Gabriel Rufián, a la salida de una reunión con el grupo negociador del PSOE en el Congreso.

Gabriel Rufián, a la salida de una reunión con el grupo negociador del PSOE en el Congreso. Javier Lizón EFE Madrid

España INVESTIDURA

ERC considera una agresión que Sánchez invoque la Constitución como límite del acuerdo

"Ha generado mucho malestar que en plena negociación, Sánchez dé las cosas por hechas", explican fuentes del partido. 

5 diciembre, 2019 04:02

Hay muchos reproches posibles a ERC. El Tribunal Supremo da buena cuenta de ellos en su sentencia contra varios de sus máximos dirigentes, entre ellos su presidente, Oriol Junqueras, condenado a 13 años de cárcel. Sin embargo, lo que es indudable es que los independentistas son independentistas y buscan superar el marco de la Constitución española en el que, si no se reforma, no cabe la autodeterminación de Cataluña.

Y eso, el derecho a decidir o el reconocimiento de que la soberanía recae en los ciudadanos de Cataluña y no en el conjunto de los españoles, es su principal promesa a unos electores que los colocan primeros en Cataluña en todas las encuestas y les otorgaron la victoria en esa comunidad autónoma en las dos últimas elecciones generales.

Por ese motivo, las declaraciones de Pedro Sánchez de este miércoles cayeron como un jarro de agua fría en el partido. "No hemos llegado a ningún acuerdo con ERC, pero sí le puedo garantizar dos cosas. El acuerdo va a estar siempre dentro de la legalidad democrática de la Constitución española y en segundo lugar: será público", dijo el líder del PSOE y presidente del Gobierno en una comparecencia ante la prensa en Londres

Sánchez: si hay acuerdo con ERC estará dentro de la legalidad y será público

"Ha generado mucho malestar que en plena negociación, Sánchez dé las cosas por hechas", explicaron a este periódico fuentes de la formación independentista, que recuerdan que el martes hay convocada una nueva reunión de equipos negociadores de ERC y PSOE. Las fuentes consultadas no tienen claro que esa reunión llegue a celebrarse, aunque no aseguran que sea por estas palabras, que han sentado "fatal", insisten. 

El partido ha hecho saber a varios medios de comunicación que el PSOE haría bien en no hacer "pressing ERC", porque el partido no tiene las "prisas" de Sánchez por que haya investidura antes de Navidad. "Pueden hacer que simplemente nos mantengamos en el no como determinó nuestra militancia" y se suspendan las negociaciones, según estas informaciones. 

Hay bastante teatralización en la respuesta. Lo lógico es que cualquier acuerdo entre PSOE y ERC sea público. Y un presidente del Gobierno no podría aceptar jamás un pacto que contraviniera los límites de la Constitución. Por si fuera poco, el propio Sánchez recordó que el pacto aún no está maduro, algo que no impidió que ERC reprochase al socialista vender la piel del oso antes de cazarlo. 

La Constitución, tabú

Es la Constitución lo que desmoraliza a ERC. Y eso no es novedad. Los comunicados más celebrados por el independentismo fueron los de la cumbre de Pedralbes, entre Sánchez y Quim Torra, que eludió la referencia a la legalidad vigente o constitucional para primar la "seguridad jurídica".

Tampoco en el comunicado conjunto emitido por PSOE y ERC este martes, tras su segunda reunión de equipos negociadores, mencionaba que cualquier pacto debía estar dentro de la Constitución. Tan solo se decía que ambos partidos había "avanzado en la reflexión para activar la vía política buscando los instrumentos necesarios para su encauzamiento". Ambas formaciones políticas lo consideraron todo un paso adelante hacia la investidura.

Pese a todo, los socialistas mantienen un extraño optimismo. "ERC tiene voluntad real y no hemos acordado dejar la investidura para enero", explican fuentes al corriente de los pormenores de la negociación. El PSOE apura los plazos para que, por su parte, sea posible la investidura por Navidad que tanto Sánchez como Pablo Iglesias desean. Pese a que todos los signos indiquen que ERC no se conformará con menos que algo que permita a sus bases no hacerle ningún reproche. Sin algo que los haga parecer más republicanos y más independentistas ante su electorado.