José Pedro Pérez-Llorca: una reforma sin ira de su Constitución
-José Pedro Pérez-Llorca (Cádiz, 1940) falleció en Madrid el 6 de marzo.
-Elegido diputado de UCD el 15 de junio de 1977, en las primeras elecciones tras la restauración de la democracia, formó parte, en representación de esta formación política, de la ponencia encargada de redactar el borrador de la Constitución. Político, diplomático y jurista, también fue uno de los negociadores de la incorporación de España a la OTAN durante su etapa como ministro de Asuntos Exteriores en los últimos gobiernos de UCD. En el Ejecutivo, ocupó sucesivamente las carteras de la Presidencia, de Administración Territorial y de Asuntos Exteriores en varios gobiernos de la UCD, entre 1979 y 1982.
-Hijo predilecto de Cádiz (2013) y Doctor Honoris Causa por la UNED (1991), la Universidad Europea (2018) y la Universidad Pontificia Comillas (2018).
Casado con Carmen Zamora, con quien tuvo dos hijos: Pedro y Carmen.
Para recordar
Llevaba largo tiempo apartado de las responsabilidades políticas. Tras su salida del Gobierno, con la victoria del PSOE, se reincorporó como letrado de las Cortes en el Senado y también ejerció como abogado desde su despacho, que fundó en 1983. Su última gran aparición pública fue 2018 en el Congreso, en uno de los actos centrales de conmemoración de los 40 años de la Constitución. Sus palabras llamaron la atención: era partidario de modificarla.
Pérez-Llorca no tuvo reparo en admitir que el texto aprobado cuatro décadas atrás necesitaba una revisión. Tampoco lo tuvo en lamentar que el "clima" no era el propicio. En la España actual "hay mucha ira". No era así cuando los padres de la Carta Magna, en un momento crítico para nuestra convivencia, se sentaron a negociar. "Nos llevábamos muy bien y discutimos muy pacíficamente porque era urgente ponerse de acuerdo, era lo que pedía la sociedad española".
"Ahora es otro momento, no hay un anhelo común como había entonces", continuó Pérez-Llorca, que invitó asimismo a no tocar la normal que nos rige si no se concreta "qué se quiere reformar": "Hablar de una reforma en abstracto me parece una pérdida de tiempo". No se quedó sin ofrecer su propuesta: "Sería conveniente robustecer el autogobierno de España. Se ha quedado con unas facultades asimétricas y habría que revisarlo".