ENAIRE, el principal proveedor de servicios de navegación aérea y de información aeronáutica en España, reconoce que se ocultó al Consejo de Administración de la compañía el incidente muy grave, catalogado como alfa, en el que un F18 estuvo a punto de chocar con un avión de una aerolínea estatal rumana repleto de pasajeros en la localidad madrileña de Torrejón de Ardoz.
Tras las informaciones desveladas por EL ESPAÑOL en la primera parte del especial 'El dossier secreto del control aéreo en España', la compañía pública remitió una nota informativa a este diario para desmentir los distintos reportajes publicados este pasado martes.
Sin embargo, en esa misma nota se admite de forma implícita la ocultación de ese incidente por parte de Ángel Luis Arias Serrano, director general de la entidad pública. "Cuando se registran incidentes especialmente reseñables, se hace una presentación exhaustiva, con todos los datos y detalles de los que se dispone, como sucedió en el Consejo de Administración de octubre de 2018, donde el director general y el equipo de seguridad de ENAIRE realizaron una descripción detallada de unos incidentes graves que se registraron en Pamplona y Santiago", reza el comunicado remitido a este periódico.
Desde la compañía sostienen que el consejo informó de otros dos episodios, precisamente de los que hoy da cuenta EL ESPAÑOL. Es decir, de ese modo reconocen que en aquella reunión -en la que estaban presentes tanto Arias Serrano como Pedro Saura, Secretario de Estado de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana- no se trató un incidente catalogado como un suceso de máxima gravedad y que fue revelado el pasado martes en este mismo especial.
El incidente que nunca se trató
El incidente del F18 tuvo lugar el 4 de octubre de 2018 y provocó la apertura de una extensa investigación para determinar sus causas. Las dos aeronaves estuvieron a punto de protagonizar un trágico suceso en el cielo de Madrid.
Una mala coordinación y la densidad de tráfico hicieron que los dos aviones rozasen sus posiciones en una maniobra crítica: apenas 61 metros de separación vertical. Este episodio ocurrió solo dos días después del incidente de Pamplona, que se produjo el 2 de octubre de 2018. Tuvo que ser un controlador aéreo afincado en la localidad francesa de Burdeos el que evitase la colisión entre dos aviones de Ryanair sobre un pueblo de Navarra.
El 3 de octubre de ese año, al día siguiente, se produjo el suceso de Santiago, al que se refiere la nota de la compañía. En tres días consecutivos, tres incidentes muy graves. Los tres, en aquel momento supuestamente en proceso de una investigación preliminar. De dos de ellos se informó semanas después en los siguientes consejos de administración. Del tercero, el del F18, nada se sabe. Es como si nunca hubiera existido.
Las contradicciones de la respuesta
La respuesta a la investigación de EL ESPAÑOL por parte del principal gestor de navegación aérea en España evidencia con claridad diferentes contradicciones. Si lo desea, el lector puede consultarla en su totalidad sobre estas líneas. La nota de ENAIRE detalla lo siguiente:
"El artículo basa las presuntas falsedades en mezclar interesada y maliciosamente datos del Comité de seguridad de ENAIRE (donde los incidentes están todavía en fase preliminar de análisis e investigación y determinación final, si procede, de la severidad), con datos del informe del Consejo de Administración, que ya se encuentran consolidados y separados en el tiempo".
Este párrafo alude, concretamente, a los sucesos que Ángel Luis Arias Serrano ocultó, referentes al llamado 'mayo negro' de 2019, un mes fatídico para la aviación aérea española con múltiples incidentes de enorme gravedad. Arias Serrano había informado de los mismos en primera instancia en el Comité Interno de Seguridad del 5 de junio de 2019.
“Se han registrado 1 alfa y 4 betas con severidad Global [gravedad respecto a la aeronave y al sistema de tierra] y 2 alfas y 4 betas con severidad Ground [gravedad respecto al sistema de tierra]”, afirmó, desvelando que ese mes se habían producido 3 incidentes ‘alfa’ [de máxima gravedad] y 8 de nivel ‘beta’ [graves]", dijo, cuando, efectivamente, las causas de los sucesos todavía se hallaban en una fase preliminar de investigación.
Dos días después de dicho comité, Arias Serrano acudió, como todos los meses, al Consejo de Administración de ENAIRE, presidido por Pedro Saura, máximo responsable de la compañía. Al contrario de lo que había hecho meses antes con los incidentes de octubre de 2018, no dijo nada de ninguno de ellos. Allí aseguró que en materia de seguridad la entidad marchaba “muy bien”, señalando expresamente que en todo el año 2019 no se había producido “ningún incidente ‘alfa’”.
La pregunta es bien sencilla: si en los Consejos de Administración de ENAIRE solo se tratan datos " que ya se encuentran consolidados y separados en el tiempo" -como asegura la compañía-, ¿por qué en los consejos de Administración inmediatamente posteriores a los incidentes de octubre de 2018 se habló de dos de aquellos tres casos y, más adelante, tras los de mayo, se omitieron? ¿Cuál es, realmente, la política a seguir?
¿Unos sí, otros no?
En ambos momentos, tras los sucesos de octubre de 2018 y los de mayo de 2019, según la documentación en poder de EL ESPAÑOL, las indagaciones sobre los mismos se encontraban, justamente, en una fase todavía preliminar. Pese a ello, en el Consejo de Administración de finales del mes de octubre de 2018 el Director General de ENAIRE ya advertía al secretario de Estado, Pedro Saura, de que, pese a que la situación había sido buena hasta el momento, los indicadores aumentarían en las semanas posteriores debido a "dos incidentes" acaecidos días atrás.
En cambio, tras los de mayo no ocurría lo mismo.
Inconsistencias como esta son las que aparecen en las explicaciones de ENAIRE sobre los episodios narrados en esta serie de reportajes. Las revelaciones de EL ESPAÑOL demuestran ahora lo contrario. Lo realmente importante sigue siendo lo siguiente: que en las reuniones del Consejo de Administración del verano de 2019 no se trataron los incidentes acaecidos en el fatídico y nefasto mes de mayo. Y Arias Serrano tenía constancia de todos ellos.