Francisco Hernando Contreras, más conocido como Paco el Pocero (Tetuán, Madrid, 1945), constructor que ideó el macrocomplejo de Seseña, ha fallecido este viernes 3 de abril en Madrid a causa de las complicaciones derivadas del coronavirus. El Pocero tuvo una vida llena de luces y sombras que le llevaron a poseer una gran riqueza, pero también a lidiar con enemigos de muy distintas posiciones y a tener problemas con Hacienda.
El empresario, de 74 años, llevaba ingresado desde este lunes en una clínica madrileña. Paco el Pocero ha pasado a formar parte de la triste lista de fallecidos a causa de esta pandemia provocada por el COVID-19.
Desde hacía unas semanas luchaba contra esta enfermedad, una situación muy delicada en la que no quiso acudir a los servicios de urgencias hasta este pasado lunes. Y es que el empresario no quería ocupar una cama que podría servir para otro paciente, además de querer fallecer en su hogar.
Finalmente, el conocido constructor del complejo de pisos y chalés de Seseña (Toledo) ha perdido la vida en el hospital.
Paco, de orígenes humildes, trabajó desde niño: a los ocho años vendía agua, después trapos y carbón, y a los 17 se convirtió en pocero. Finalmente en los años ochenta dio el salto a los pisos.
El empresario de la construcción se hizo muy popular por levantar una macrourbanización de viviendas que lleva su nombre en Seseña (Toledo) en 2007. En el proyecto se planificaron 13.500 viviendas, aunque no llegaron a construirse todas, y donde actualmente viven más de 12.00 personas. Fue la viva imagen de la burbuja inmobiliaria, y es que su empresa, Onde 2000, dejó una deuda millonaria.
Y llegó a ser tan conocido, que incluso la reina Sofía se acercó a él en una ocasión para preguntarle por qué le llamaban así, a lo que él respondió con naturalidad lo que siempre decía: "Porque cuando empecé a trabajar, mi padre hacía pozos".
El constructor, residente en el barrio del Puente de Vallecas madrileño, se relacionó a lo largo de su vida con muchas celebrities. A la boda de una de sus hijas acudieron muchas conocidas, entre las que se encontraban Nuria González y Fernando Fernández Tapias, Enrique Cerezo, Alfonso Cortina, Miriam Lapique...
Llegó a tener una gran fortuna y consiguió uno de sus sueños: comprarse un jet privado. "Hasta que no pude comprarme el avión, no paré”, declaró en una ocasión. Durante la enfermedad de Rocío Jurado, en 2006, puso a disposición de la familia uno de sus aviones privados, y tiempo después hizo lo mismo con el periodista Julián Lago. Siempre estuvo dispuesto a ayudar a quienes le rodeaban.
Enemigos y problemas con Hacienda
Sin embargo, los años y los negocios también le trajeron enemigos. Por un lado, distintas personas denunciaron amenazas por su parte. Pilar Martínez, alcaldesa popular del municipio madrileño de Villaviciosa de Odón entre 1991 y 1999, rechazó la recalificación de los 400.000 metros cuadrados que había comprado El Pocero en suelo no urbanizable, le acusó de amenazas y presiones.
Manuel Fuentes (Izquierda Unida), alcalde de Seseña, que no aprobó la licencia de primera ocupación de 2.320 viviendas ya que, defendía, Hernando "no había ejecutado las obras que le correspondían relacionadas con alumbrado, jardines y otras infraestructuras", también sufrió sus presiones. "Me puso 12 querellas, tuve amenazas de muerte, pero de verdad que he sentido su fallecimiento", aseguró el exregidor a Voz Pópuli tras conocerse su fallecimiento.
El Pocero y familia, también estuvieron en peligro. En 2008, su hijo sufrió un intento de secuestro. Dos hombres intentaron introducirlo, encañonándole, en el maletero de un coche. Más tarde la banda fue detenida y condenada y se descubrió que uno de sus integrantes era Raúl Brey, primo del expresidente del Gobierno Mariano Rajoy.
En la cuestión financiera, Francisco Hernando cumplió con su filosofía de vida: “Soy un inversor al estilo de EEUU. Allí se dice que si no te arruinas tres veces no eres empresario”, explicó en su momento. En 2008 evitó la cárcel por delito fiscal pagando tres millones de euros y más tarde, al comienzo de la crisis económica en España, el empresario se fue a Guinea donde intentó, sin éxito, exportar el proyecto de Seseña.
Desde hace años la actividad por parte de su empresa, Onde 2000 es casi inexistente. No obstante, en el año 2015, la Agencia Tributaria señaló a El Pocero como el séptimo español más moroso del país, con una deuda de 86 millones de euros.