El Tribunal Superior de Justicia de Aragón acaba de condenar a la Guardia Civil a admitir en el cuerpo a un agente tras considerar "inadecuada" la prueba de entrevista que se le realizó para acceder al Instituto Armado.
Según la sentencia, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, el magistrado reconoce que las valoraciones que se realizaron sobre el aspirante al puesto no tenían ninguna base. En primera instancia fue declarado como "no apto" en dicha prueba por, entre otros motivos, haber concurrido recientemente a oposiciones para acceder a otros Cuerpos y Fuerzas de Seguridad. Al joven se le achacaba una vida laboral volátil y haber optado a otros puestos de las fuerzas del orden público.
"Consideramos que la conducta observada por el recurrente es ordinaria en cualquier joven, que pretende labrarse un futuro y que desde luego, no conlleva ni un principio moral inadecuado, ni en menor medida falta de motivación. Todo lo contrario, observar la experiencia laboral de una persona que ha compatibilizado trabajos a media jornada, evidentemente sin cualificación, para poder sobrellevar sus estudios y haber probado, distintas oposiciones, no va contra ningún principio moral", dice la sentencia.
El magistrado argumenta que a continúa argumentando que todo lo que los entrevistadores consideraron como inadecuado para un miembro de la Benemérita no es tal.
Según el parecer de quienes evaluaron al aspirante, haber realizado las pruebas para otros cuerpos como el Ejército indicaba que no quería realmente entrar en la Guardia Civil. "Incluso haber accedido al ejército y haber renunciado al poco tiempo porque se ve clara su vocación para el ingreso a la Guardia Civil este Tribunal no lo ve como un demérito, sino como todo lo contrario. Todo ello salvo que se considere que los aspirantes solo pueden hacer las pruebas de acceso para la Guardia Civil, esto es una preferencia o prioridad que este Tribunal no ve justificada", rebate la sentencia.
Admitido en el cuerpo
De ese modo, el fallo del juez obliga a admitir al joven de manera "inmediata", incorporándolo "con su promoción al centro docente, y en caso de superar ese período, ser nombrado miembro de la escala de cabos y guardias del cuerpo".
Así, se valora el informe psicológico de parte, poniendo de manifiesto lo que ya era evidente en la entrevista. "Que el recurrente ha decidido finalmente acceder a la Guardia Civil, lo que debería haber sido valorado de forma positiva por los entrevistadores, con independencia de sus decisiones anteriores, como si alguien no pudiera modificar lo efectuado a favor de su futuro laboral".
Consultado Antonio Suárez Valdés, abogado del aspirante a Guardia Civil, el mismo refiere que es muy habitual que tanto la Benemérita como el Cuerpo de Policía Nacional "jueguen con el sacrificio y el trabajo de cientos de opositores a los que impiden acceder a estos cuerpos, de forma completamente arbitraria mediante la prueba de entrevista. Es por ello que esta sentencia llena de esperanza a todos esos opositores que afrontaban esa prueba con gran incertidumbre".
"En este caso, lo que se demuestra, es algo que parece inconcebible pero que nos encontramos todos los años y es que de forma recíproca tanto la Guardia Civil como el cuerpo de Policía Nacional declara no aptos a los aspirantes que han concurrido a oposiciones al otro cuerpo por una cuestión de un pique sin el menor sentido entre dichos cuerpos, solo quieren respectivamente vocaciones puras, lo cual obviamente atenta contra el derecho constitucional de los ciudadanos de acceder en libertad a la función pública", dice el letrado.