tarde de este martes de nuevo, abonan ya la posibilidad de que ese pleno se convoque en enero por la dificultad de las conversaciones. La abstención de ERC es clave para la elección de Sánchez.
La elección de la presidencia del Congreso se suele interpretar como un ensayo general de la investidura. En este caso, el PSOE necesitará tres votos más que los 166 de Batet, además de la abstención de ERC, para investir a Sánchez.
Este martes, el diputado del BNG, Néstor Rego, ha votado nulo ("Sempre por Galiza", escribió en la papeleta en la que debía figurar un nombre de un diputado) y Teruel Existe en blanco. Los diputados de ERC han introducido papeletas con la palabra "Llibertat".