El teniente coronel David Blanes González ha sido nombrado jefe de la Guardia Civil en Madrid en sustitución de Diego Pérez de los Cobos, cesado tras conocerse el informe que este Cuerpo envió a la jueza que investiga la posible repercusión de la manifestación del 8-M en la propagación del coronavirus.
Blanes ha sido hasta ahora el jefe de la Unidad Fiscal y Aeroportuaria de Madrid y ha ejercido, entre otros destinos, en la Comandancia de este Cuerpo en Álava, en la Unidad de Seguridad de la Casa del Rey y en el Gabinete Técnico de la Dirección General de la Guardia Civil, informa el Ministerio del Interior.
El teniente coronel Diego Pérez de los Cobos ha sido destinado a petición propia en comisión de servicios en la Intervención Central de Armas y Explosivos en Madrid, dependiente del general de la Jefatura de Armas, Explosivos y Seguridad.
Las tres versiones de Marlaska
El teniente coronel Pérez de los Cobos fue cesado por el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, por falta de confianza.
Tras su cese el director adjunto operativo (DAO) de la Guardia Civil, número dos del Cuerpo, el teniente general Laurentino Ceña, pidió al ministro ser destituido cuando apenas le quedaba una semana para jubilarse.
Para este cargo de DAO Grande-Marlaska nombró al hasta ahora general jefe del Servicio de Información de la Guardia Civil, Pablo Salas, a la vez que cesó al número 3 del Cuerpo, el Mando de Operaciones, el teniente general Fernando Santafé, y nombró para sustituirle al general de División Félix Blázquez González.
Fuentes del instituto armado informaron a Efe de que el cese de Pérez de los Cobos precipitó el resto de los cambios, que el Ministerio del Interior tenía previstos llevar a cabo cuando Laurentino Ceña se jubilara.
Fernando Grande-Marlaska explicó entonces tanto en rueda de prensa como en el Congreso de los Diputados que los ceses se deben a un cambio en la estructura del Cuerpo que estaban planificando el secretario de Estado de Seguridad, Rafael Pérez, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez.
No dimite
Y este martes el ministro dejó claro en el Senado que no va a dimitir, pese a que se lo pidieron los principales grupos de la oposición, e insistió en que ni él ni nadie de su departamento cometió injerencias en la investigación de la Guardia Civil del 8-M.
Después de que algunos partidos de la oposición solicitaran su dimisión e, incluso, su reprobación, Marlaska repitió sus argumentos para justificar el cese del coronel Pérez de los Cobos, el mando del equipo de Policía Judicial que fue comandado por una jueza de Madrid para investigar si el Gobierno conocía el riesgo de propagación del coronavirus en los actos del 8-M.
Marlaska reiteró que nadie de su equipo pidió a De los Cobos el informe entregado en el Juzgado, de cuya existencia no sabían. "Ese informe, si hubiéramos tenido conocimiento, lo hubiéramos tenido antes, pero llegó a la autoridad judicial como debe ser".
En cualquier caso, explicó que el informe se filtró nada más ser entregado al Juzgado, algo que preocupa "a los que trabajan con este ministro", al secretario de Estado de Seguridad y a la directora general de la Guardia Civil, a quienes respalda y quienes, según Marlaska, quisieron saber qué pasaba con esa filtración.
Porque, añadió, "es un delito de descubrimiento de secretos" y, por tanto, se interesaron por lo que estaba pasando. El ministro insistió en que nadie pidió ese informe y en que el cese fue por motivos de conformación de los equipos.