El Gobierno ha empezado a dibujar con las comunidades autónomas cómo será la vuelta a la rutina tras el confinamiento. Que en una zona de España se permita salir de casa antes que otra dependerá de cuatro marcadores: de que la tasa de contagio por cada infectado esté por debajo de 1 durante dos semanas, de que la tasa de incidencia sea de dos casos nuevos por cada cien mil habitantes, de que la tasa hospitalaria no supere el 30% por Covid y de que las camas de UCI estén liberadas en un 50%.
Moncloa no ha fijado una fecha límite para que las autonomías entreguen sus propios planes de desescalada, pero el Ejecutivo quiere analizar cada una de las propuestas y aplicarlas o descartar las que considere ineficaces.
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, distribuyó el viernes por la tarde a las autonomías en el Consejo Interterritorial de Salud un borrador sobre el cual los equipos técnicos de los gobiernos autonómicos trabajarán el levantamiento gradual de las restricciones.
No está marcado en ningún calendario el día que se iniciará la fase de desescalada asimétrica, pero todas las administraciones trabajan a fondo para recuperar cuanto antes el pulso conjugando la seguridad con la reapertura escalonada, un encaje muy difícil de gestionar manteniendo a raya la tasa de contagios.
El denominador común de todas las administraciones es que será imprescindible reducir los aforos, permitir horarios de salida regulados y mantener obligatoriamente la distancia de seguridad entre personas. El verano está a la vuelta de la esquina y, con el peso que el turismo tiene en la economía, se piensa en soluciones seguras para no perder toda la temporada.
Primeros planes
De momento, Canarias y Galicia han sido las primeras en hacer públicos sus respectivos programas para volver a la rutina, aunque otros gobiernos como Andalucía o el Ayuntamiento de Madrid ya han avanzado por dónde prefieren que se empiece a recuperar la actividad.
En el archipiélago canario se propone salir los días pares o impares, dependiendo del portal en el que vivas y que los ancianos también puedan efectuar salidas programas entre las once de la mañana y la una del mediodía.
El acceso a segundas residencias solo estaría permitido para cuidados de animales o huertos y se permitiría hacer deporte al aire libre también en un horario estipulado.
Canarias, que tiene la ventaja de la insularidad, quiere que los gimnasios se puedan abrir a partir de la segunda semana del desconfinamiento con aforo limitado y que se celebren eventos públicos que no sobrepasen las cincuenta personas de aforo. Además, propone que se abran también los cines y teatros con ese aforo máximo o con un tercio de su capacidad.
Los canarios también piden abrir los hoteles de las islas a partir de la segunda semana con la mitad del aforo y limitar la entrada en pequeños comercios y centros comerciales. Para entrar en los restaurantes, solicitan el aforo a la mitad y que se acceda siempre por reservas de máximo cuatro comensales y el uso de mascarillas para los clientes de peluquerías. Además, solicitan que se amplíen hasta diez el número de personas que puedan acudir al entierro de un familiar.
El Gobierno canario pide que se deje acceder a los residentes a la playa siempre que estén a menos de una hora de su vivienda y manteniendo la distancia de seguridad. Además, plantea que se pueda viajar entre islas a partir del 18 de mayo aunque todavía no marca en el calendario una fecha para turistas o no residentes. Los canarios que quisieran moverse entre islas tendrían que certificar con una PCR negativa a su salida del lugar de origen. De lo contrario, proponen que pasen la cuarentena al entrar.
Galicia
En Galicia, el presidente de la Xunta ha presentado ante su Junta de Gobierno un plan que permite el deporte individual que puede ser caminar, correr, bicicleta o surf, durante un tramo horario y respetando las distancias y las recomendaciones sanitarias. Además, Alberto Núñez Feijóo pide la apertura de la actividad de los talleres mecánicos y concesionarios de coches y propone que pueda hacerse con cita previa.
Los gallegos también quieren que los primeros locales que abran sus puertas sean los comercios más pequeños, limitando su aforo y/o con cita previa. Además, pide que se puedan rehabilitar los edificios manteniendo las normas de seguridad y que los mercados municipales que estén al aire libre puedan empezar a abrir sus puertas para atender a sus clientes
En Andalucía todavía no han enviado a Madrid su proyecto, pero el consejero de Presidencia, Elías Bendodo, ya ha adelantado que hay que empezar a "reanudar la actividad progresivamente" para que reabran pronto restaurantes, hoteles y playas de cara al próximo verano. La Junta defiende que "es mejor que se abran con determinadas condiciones" antes que perder la temporada más alta de todo el año.
Madrid
Cada ayuntamiento ha puesto también a trabajar a sus equipos en su propio programa de desconfinamiento. En Madrid, José Luis Martínez Almeida planea una desescalada sectorial, incluyendo al propio consistorio, que tiene 40.000 trabajadores en nómina y para los que tiene pensado ya un plan para regresar gradualmente a sus puestos de trabajo.
El alcalde está cerrando medidas concretas para el sector hostelero que pasan casi con total seguridad por reducir aforos, colocar mamparas entre los comensales, ampliar las terrazas y proteger a los trabajadores.
En la reunión interterritorial de este viernes, el Gobierno lanzó una advertencia a las autonomías: los Ejecutivos regionales y los entes locales tendrán un papel decisivo a la hora de ejecutar los planes desescalada, pero será el mando único el que autorizará o prohibirá cada medida que se aplicará en cada territorio.
En el encuentro, hubo representantes autonómicos que pidieron que el ámbito para aplicar la desescalada sea inferior a la provincia, aunque no se consensuó si el perímetro elegido para trabajar será el comarcal o directamente el municipal.
Sin urgencias
El vicepresidente de Castilla y León, Francisco Igea, apuesta por trabajar primero a nivel técnico para elevar esas propuestas consensuadas para su debate a la clase política y a partir de entonces "anunciar cómo será definitivamente esa nueva fase" de vuelta a la normalidad.
En conversación con EL ESPAÑOL, prefiere mantener todavía ocultos los planes que tiene para su autonomía, aunque recuerda que la dimensión de Castilla y León no se puede asemejar a otras autonomías más reducidas, como Murcia o La Rioja.
Igea apuesta por la cautela porque adelantar "anuncios" que pueden ser tumbados antes de ponerse en marcha solo generan "frustración a los ciudadanos", que aguantan estoicamente en sus respectivos domicilios la llegada de la vuelta a la normalidad.
Tras esa primera jornada de trabajo entre Gobierno y Autonomías, el extremeño Guillermo Fernández Vara reflexionaba que "ahora viene lo más difícil". Y pedía al Gobierno de Pedro Sánchez que "no permita las urgencias" que por "diversas razones les ha entrado a algunos". A su juicio, "es una frivolidad que va a relajar a todo el mundo".