Pablo Casado ha pedido directamente en la sesión de control de este miércoles al presidente del Gobierno que desautorice a los miembros de su Gobierno que atacaron y pusieron en cuestión la figura de Felipe VI, pero Pedro Sánchez ha calificado de "amenazas ficticias" las durísimas críticas que le ha propinado el líder de la oposición por "degradar" las instituciones y avanzar "en lal deserción constitucional por un puñado de votos". 

El presidente del Partido Popular acusó al jefe del Ejecutivo de abrir "una crisis institucional", de ser "desleal" al jefe del Estado y de "tolerar" los ataques contra él. Casado animó a Sánchez a abrir una reforma constitucional para debatir si España quiere ser una monarquía parlamentaria o una república, "no siga subvirtiendo la legalidad por la puerta de atrás". 

El líder de los populares se felicitó de liderar el partido que servirá de dique de contención contra los que quieren cambiar el modelo del Estado. "Necesitarían al PP y nunca lo toleraríamos". Y le pidió que, "por dignidad", cese a su gobierno "radical" y a los socios "que amenazan con dar un golpe a la legalidad".

 

Casado recordó en el Parlamento que, "pese a sus vetos", la Justicia se administra en nombre del rey. El líder de la oposición también acusó a Sánchez de que el martes "lanzara" a la portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, para acusarle de rebelión constitucional. "La consejera de los ERE de Chaves, que no debería ser ministra si se cumpliera su falso código ético".

Sánchez se refirió a los reproches de Casado como "provocaciones semanales", esquivó la cuestión, no mencionó los ataques al rey ni a los compañeros de gabinete que abrieron la polémica y se dedicó a recitar las medidas que su Gobierno ha puesto en marcha para combatir la pandemia: "Hemos extendido los ERTEs y la prestación del cese de actividad para los autónomos. Protegemos las instituciones y el proyecto europeo acordando un importante fondo de recuperación de 140.000 millones de euros para seis años". 

Desde que el ministro de Consumo, Alberto Garzón, acusara a Felipe VI de "maniobrar" contra el Gobierno hace cinco días y el vicepresidente Pablo Iglesias lo respaldara públicamente, el presidente del Gobierno ha evitado reprobar a los miembros de su gabinete y tampoco ha defendido ante los ciudadanos al rey. "Señor Sánchez, se marcha sin defender al rey", le propinó desde su escaño el secretario general del PP, Teodoro García Egea, al jefe del Ejecutivo cuando este abandonó el Parlamento este miércoles, apenas veinte minutos después de haber entrado.

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