Pedro Sánchez y Pablo Casado han mantenido una reunión de casi dos horas este miércoles, seis meses y medio después de la última vez. El encuentro ha sido cordial, ambos líderes han acudido con propuestas para compartir, pero Gobierno y oposición no se pondrán de acuerdo para sacar adelante los Presupuestos Generales del Estado para 2021.
El líder del PP ha propuesto la creación de una Agencia Nacional para la Recuperación Económica de España que esté dirigida por expertos independientes "sin adscripción partidista y con reputación nacional e internacional". El objetivo es que esta agencia "priorice inversiones, elija proyectos y cree vehículos de gestión propia", describió Casado. La gran ventaja que ve el líder de la oposición es que "puede participar comunidades autónomas, entidades locales e instituciones comunitarias".
La necesidad de adecuar el marco legislativo para no tener que volver al estado de alarma en caso de que los contagios se disparen ha sido otro de los puntos en los que Sánchez y Casado se han puesto de acuerdo. Gobierno y PP modificarán el artículo 3 de la ley 3/1986 de medidas especiales de salud pública para incluir la redacción de un párrafo específico que limite "el derecho de circulación y movilidad", adelantó Casado.
Además, los dos líderes han hablado de modificar la ley de Jurisdicción Contencioso Administrativo, "diferenciando entre limitación y privación de derechos. La privación tiene que seguir autorizada por jueces", pero prefieren que sean las 400 salas de los tribunales superiores de justicia y no los jueces de a pie los que lo autoricen.
Hay margen también para que Gobierno y Partido Popular cierren un gran pacto de Estado por la Sanidad que incluya reforzar la atención de mayores, la investigación, la industria nacional, "que dure en el tiempo". Casado puso como ejemplo el pacto de Estado que firmaron Felipe González y José María Aznar antes de unas elecciones "y que ha cumplido 25 años. Es importante que lleguemos a ese acuerdo".
Sánchez pidió a Casado entendimiento en temas de cohesión social, y Casado acepta. "Tenemos que legislar sobre el ingreso mínimo vital, reforzar el sistema español para concedérselo a quien más lo necesita. Ambos líderes también han quedado en acercar posturas en pensiones, sostenibilización y digitalización. Por parte del PP se ofreció potenciar las infraestructuras hidráulicas, la PAC y el 5G.
El presidente del Gobierno pidió explícitamente al líder de la oposición el apoyo del Partido Popular para renovar los principales órganos judiciales del país, en funciones desde hace muchos meses. Casado basó su negativa en que Sánchez mantiene en su Ejecutivo a Pablo Iglesias, un vicepresidente que "pide cambiar el régimen constitucional, que el rey abdique y un referéndum en Cataluña".
No a los PGE
Los Presupuestos Generales del Estado acaparó buena parte de la conversación. Sánchez pudo comprobar que la vía PP está completamente cerrada. Casado se quejó de que no conoce ni una sola línea del anteproyecto de Ley de Presupuestos y aprovechó para afear al Gobierno que "no han hecho los deberes: no hay techo de gasto aprobado ni la senda de déficit. O corren mucho o no llegan a tiempo".
Además, basó su negativa a brindarle el apoyo con que él es la única alternativa viable al Gobierno de Sánchez e Iglesias. "No compartimos lo que ha dicho Podemos de que se tienen que subir los impuestos, que no se pueden ajustar los gastos superfluos y que no va a haber reformas".
El presidente del Gobierno también ha rechazado de plano algunas de las propuestas que llevó a la reunión Casado: la educativa, la de inmigración ilegal y el plan de choque económico. Sobre Cataluña, Casado puso a disposición del Gobierno el apoyo de los 89 diputados del PP para tomar cualquier medida "si hay desacato de sentencias o algún tipo de temeridad".