Las comunidades autónomas que entran este lunes 25 de mayo en la Fase 2 podrán permitir, como cada una de ellas determine, la realización de visitas a los residentes de viviendas tuteladas, centros residenciales de personas con discapacidad y centros residenciales de personas mayores, así como la realización de paseos por los residentes.
Los territorios que pasan este lunes 25 de mayo a la Fase 2 de la desescalada, y que abarcan al 47% de la población española (22 millones de habitantes). Se trata de todas las provincias andaluzas menos Málaga y Granada, Aragón, Asturias, Baleares, Canarias, Cantabria, Extremadura, Galicia, Murcia, Navarra, País Vasco, La Rioja, Ceuta, Melilla, las provincias de Guadalajara y Cuenca y tres zonas sanitarias catalanas, según ha anunciado el ministro de Sanidad, Salvador Illa, en la rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
El Ministerio de Sanidad ha eliminado las limitaciones para llevar a cabo visitas a familiares en residencias de mayores en los territorios que entren en la Fase 2. Así lo recoge en la orden publicada este sábado en el BOE por la que se modifican diversas órdenes para una mejor gestión de la crisis sanitaria ocasionada por el COVID-19 en aplicación del Plan para la transición hacia una nueva normalidad.
De este modo, ha determinado que corresponderá a las comunidades autónomas y a las ciudades autónomas establecer los requisitos y condiciones en las que se deben realizar dichas visitas y paseos.
Sanidad elimina así las limitaciones impuestas previamente en las que limitaba las visitas a residencias de mayores a aquellas que estuvieran libres de Covid-19. Además, pedía priorizar en las visitas a mayores supuestos excepcionales, tales como el final de la vida o el alivio de descompensación neurocognitiva del residente.
Para las visitas en todos los centros, establecía también que se concertara previamente con la vivienda tutelada o el centro residencial y que se limitara a una persona por residente. Durante la visita, sería obligatorio el uso de equipos de protección adecuados al nivel de riesgo tanto por parte del visitante como por parte del residente y el centro residencial debería contar con procedimientos específicos para regular la entrada y salida de las visitas con el fin de evitar aglomeraciones con los trabajadores y resto de residentes.
Durante la visita, se debían observar las medidas de higiene y prevención establecidas por las autoridades sanitarias, y en particular el mantenimiento de la distancia de seguridad de dos metros y la higiene de manos, así como aquellas otras medidas que por motivos de salud pública establezcan las comunidades autónomas y ciudades autónomas.
Todas estas indicaciones desaparecen ahora con la modificación de la orden de Sanidad y serán las comunidades autónomas las que deberán fijar si se pueden realizar y en qué condiciones.