A las 10.35 de la mañana, sólo media hora después de comenzar la primera sesión de control al Gobierno en el Congreso de los Diputados desde el inicio de la crisis del coronavirus, las cámaras cazaban a Pedro Sánchez avisando a Pablo Iglesias de que se iba. Marchaba a una visita concertada a un taller de confección de mascarillas de El Corte Inglés.
Tras un mes de confinamiento y con más de 18.000 víctimas mortales y cerca de los 200.000 infectados, Sánchez había comparecido ante el Congreso en tres ocasiones y en otras nueve en rueda de prensa, pero no ha acudido a lo que él llama "la primera línea de batalla" contra el Covid-19, los hospitales.
El presidente del Gobierno había contestado a tres preguntas, la de Pablo Casado, presidente del PP, y las de Mertxe Aizpurua (Bildu) y Mireia Vehí (CUP). Y justo en el momento en el que las baterías de la oposición se dirigían con todo su fuego sobre el vicepresidente segundo, él abandonaba la Cámara Baja.
Minutos después, vestido con un buzo de protección y con mascarilla y guantes -un equipo de protección individual (EPI) completo-, se le podía ver, junto a la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Maroto, en una visita oficial a un taller de confección de El Corte Inglés, en Madrid.
Las imágenes, distribuidas por la Secretaría de Estado de Comunicación, muestran a Sánchez con una simple mascarilla a su llegada a las instalaciones y, después, ataviado con un EPI total como los que colabora a fabricar esa factoría. En ella, según las fuentes citadas, ha podido seguir los trabajos del equipo que elabora mascarillas para su distribución en España.
Segunda salida de Moncloa
Ésta es la segunda visita pública del presidente en el mes largo de confinamiento decretado por su Gobierno a causa de la crisis del Covid-19. Hace casi dos semanas, el presidente acudió con mascarilla a una factoría que ha contratado el Ministerio de Sanidad para la fabricación de hasta 5.000 máquinas de oxígeno.
El presidente del Gobierno realizó esta vsita hace 12 días, el 3 de abrill, y acudió a las instalaciones de la empresa Hersill, en Móstoles (Madrid), donde han comenzado a fabricarse respiradores para la lucha contra el Covid-19.