"Creemos que hay algo que no se hizo bien", dice Alexander. La última vez que habló con su hermano, el soldado Elkin Segura, fue el martes 5 de mayo. Un día antes el psiquiatra de Elkin le había dado el alta. Ya estaba bien. Tenía ganas de volver al cuartel NBQ del Ejército de Tierra en Paterna (Valencia).
La madrugada del miércoles al jueves escribió en Facebook su último mensaje. Horas después lo encontraron muerto en los alrededores del Parque de Cabecera, en el Jardín del Turia de Valencia. A cinco kilómetros de allí, está su cuartel.
El día que Elkin se quitó la vida habían pasado cinco días desde su 37º cumpleaños, de los cuales 15 los había pasado sirviendo en las Fuerzas Armadas. Entró siendo muy joven, algo más que un niño. Deja atrás a una mujer y a dos hijos pequeños de cuatro y siete años.
"Yo entiendo que el Ejército no es un cuartel ni una guardería. Pero si vieron una situación tan delicada debieron haber llamado a la familia. No fue así. Solo queremos que se investigue. Queremos saber por qué escribió eso antes de hacer lo que hizo", dice Alexander una semana después de la muerte de su hermano.
Al soldado Segura, un hombre querido por todos o casi todos en el cuartel, lo encontraron dos mandos que habían salido por la zona. Un brigada y un sargento.
Horas antes de suicidarse, a las 5:19 del jueves 7 de mayo, Elkin Segura estaba despierto. El día anterior había acudido al cuartel a comunicar que su médico privado le daba el visto bueno para volver a trabajar. Dice la familia que no le admitieron el alta.
No debió de pegar ojo. El soldado colgó a esa hora en su muro de Facebook un mensaje. En ese mensaje, lo contó todo antes de marcharse para siempre.
En él explicaba su situación a lo largo de las últimas semanas, y sus constantes problemas con algunos miembros del personal sanitario, los enfermeros responsables del Botiquín. Este es solo un fragmento: "Gracias a ellos uno se siente una mierda y hacen que uno se replantee si uno sirve o no. Es triste saber que se depende de unas personas que solo miran por ellos y no por su tropa".
Un buen tipo
"Deja que te diga, lo diste todo en esta vida. Con la huella de tu entrega, has librado esta guerra. Deja que te diga, compañero de vida. Tú que entendiste una ayuda, quién nos cierra esta herida". Tras esas palabras, un vídeo con la bandera de España de fondo. Un pequeño homenaje, la letra y la música, que recibieron los familiares horas antes de esta entrevista.
Está siendo la tónica habitual, porque no hay compañero que no quiera despedirse de él. Segura era, ante todo, un tipo extraordinariamente querido. Con una sonrisa perenne y perpetua en el rostro.
"Aún teniendo la jornada laboral reducida destacaba aún más que los que trabajaban a tiempo completo", dice un antiguo compañero del fallecido. EL ESPAÑOL ha contactado con hasta diez de ello. "Siempre voluntarioso, siempre dispuesto a echar una mano. Era muy positivo y a ayudaba en todo",coinciden.
La familia pide que se abra una investigación para saber qué ocurrió para que se quitara la vida. "No era cualquier soldado. Tenía un nombre y tenía una cara". En su mensaje íntegro, Elkin escribió:
"Todo esto viene porque los capitanes sanitarios de NBQ decidieron hacer lo que ellos querían. Y no lo que les tocaba hacer con un alta de un médico de cabecera, y que yo, quería trabajar desde el principio.
Ellos decidieron hacer lo que querían, teniendo en la consulta de al lado a un médico. Para corroborar que el alta estaba justificada, me dan el alta y a las dos horas me dan la baja otra vez .
No entiendo por qué me dan el alta y luego la baja, eso me llevó a estar peor 15 días más, y cuando vuelvo me piden un certificado. ¿Por qué no me lo pidieron ese mismo día? Dejaron pasar los días y yo rogándoles para poder trabajar. Pero ellos no atendieron lo que mandaba el médico. Ellos hacen lo que quieren, solo para llevarse medallas y ascenso.
Gracias a los dos capitanes sanitarios ya me da miedo ir donde ellos y que hagan lo que ellos digan y no lo que ponen los papeles. Y ellos saben que no solamente somos números, somos personas. Hoy miércoles 6 de mayo tras del hecho llevo el alta del especialista y me dicen que no me pueden atender, que tienen cosas por hacer. Que venga el día que me toca, con 5, 10 o 15 minutos de ellos y que me hubieran dedicado yo ya podría estar trabajando y estar mejor. Pero ellos no quisieron.
Gracias a ellos, gracias a ellos uno se siente una mierda como persona. Hacen que uno se replantee si uno sirve o no. Es triste saber que uno depende de unas personas que solo miran por ellos y no por su tropa.
Y todo esto ha llevado a que cada día esté peor. Gracias, capitanes sanitarios".
Entre sus compañeros hay miedo a represalias si hablan. Hay coincidencia a la hora de confirmar la existencia de los problemas que apuntaba Elkin en su despedida. La asociación militar ATME denunciaba en un comunicado que esta unidad carece de médico y las consultas son atendidas por dos enfermeros desde hace años.
Desde el Ministerio de Defensa responden tanto a este diario como a distintas asociaciones que no van a dar explicaciones: "Se pone en conocimiento que al existir una investigación judicial en curso no procede la iniciación de ninguna otra”.
Llegada a España
Elkin llegó a España a principios de los 2000. Se vino al país con una de sus primas de Colombia. En aquel momento se podía viajar sin pasaporte. La madre ya vivía y trabajaba en España y Segura decidió establecerse aquí de forma definitiva.
Pronto, a los pocos años, entró en las Fuerzas Armadas. Le destinaron en el Regimiento de Caballería "Lusitania" número 8. Hace un lustro le trasladaron a Paterna.
-¿Cómo era él?
- Era una persona muy sacrificada con su trabajo -dice su hermano. Nunca le había visto publicar en ningún sitio nada sobre ningún mando, o criticando, o quejándose públicamente. Por eso creo que se tuvo que sentir muy traicionado, muy decepcionado.
No puedo decir que el Ejército entero, pero sí que varios miembros del Ejército le rompieron el corazón. No lo sé, solo quiero que se investigue por qué mi hermano decidió hacer lo que hizo. Por qué pasó esto.
Dice la familia de Elkin que la primera y última vez que los superiores del soldado hablaron con ellos fue el día en que encontraron el cadáver. En jornadas posteriores, los hermanos no han vuelto a saber de ellos: "Mi madre no ha recibido ninguna información. Todo lo que sabemos lo sabemos por medio de sus compañeros".