El presidente del Partido Popular ha pedido al Gobierno más "humildad" cuando España vuelve a liderar los ránking de rebrotes en el mundo. En la tribuna de oradores del último pleno de este período de sesiones, Pablo Casado vinculó el "triunfalismo" que denominó "ofensivo" de Pedro Sánchez con la expansión del virus. "A lo mejor este triunfalismo tiene algo que ver con la relajación en los hábitos sociales", deslizó el líder de la oposición.
Casado pidió al jefe del Ejecutivo "acabar con el triunfalismo" y trabajar unidos para intentar controlar los rebrotes. El presidente del PP desplegó de nuevo el plan alternativo que ha diseñado en Génova con su equipo y volvió a tender la mano al PSOE para modificar la legislación ordinaria y ponerla a punto por si hiciera falta confinar a la población de nuevo. "Se podría hacer en quince días", alegó.
En el último cara a cara entre Casado y Sánchez, el líder de la oposición reprochó al presidente del Gobierno tener en la mano dos agendas. "Una, la económica, para cumplir con el rescate. Otra, la política, para cumplir con sus socios de investidura". A juicio del líder de los conservadores, el jefe del Ejecutivo tendrá que elegir entre seguir un camino u otro.
"No se puede prosperar cuando se negocia liquidar España. Tiene que elegir entre Europa y sus socios, entre la moderación o los extremos; entre si va a cumplir con sus intereses personales o con los de España. Tiene que decidir también si cumplirá con los españoles. España necesita ya una política de sensatez, de crecimiento económico y de creación de empleo".
Antes de intervenir Casado, Sánchez presumió de que el acuerdo en Europa se consiguió partiendo de posturas radicalmente opuestas, y animó a los grupos de la oposición a mantener la misma predisposición que los países de la UE. "Si España quiere, puede", insufló. El presidente presumió de que la "posición española fue determinante" en el Consejo y de que, además, "la recuperación ya ha empezado".