Hace más de 200 años, el médico español Francisco Javier Balmis, doctor en Medicina, cirujano honorario de cámara del rey Carlos IV, emprendió un viaje alrededor del planeta para llevar la vacuna de la viruela a todos los rincones del inabarcable Imperio español. Fue uno de los grandes defensores de la vacuna patentada por su descubridor, el científico británico Edward Jenner. Las relaciones de sucesos que llegaban a la corte los años previos al inicio de la expedición, en 1803, advertían que la muerte de innumerables niños en distintas regiones del territorio hispánico. Dos siglos después, el nombre de ese célebre galeno que difundió el remedio por el mundo es el escogido por el Ministerio de Defensa para bautizar la operación de despliegue del Ejército español en la lucha contra el coronavirus.
Más de 1.000 militares se encuentran ya dedicados por completo a las labores de vigilancia y desinfección de aquellas áreas más susceptibles de ser un importante foco de contagio en las principales ciudades del país. Ha sido el Jefe de Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), el general Miguel Ángel Villarroya, quien ha realizado el anuncio en la comparecencia ofrecida en el Palacio de la Moncloa después de la reunión del Comité Técnico de Gestión del Coronavirus.
Cada mañana, a partir de ahora, se reunirá ese estrecho concilio formado por los cuatro ministros con autoridad delegada (Salvador Illa, Sanidad; Margarita Robles, Defensa; Fernando Grande-Marlaska, Interior; José Luis Ábalos, Transportes) y otros responsables de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad de Estado, así como la Secretaría General de Transportes, los Directores Adjuntos Operativos (DAO) de la Policía Nacional, la Guardia Civil y Fernando Simón, director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias.
Defensa ha escogido este nombre en homenaje al médico militar español Francisco Javier de Balmis, responsable de la expedición que llevó la vacuna de la viruela a América y Filipinas, enviado por el monarca para extender la sanación por todos los rincones del imperio.
Los agentes, que han tomado el control tras la publicación en el Boletín Oficial del Estado del Real Decreto sobre el Estado de alarma, colaboran también en el refuerzo de los Servicios Sociales para asistir a todas aquellas personas que se encuentran sin hogar, sin posibilidad de guarecerse, de protegerse en sus casas. Son, desde luego, una de las esferas más vulnerables de la población española ante el Covid-19.
Cataluña "igual que el resto"
El JEMAD, a preguntas de los periodistas, ha insistido en que la actuación en Cataluña y País Vasco, cuyos representantes han manifestado en las últimas horas sus discrepancias con el plan nacional decretado por el Consejo de Ministros, no será diferente a la que se lleve a cabo en otras regiones del país. "Igual, igual que en el resto de España. Y progresivamente, en función de las necesidades, aumentaríamos el despliegue allí donde se necesitase".
Según el desglose facilitado por Defensa, en Madrid capital están ya desplegados 123 efectivos mientras que en otros municipios de la ciudad como Getafe, Pozuelo, Majadahonda o Parla están participando otros 116.
1.000 militares
Ese despliegue de mil militares, que podrá aumentar conforme se desarrollen los acontecimientos, se ha realizado por toda la península. En Guadalajara se han desplegado 35 efectivos que trabajan tanto en la estación del AVE como en otros puntos de la ciudad. En Sevilla trabajan ya 110 militares, y en Málaga 110. En Gran Canaria y en Tenerife hay 38 efectivos desplegados en cada capital. 110 en Valencia, Puerto de Sagunto, Torrente y Paterna.
La Rioja, una de las comunidades con un porcentaje mayor de contagiados, una de las zonas más afectadas por el coronavirus, es una de las nuevas comunidades a la que se han desplazado unidades militares, ya que allí no se encuentra propamente un destacamento. En concreto, se han desplegado 70 efectivos de la UME.
En León ya trabajan 43 efectivos, por 103 en Valladolid y 98 en Burgo. El despliegue se completa con los 33 efectivos militares que han llegado a Huesca, Sabiñánigo y Jaca, y con los 73 ya repartidos y en alerta en a provincia de Teruel.
La expedición de Balmis partió del puerto de A Coruña en el otoño de 1803. La misión vacunadora comenzó en Tenerife y prosiguió en las Antillas, en la península de Yucatán, Manila, Macao, para difundir de allí la vacuna, precisamente en China.
Del mismo modo que el afamado doctor salía en aquel entonces a combatir la vacuna, lo mismo hace ahora el Ejército, desplegado ya en las calles de España con la misión de proteger a los ciudadanos.