Dos párrocos de una iglesia de Usurbil (Gipuzkoa) han reclamado el traslado a la prisión de Martutene y la concesión del tercer grado penitenciario a dos presos de ETA que son pareja, cumplen pena en Picassent (Valencia) y tienen una niña que cumplirá próximamente 3 años y no podrá seguir viviendo en la cárcel.
Los sacerdotes Ibon Alberdi y Juan Luis Murua han suscrito una carta para pedir el traslado de los presos Olatz Lasagabaster y Patxi Uranga, que ha sido difundida por una plataforma en apoyo a Xua, la niña que en enero cumplirá 3 años y se trasladará a vivir a Gipuzkoa junto a su abuela.
Los dos religiosos de la parroquia Salbatore de Usurbil muestran su "preocupación" por las "consecuencias negativas graves" que puede tener para la niña su salida de la prisión en la que hasta ahora ha vivido con su madre.
Por este motivo, aludiendo al "magisterio de la Iglesia Católica sobre los derechos y deberes de los padres para con sus hijos", los párrocos "sugieren" como "mejor solución para la niña" que los dos presos de ETA sean trasladados a la prisión de Martutene, en San Sebastián, y accedan al tercer grado penitenciario, "dado que ya han cumplido una parte muy importante de la condena".
Ambos etarras fueron detenidos el 23 de mayo de 2009 y fueron condenados en 2011 a 12 años de prisión por constituir el llamado comando Mikelats y almacenar explosivos.
Material para explosivos en su domicilio
La Audiencia Nacional condenó les condenó en 2011 a 12 años de cárcel por constituir en 2007 el comando "Mikelats" y almacenar explosivos, y absolvió de colaboración con ETA a Ainara Vázquez, compañera de trabajo del primero en una empresa de comunicación de Guipúzcoa que fue arrestada junto a ellos.
En su sentencia, la sección tercera de la Sala de lo Penal consideró probado que Uranga y Lasagabaster, que eran pareja sentimental, accedieron a integrar el comando. La pareja se habría trasladado en 2008 al sur de Francia para asistir a un curso de manejo de explosivos y les fue entregado en Iturrioz material explosivo que guardaron bajo una escalera de su domicilio. Sin embargo, ese material estaba incompleto y comunicaron a la banda terrorista que con lo que disponían no les era posible "realizar acción alguna".
Finalmente, "tras los infructuosos intentos de contactar con la banda", Uranga decidió destruir el buzón, al sospechar que estaban bajo vigilancia policial.
La pareja, a la que la Policía efectivamente vigilaba por considerarles cercanos al dirigente etarra Jurdan Martitegi y al exjefe del "comando Vizcaya" Arkaitz Goikoetxea, fue detenida el 23 de mayo de 2009, y en el registro de su domicilio se encontraron "ingredientes idóneos para la fabricación de explosivos", entre ellos 11 kilos de aluminio en polvo y 55 kilos de nitrato amónico con el anagrama de ETA, así como varios archivos relacionados con la banda terrorista.