El lanzamiento de cerdos con toga: la protesta de los CDR tras la inhabilitación de Torra

De lanzar cabezas de cerdo a los Mossos d'Esquadra a a terminar quemando contenedores en el parque de la Ciutadella. Las protestas contra la inhabilitación de Quim Torra como presidente de la Generalitat, convocadas por los Comités de Defensa de la República (CDR) en el centro de Barcelona, dejaron nuevas imágenes de vandalismo.

Esta vez los focos se los llevaron unos muñecos vestidos de toga emulando a jueces, y con cabeza de cerdo, en una crítica a la decisión judicial. Menos icónicos y más reales fueron los petardos y bolsas de basura que los manifestantes tiraron al cordón de los Mossos que protegía la sede de la Delegación del Gobierno en Catalunya.

Centenares de personas han participado en la marcha convocada en Jardinets de Gràcia. Tanto en los alrededores del parque como en la Ronda de Sant Pere con la calle Alí Beí frente al monumento a Rafael Casanova, se dedicaron a quemar contenedores.

Furgones de la policía catalana se desplazaron hasta diveros puntos para hacer un seguimiento de los incidentes, después de que abrieran a la fuerza las puertas de la Ciutadella, una de las paradas de su marcha, y lanzado ladrillos y vallas a los vehículos policiales que custodiaban la entrada del Parlament.

Tras varios avisos de intervención policial, los manifestantes se han concentrado en una vía paralela, aún dentro de la Ciutadella, donde han lanzado al suelo las vallas de las obras de mejora del parque. Finalmente, los manifestantes se han dispersado por sí mismos y los Mossos también han salido del parque con sus furgones.

Camino al Parlament

La marcha había comenzado con la ocupación de la calzada en la avenida Diagonal poco antes de las 20.00 horas, entre gritos de "Independencia", "1-O, ni olvido ni perdón" y "Las calles serán siempre nuestras", así como una pancarta con el lema "Ni un paso atrás, independencia". Sobre las 21 horas los manifestantes han avanzado hacia el Paseo Lluís Companys, de camino hacia el Parlament.

En la esquina entre las calles Valencia y Pau Claris, han colgado una pancarta ante uno de los cordones de antidisturbios de Mossos que custodia la sede.

Los manifestantes se movieron por diversas vías del distrito del Eixample de Barcelona, primero por el paseo de Gràcia, han continuado por la calle València y han girado a la altura de la calle Girona, para luego seguir por la calle Mallorca.

En algunos momentos del recorrido, los CDR han increpado a los agentes de los Mossos que les cortaban el paso hacia la sede de la delegación del Gobierno, en la calle Mallorca, y les han lanzado gritos como "No os merecéis la senyera que lleváis" o "Pim pam pum, que no quede ni uno".

La tensión ha ido en aumento después de que unos manifestantes lanzaran un petardo y cabezas de cerdo hacia la línea de los Mossos y cortaran una calle con unas jardineras que han encontrado en una acera. Durante la marcha, han portado dos títeres vestidos con toga y con una máscara con la cara de un cerdo.

Tras el parque de la Ciutadella han llegado ante el Parlament, donde los manifestantes han lanzado vallas de obras y ladrillos a los Mossos d'Esquadra, y después se han dispersado tras varios avisos de intervención policial, pero sin cargar finalmente.

11 fotos

1.500 personas en Girona

Unas 1.500 personas han participado en las protestas en Girona contra la inhabilitación Torra , según el ayuntamiento. La protesta que ha incluido el lanzamiento de bolsas de basura contra la Subdelegación del Gobierno y la quema de una bandera española.

La concentración con mayor peso ha sido inicialmente la convocada por los CDR, que ha reunido a un millar de manifestantes frente a ese edificio gubernamental, blindado con vallas y presencia policial como sucedió después de la sentencia de los presos independentistas.

Esta primera protesta ha sido la que ha incluido el lanzamiento de bolsas de basura y la quema de una bandera española, tras lo que los participantes en ella se han dirigido a la plaza del Vi, la que acoge el ayuntamiento de la ciudad, donde había otra de carácter más institucional que reunía a unas quinientas personas.