El Ministerio de Sanidad baraja la posibilidad de prohibir las tumbonas en las piscinas este verano para prevenir la propagación del coronavirus. Así se desprende de un documento difundido por el departamento que dirige Salvador Illa sobre cómo retomar la actividad en estos recintos.
"Se valorará instalación por instalación, la posibilidad de prohibir el uso de tumbonas o hamacas para evitar posibles contagios o separarlas 2 metros siempre y cuando se garantice que su uso no es compartido y que se garantice su adecuada desinfección", explica el documento.
El informe elaborado apunta a que el agua no es "el principal riesgo" de contagio en el Sars-Cov-2, la enfermedad desarrollada por el coronavirus "dadas las características y las vías de transmisión conocidas".
Por eso el Ejecutivo se centrará en prevenir los contactos interpersonales de los usuarios y que se mantengan las distancias de seguridad necesarias. Es aquí donde entran las tumbonas.
"La transmisión de gotas ocurre cuando una persona se encuentra en contacto cercano (a menos de 2 metros) con alguien que presenta mayoritariamente síntomas respiratorios (por ejemplo, tos o estornudos) y, por lo tanto, corre el riesgo de tener sus mucosas (boca y nariz) o conjuntiva (ojos) expuestos a gotas respiratorias potencialmente infecciosas
Los expertos quieren evitar a toda costa el trasiego de espaldas sudorosas y bocas y narices con mucosas por estos lugares, y una manera de hacerlo es eliminándolas del paisaje veraniego.
Libres de microorganismo
El objetivo de estas medidas es "conseguir que tanto las instalaciones estén libres de microorganismos patógenos y de sustancias que puedan afectar negativamente la salud del usuario, y, en el caso de piscinas cubiertas, una calidad del aire adecuada en la que los usuarios puedan desarrollar sus actividades sin riesgos".
Los bares o cafeterías de las piscinas públicas deberán adaptarse a las necesidades propias del sector. En las instalaciones deportivas y los parques de juegos no se podrán utilizar hasta que la comunidad llegue a la fase de desescalada oportuna.
El acceso de los usuarios a las instalaciones se realizará teniendo en cuenta su aforo y siempre respetando la posibilidad de que dentro de la misma se asegure una distancia preventiva mínima de al menos 2 metros. Estas medidas se aplicarán especialmente en la zona de recepción, los vestuarios y duchas y guardando la distancia entre taquillas mediante el cierre de algunas de ellas.