La Comunidad de Madrid cuenta con casi el 40% de los contagios de toda España y acumula 578 muertos por Covid en un mes (desde el 31 agosto hasta el 28 de septiembre), el 24,94% de los muertos de toda España durante ese período de tiempo. Con estas cifras encima de la mesa, el equipo del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y el de la presidenta de la región más golpeada por la segunda oleada, Isabel Díaz Ayuso, siguen sin acordar cómo remediar la expansión del virus.
Moncloa y Madrid quieren imponer sus propios criterios para decidir cómo y cuándo se interviene en la región y han decidido convencer a la ciudadanía de que su solución es mejor contraprogramándose durante tres días consecutivos en los medios de comunicación. Las diferencias públicas entre las dos Administraciones provocó la dimisión irrevocable de Emilio Bouza, el científico que los dos equipos habían elegido para "despolitizar" la pandemia apenas 48 horas antes. Se fue al sentirse "engañado".
El ministro de Sanidad, Salvador Illa, dio este lunes una advertencia que sonó a ultimátum al consejero madrileño del ramo, Enrique Ruiz-Escudero: que aplique el plan que el Gobierno le recomendó para revertir la situación epidemiológica porque "ya vamos tarde". El equipo de Isabel Díaz Ayuso no se arruga a las advertencias del Gobierno, que lleva tres días consecutivos instándole a endurecer las medidas para no tener que intervenir la comunidad.
Pese a los durísimos mensajes que el Gobierno central ha dirigido a los responsables de la Real Casa de Correos, en Moncloa no quieren poner fecha a la intervención. Madrid, por su parte, no contempla esa situación "porque no se dan los criterios para esa posible intervención. No se ha planteado en ningún momento", defendió el consejero Ruiz-Escudero este lunes a última hora de la tarde.
500 contagios
El ministro de Sanidad exige que Madrid cierre las áreas sanitarias que acumulen más de 500 contagios por cien mil habitantes, todas las barras de los bares y restaurantes y se reduzcan al 50% los aforos de las terrazas. Los dirigentes madrileños quieren que el Gobierno reconozca la situación "especial" de la capital de España y piden que no solo atiendan a los datos epidemiológicos, sino que sumen también la presión asistencial. "Así seguro que podemos seguir avanzando. No vamos a valor criterios de preocupación ni otros que no contribuyen al avance", defendió Ruiz-Escudero. Además, qué criterios técnicos avalan bajar el umbral "a 500 y no es otra cifra".
El equipo de Ayuso pide al Gobierno un poco de margen, esperar a que las 45 zonas confinadas cumplan con su cuarentena para evaluar la efectividad o no de las medidas impuestas. Este lunes se agarraban a un dato para no ceder ante el Gobierno central e intentar darle oxígeno a la economía: los ingresos hospitalarios y los de UCI han bajado esta semana. "Hoy no tenemos dificultades en los niveles de hospitalización", defendió el consejero.
El vicepresidente de la comunidad, Ignacio Aguado, pidió el domingo un "alto el fuego político" que supusiera sentarse en una mesa en busca el consenso. Minutos antes, levantó el teléfono para compartir sus impresiones con el propio Illa y la ministra de Política Territorial y Función Pública, Carolina Darias. El ministro de Sanidad también también mantuvo contacto telefónico con Ruiz-Escudero, pero ninguno de los dos renunció a su postura a pesar de no tener controlada la expansión del virus.
Comparecencia
Illa y Ruiz-Escudero se reunieron por última vez este lunes por la tarde. Antes de finalizar la reunión, la Secretaría de Estado de Comunicación ya adelantó una comparecencia en Moncloa del ministro de Sanidad junto con Fernando Simón, el director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias. La convocatoria no incluía al consejero madrileño. "Antes de la reunión ya tenían montada la rueda de prensa posterior. Parece que han ido con un papel preestablecido", se quejan desde la Puerta del Sol.
La comparecencia de Illa y la posterior de Ruiz-Escudero no fueron suficientes para desacreditarse públicamente. El ministro de Sanidad respondió a Madrid en el telediario de las nueve de la noche. La presidenta Ayuso también quiso tomar la palabra y entró en TreceTV una hora y cuarto después.
Las posturas siguen más alejadas que nunca mientras los ciudadanos observan atónitos este cruce de acusaciones y reclaman a gritos una solución conjunta. En la encuesta que EL ESPAÑOL publicó este lunes, el 53% de los madrileños se mostró a favor de confinar "toda la capital" y el 71% de cerrar las barras de los bares. Además, el 80% de los encuestados pidió aplicar los mismos criterios en toda España.