Emilio Bouza ha presentado su dimisión 48 horas después de ser presentado oficialmente como portavoz del grupo covid que el Gobierno central y la Comunidad de Madrid crearon a principios de semana para escenificar la cooperación entre las dos administraciones. En su carta de renuncia se refiere a que las "circunstancias que he presenciado" en apenas unos días le obligan a "renunciar y a declinar el ofrecimiento".
Una vez que EL ESPAÑOL reveló su marcha, Bouza se desahogó con su entorno más cercano, al que reconoció sentirse profundamente "engañado" por las dos Administraciones: "Me hicieron creer que iban a despolitizar la pandemia", lamentó. Este experto en enfermedades infecciosas y microbiología, jubilado desde hace dos años, deja entrever en su carta de despedida esa sensación amarga que ha confirmado a sus allegados: "Me afirmaron su voluntad de concordia política".
Bouza, con una trayectoria científica intachable, se lamenta públicamente de que el ministro de Sanidad, Salvador Illa, y el consejero madrileño del ramo, Enrique Ruiz-Escudero, le pidieran "hacer de portavoz" como "técnico y científico" en el consejo creado por ambos gobiernos cuando apenas unas horas después escenificaron públicamente sus diferencias para abordar la crisis. "Creí en lo que se me prometía. Y acepté, al percibir la demanda como una obligación y como un deber para mi comunidad y mi nación".
La decisión de renunciar al cargo de portavoz, ser una especie de Fernando Simón en Madrid, la tomó el mismo viernes, un día después de participar en la única reunión de grupo a la que ha asistido. "Las circunstancias que he presenciado en los dos días siguientes, junto con la contemplación de las ruedas de prensa simultáneas del viernes 25, me obligan a renunciar y a declinar el ofrecimiento", refleja su renuncia.
Sin acuerdo
La aparente paz que firmaron Sánchez y Ayuso el lunes se esfumó el viernes, cuando el ministro Illa contraprogramó al viceconsejero de Sanidad de Madrid, Antonio Zapatero, para recalcar que el Gobierno central no está de acuerdo con las medidas que ha desplegado el equipo de Ayuso para contener la expansión del virus.
Bouza contempló atónito la escalada de tensión y el cruce de acusaciones entre los dos gobiernos y optó por una retirada antes de prestarse a hacer de portavoz de dos administraciones que no disimulan sus discrepancias. "Seguiré trabajando en favor de los ciudadanos de Madrid y de España, con la mejor de las voluntades. EStoy al servicio de la salud, pero sencillamente he podido comprender que ese no es mi puesto en las actuales circunstancias", concluyó.