Tras las elecciones del 28 de abril, el Rey celebró la preceptiva ronda de consultas para proponer un candidato a la investidura. No hubo suspense. Pedro Sánchez recibió el encargo.
El debate de investidura podría haber comenzado un par de días después, pero no fue así. Desde que fue propuesto por Felipe VI, Sánchez tardó que 46 días en someterse al examen parlamentario. Desde el 6 de junio hasta el 22 de julio, cuando arrancó el debate. Acabó mordiendo el polvo (fue su segunda investidura fallida) por la negativa de Unidas Podemos a apoyarle.
Este jueves, Isabel Celaá, la portavoz del Gobierno, fue preguntada por cuánto tiempo tardará en esta ocasión en presentarse al debate. Si tanto Sánchez, como el PSOE, el Gobierno y Pablo Iglesias, líder de Unidas Podemos y socio de coalición, aseguran querer que se conforme un Ejecutivo cuanto antes tras dos elecciones generales seguidas, ¿cuándo acudirá Sánchez al Congreso?
"En relación al tiempo, obviamente no se lo puedo contestar. Sería tanto como contestar qué número va a tocar en la lotería. Es una cuestión que el propio candidato habrá de medir", se limitó a decir Celaá tras insistir en que el Gobierno debe llegar "cuánto antes".
El "cuarto oscuro" del pesimismo
En cualquier caso, Celaá se mostró esperanzada. "El pesimismo es un territorio vacío. El optimismo construye y el pesimismo te lleva casi a un cuarto oscuro", según ella.
Sus palabras llegaron tan solo unos minutos antes de que trascendiese que el Rey llevará a cabo el 10 y 11 de diciembre su ronda de consultas con los representantes de partidos que lograron diputados en el Congreso. El propio Sánchez ha asumido ya en público que será el propuesto, ya que la aritmética parlamentaria no permite ningún candidato alternativo.
El limbo de Celaá
Después, España entrará en el limbo de la lotería de Celaá. El artículo 99 de la Constitución, que regula las investiduras, no fija plazo alguno en esta fase. El Rey propone candidato y éste "expondrá ante el Congreso de los Diputados el programa político del Gobierno que pretenda formar y solicitará la confianza de la Cámara", dice la Carta Magna.
Pero, ¿cuánto tiempo pasa entre una cosa y otra? El reglamento del Congreso tiene la clave en su artículo 170. "El Presidente de la Cámara convocará el Pleno". Así, sin más. En este caso, corresponderá a Meritxell Batet, reelegida como presidenta del Congreso, fijar formalmente la fecha.
En realidad, todo depende de Sánchez. Tradicionalmente, el presidente del Congreso acuerda con el candidato el momento del debate. Y Sánchez, según fuentes del PSOE, no tiene ningún interés en someterse a una tercera investidura fallida. Si a la tercera va la vencida, dependerá de la consecución de los votos necesarios. En estos momentos, todo está a la espera de que ERC decida si se abstiene o no. Sin esa decisión, la investidura podría postergarse a mediados o finales de enero. Por lo menos.