El 80% de su antiguo sueldo, unos 122.400 euros al año. Este es el dinero que percibirá el ya expresident de la Generalitat Quim Torra tras su destitución. Así está estipulado por ley, concretamente por la Ley 6/2003, de 22 de abril, que regula el estatuto de los expresidentes del Govern. Hasta entonces, seguirá cobrando su sueldo de president, hasta que su inhabilitación no se publique en el BOE.
Torra ha sido presidente durante solo 28 meses y la norma establece que este sueldo lo disfrutará durante el equivalente a la mitad de su mandato. Es decir, 14 meses, poco más de un año. Pero cuando cumpla los 65 años —tiene 57—, recibirá una pensión vitalicia del 60% de su sueldo al frente del Govern. Es decir, la pensión de Torra será de unos 92.000 euros anuales.
El expresident destituido, además, podrá disponer de una oficina propia con tres personas a su servicio, una dotación para gastos y un coche oficial con chofer, en este caso, un mosso que hará las veces de guardaespaldas.
Torra ha estado en el cargo durante apenas dos años y medio. Poco más de la mitad de una legislatura al uso. Y la suya ha acabado abruptamente, tras condenarle el Tribunal Supremo por desobediencia. El expresident se negó a quitar una pancarta pidiendo la libertad de los políticos presos en el balcón del Palau de la Generalitat de Barcelona.
La Sala Penal del Tribunal Supremo confirmó este lunes su condena a un año y seis meses de inhabilitación especial para cargo público y multa de 30.000 euros por un delito de desobediencia reiterada a las órdenes de la Junta Electoral Central.
Un día después de su destitución, Torra sigue con su agenda —por ahora— y ha abierto un canal de Telegram para publicitar sus actos. En la mañana de este martes ha visitado a los políticos independentistas presos en la cárcel de Lledoners.
En su agenda sigue habiendo actos como si fuera president y en su cartera el dinero que por ley le corresponde por haber ejercido el cargo, aunque el fin de su mandato lo propiciara haber quebrantado la ley. Pero no es el único.
Artur Mas, el gran ideólogo del procés y también inhabilitado por la consulta del 9-N de 2014, cobró 111.000 euros anuales hasta principios de este año. El próximo enero cumplirá los 65 años y podrá disfrutar de la pensión vitalicia de jubilado.
El único expresidente de la Generalitat que ha renunciado hasta ahora a esta pensión ha sido Jordi Pujol, cuando confesó en 2014 que ocultaba dinero en Andorra. Por su parte, Carles Puigdemont tampoco cobra su sueldo de expresident, pero sí el de eurodiputado en ejercicio, algo menos de 7.000 euros al mes.