Esta mañana, a primera hora, la ministra de Industria, Comercio y Turismo, Reyes Montoro, anunciaba que España levantaría las restricciones de movimiento en su frontera terrestre con Francia y Portugal a partir del 22 de junio, una vez expirado el estado de alarma. Sin embargo, y a través de una nota, este ministerio ha rectificado: la movilidad internacional tendrá lugar a partir del 1 de julio. Nunca antes.
"Con arreglo al principio de gradualidad, y teniendo en cuenta los compromisos anunciados de reapertura del turismo internacional, la movilidad internacional segura tendrá lugar a partir del 1 de julio", explica la nota
En ese comunicado también se deja claro que a partir de la finalización de la vigencia de la última prórroga del estado de alarma, que durará hasta las 00:00 horas del próximo 21 de junio, se recupera la movilidad dentro del territorio nacional.
En relación con la movilidad exterior recuerda que la orden de 23 de mayo señala que los controles en las fronteras interiores terrestres, aéreas y marítimas "podrán prorrogarse más allá del estado de alarma".
El Gobierno anunció el pasado 25 de mayo que España levantará la cuarentena para los turistas extranjeros el próximo 1 de julio, con lo que ponía fecha a su reapertura al turismo internacional, un primer paso que ahora hace falta completar con un protocolo de viajes común para Europa o acuerdos bilaterales con otros países.
Ábalos siguió la estela de Maroto
Este nuevo cambio de rumbo en la estrategia del Gobierno deja entrever discrepancias entre ministerios. De hecho, ayer el ministro de Transportes y Movilidad, José Luis Ábalos, afirmaba que España podría abrirse al turismo antes del 1 de julio con la puesta en marcha de alguna iniciativa concreta.
"Los datos de la evolución de la pandemia y la rapidez con la que se desarrolla la desescalada indican que se podrá abrir al turismo el 1 de julio, o antes con alguna experiencia", indicó el ministro en el Senado.
Ábalos aseguró que su Departamento está "muy atento" al sector turístico con el fin de garantizar "un transporte para los viajeros durante el verano con seguridad".
Corredores seguros en Baleares y Canarias
El pasado sábado, Reyes Maroto anunciaba que el Gobierno trabaja ya en unos proyectos de corredores seguros para que en la segunda quincena de junio algunas comunidades autónomas, de momento Baleares y Canarias, puedan recibir turistas extranjeros, posiblemente alemanes y nórdicos, como paso previo a abrir, a partir del 1 julio, las fronteras al turismo internacional.
"Las islas se han ofrecido a hacer estos corredores y hablaré también con otras comunidades autónomas que tengan interés para poder definir qué corredores y con qué garantías", explicó en una entrevista con Efe.
La idea será hacerlo la segunda mitad de junio porque "necesitamos también que los territorios estén mejor epidemiológicamente", añadió. El objetivo, detalló, es poder testar los protocolos elaborados en materia turística en el marco del plan de desescalada tras el confinamiento por el coronavirus, que ha mantenido congelado el sector en España, donde supone el 13% del PIB y el 12 % del empleo.
¿De dónde vendrán los turistas?
En cuanto a los países de donde procederán estos primeros turistas, Maroto detalló que el Gobierno está hablando con "bastantes mercados", entre los que ha destacado a Alemania (el segundo mayor mercado emisor de turistas a España) y los países nórdicos, que "en estos momentos se encuentran en una situación (epidemiológica) muy buena".
"Es muy importante que los primeros turistas sean turistas que estén en la misma situación epidemiológica que nosotros", explicó, y que "también estén en condiciones de poder volar de forma segura".
Con respecto al Reino Unido (el primer emisor), Maroto dijo que, aunque se ha hablado con turoperadores como TUI y Jet2holidays, allí "todavía los datos tienen que mejorar", ya que "para nosotros es importante garantizar que la persona venga bien y después regrese bien".
De hecho, las propias autoridades británicas aún no recomiendan viajar al extranjero, por lo que los turoperadores británicos de momento no quieren operar, según la ministra.