Cayetana ajusta cuentas con Casado desvelando la conversación sobre su destitución
El líder del PP no comparte sus batallas ideológicas ni que tenga perfil propio. El partido, alegó, tomará un nuevo rumbo en septiembre.
18 agosto, 2020 03:01Noticias relacionadas
Cayetana Álvarez de Toledo no iba a presentar su dimisión como portavoz del PP en el Congreso, aunque su puesto siempre estaba a disposición del presidente del partido. Pablo Casado optó por su destitución fulminante este lunes, cuando la convocó a una reunión urgente en Génova a pesar de que la diputada estaba en plenas vacaciones.
El encuentro, que se prolongó durante más de dos horas, fue desvelado con todo lujo de detalles por ella misma. Según su versión, Casado le dio básicamente tres "desdichadas" causas para justificar su salida: que no comparte muchas de sus batallas ideológicas, que anteponga su perfil propio y que el partido tiene que tomar un nuevo rumbo a partir de septiembre.
"Siempre he creído que la discrepancia no es sinónimo de deslealtad, que la libertad no es indisciplina y que el pensamiento propio no es un ataque a la autoridad", defendió en su comparecencia pública para anunciar su cese.
La diputada por Barcelona fue nombrada portavoz parlamentaria en julio de 2019, pero "desde el minuto uno", según reveló ella misma, le fueron recortando poder hasta tal punto que no contaron con ella en la campaña vasca ni gallega. Previamente, fue la única portavoz en el Congreso que no formó parte de la comisión de reconstrucción que se puso en marcha en el Parlamento para rendir cuentas sobre la pandemia.
Autoridad
Según Cayetana, Casado entendió la entrevista que concedió a El País este domingo como "un ataque a su autoridad desde varios frentes". Y circunscribió su relevo a "la culminación de eso que he leído de que Cayetana va por libre", además de quejarse de que en España "infravaloramos" el pensamiento crítico. "Los partidos deben ser organizaciones de personas que trabajan desde su criterio propio. La idiosincrasia personal es compatible con la unidad".
Casado también reprochó a su compañera que hablara de la destitución del jefe de la asesoría jurídica del grupo en el Congreso, Gabriel Elorriaga, como una "invasión" de competencias. "Y fue una invasión de competencias, algo que se ha producido desde el minuto uno. El secretario general trató de restringir al mínimo la autonomía de la dirección del grupo desde el principio. Ningún portavoz del PP en la oposición ha tenido menos autonomía que yo", dijo Cayetana, en una clara referencia a la mala sintonía que mantiene con Teodoro García Egea.
Criterio propio
La ya exportavoz del PP en la Cámara Baja se quejó del término "dura" o "radical" con que se la ha etiquetado. "Los partidos deben ser organizaciones de personas que trabajan desde su criterio propio. Y Casado, lo que necesita a su lado son personas leales, que tengan criterio propio", añadió. Además, subrayó que, como portavoz del grupo, propuso dar libertad de voto en asuntos morales, "y se consideró una amenaza a la cohesión interna".
La "actitud" de Álvarez de Toledo "ante la negociación" de los miembros del Consejo General del Poder Judicial y de los Presupuestos fue otro de los motivos que Casado usó para avalar el cambio. "No conozco los detalles de la negociación, pero creo que la Justicia en España es el último dique de contención contra el señor Sánchez en alianza con Podemos y los separatistas. Yo creo en la regeneración de la Justicia, que los jueces elijan a los jueces", añadió.
La "batalla cultural" frente a la izquierda que abanderó Cayetana Álvarez de Toledo tampoco es aceptada por el presidente del PP. "El señor Casado me ha dejado claro que no le interesa la batalla cultural, pero para mí sí es importante. El PP tiene que ensanchar sus bases electorales y esa batalla permite atraer a progresistas desencantados".
Antes de terminar, Cayetana también quiso revelar que Casado no la apoya en su decisión ir al Tribunal Constitucional para que el Diario de Sesiones del Congreso de los Diputados recoja la referencia que hizo en el pleno al vicepresidente Pablo Iglesias, de quien dijo que era "hijo de un terrorista". La expresión fue retirada por la presidenta de la Cámara, Meritxell Batet, y Álvarez de Toledo mantendrá el pulso hasta el final... incluso con la puerta ya cerrada del PP.
La despedida
De momento, no revela si mantiene el escaño o renunciará también a él. A las 19.44 de la tarde, se despedía de su grupo parlamentario con el siguiente mensaje de Whatsapp: "Queridos compañeros. Como sabéis, el presidente Casado me ha comunicado esta mañana mi destitución como portavoz del Grupo Parlamentario. Quiero daros a todos y cada uno las gracias por vuestro impresionante trabajo a lo largo de este durísimo año para los españoles y por el apoyo que siempre me habéis brindado. Ha sido un inmenso honor ser vuestra portavoz. Estoy segura de que Cuca Gamarra contará con el mismo respaldo y lealtad. Un gran abrazo, Cayetana".