El CNI investiga casas de juego de Ceuta y Melilla como tapadera del espionaje extranjero
La pista surge tras el cobro de un premio de 50.000 euros que podría ser un pago realizado a cambio de pasar información a empresas turcas.
22 agosto, 2020 02:53Noticias relacionadas
Agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) vigilan de cerca las empresas de juego online extranjeras que han desembarcado en Ceuta y Melilla desde 2018, después de detectar que podrían haberse realizado pagos a informantes de otros países. En esas investigaciones están participando también los servicios secretos marroquíes, según ha podido saber EL ESPAÑOL en fuentes solventes.
Un empresario marroquí que entró con visado a Melilla para recoger un premio de 50.000 euros por una apuesta fue la pista que ha llevado a abrir esta investigación. El comportamiento de este hombre despertó las sospechas del servicio secreto marroquí, que lo investigó por no tenerlo identificado como asiduo a los juegos de azar.
Se trata de un empresario dedicado a obras públicas que reside en Oujda, ciudad a 150 kilómetros de Melilla, en la frontera con Argelia. Tras las pesquisas, la Inteligencia marroquí considera que el dinero que retiró es un pago realizado a cambio de pasar información a una empresa turca.
Las investigaciones apuntan a la construcción de un complejo turístico y comercial de lujo en la región de Nador, en el que varias empresas turcas han mostrado interés. Pero las sospechas recaen también sobre empresas británicas, que se han trasladado de Gibraltar a Ceuta y Melilla tras el brexit, ya que las casas de juego online se benefician de ventajas fiscales por tener su razón social en suelo europeo. De hecho, el 25% de estos establecimientos en Ceuta son británicos.
Además, tras el acuerdo de asociación firmado en octubre de 2019 entre Rabat y Londres para tratar de asegurarle al Reino Unido condiciones que disfrutaban dentro de la UE, varias empresas británicas han anunciado su intención de instalarse en el norte de Marruecos, de ahí que se desplieguen los servicios de Información económica
Las dos ciudades autónomas españolas se convirtieron en un atractivo para este tipo de negocio gracias a la ley diseñada por el ex ministro de Hacienda Cristóbal Montoro que les ofrece descuentos tributarios. La norma fue aprobada hace un mes por el gobierno de Pedro Sánchez.
Mientras una casa de juegos paga un 20% de impuestos en la Península, en Canarias y Baleares, en las dos ciudades autónomas abona el 10%. También se benefician de una rebaja en el Impuesto sobre la Producción, los Servicios y la Importación (IPSI) -el sustitutivo del IVA en Ceuta y Melilla-, que pasa del 4% al 0,5%.
Más riesgos en Ceuta
Por ello, de las 24 casas de juego online con domicilio fiscal en Ceuta, hay al menos seis británicas, dos de Malta, e incluso una rusa y otra israelí. Actualmente se sospecha que algunas de estas sedes se están utilizando para blanquear dinero y facilitar información sobre España y Marruecos a terceros países.
En Marruecos aseguran a EL ESPAÑOL que “Ceuta está más vigilada que Melilla, porque acoge a más empresas, registra una mayor visita de barcos de recreo en el puerto deportivo, y por la cercanía con España y Gibraltar”.
Por su parte, el director gerente del Organismo Autónomo de Servicios Tributarios (OATSCE), Enrique Reyes asegura que Ceuta es “un modelo de apoyo al juego privado”, y defiende a este sector como “motor de la economía y generador de riqueza”. Recuerda que da trabajo a 170 personas y espera que a principios de año se alcancen los 250. En todo caso, Reyes mantiene que si hay alguna causa de fraude, “aplaudiría que se ataque”.
Por el momento, la Policía Local es la encargada de controlar que estas empresas cumplen los requisitos para beneficiarse de las ventajas fiscales, como tener la razón social en Ceuta y Melilla, y que al menos el 50% de los empleados estén censados en ellas.
Hasta el 2018, de las 79 empresas de juego online que operaban en España, solo 39 eran españolas y 34 de Malta, según los datos del Ministerio de Consumo. Sin embargo, a partir de 2019 la mayoría de empresas extranjeras han recalado en Ceuta y Melilla.