Nuevo giro en el llamado caso Dina. Cuando Unidas Podemos ya parecía cantar victoria, las sospechas vuelven a recaer sobre el vicepresidente segundo del Gobierno, Pablo Iglesias. Este miércoles, el juez de la Audiencia Nacional Manuel García-Castellón, que instruye el caso Tándem, ha elevado al Tribunal Supremo una exposición razonada en la que asegura que existen indicios de criminalidad contra Iglesias.
La noticia supone un nuevo giro argumental en este caso ya de por sí complejo. Y es que aún quedan muchas dudas por disipar. Desde que a Dina Bousselham, antigua asesora de Iglesias, le robaron el teléfono en el IKEA de Alcorcón en noviembre de 2015, la tarjeta de memoria del mismo estuvo circulando de mano en mano, dejando un reguero de incógnitas. Una de las mismas es el propio viaje que hizo la tarjeta, pero también se desconoce cuánto tiempo estuvo en manos de Iglesias o, incluso, cuál es el contenido exacto.
Lo último que se sabe es que García-Castellón cree que Iglesias pudo haber cometido presuntos delitos de descubrimiento y revelación de secretos con agravante de género, daños informáticos, denuncia falsa o simulación de delito. Además, en su exposición razonada de más de 60 folios, a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL, apunta contra la vicepresidenta tercera del Congreso, Gloria Elizo; la propia Dina y su expareja, Ricardo Sa Ferreira; y los abogados del partido Marta Flor y Raúl Carballedo.
Pero... ¿y el resto de dudas que quedan por resolver?
1. ¿Cuál es el contenido de la tarjeta?
Esta es una de las cuestiones, quizás, más cotizadas por el público general que asiste a cada nuevo episodio de este House of Cards cañí. Se sabe que en la tarjeta de Dina había capturas de pantalla de conversaciones de Pablo Iglesias, como en la que aseguraba que "azotaría a (la periodista) Mariló Montero hasta que sangrase". Si se sabe, es porque se filtró a la prensa para ser utilizado en contra del propio Iglesias y apareció ese contenido, al igual que el resto de la tarjeta, en el registro que se hizo en la vivienda del excomisario José Manuel Villarejo.
Poco más. Fuentes cercanas a EL ESPAÑOL han confirmado a este diario que en el teléfono había documentos de partido, estrategias, tarjetas de crédito de Pablo Iglesias y contenido íntimo de Dina Bousselham. La mayoría de esos archivos, sin embargo, nunca han visto la luz y probablemente no la verán ya que es parte de una investigación judicial.
2. ¿Cuánto tiempo tuvo Pablo Iglesias la tarjeta?
Al actual vicepresidente del Gobierno le entregaron la tarjeta del teléfono de Dina Bousselham el 20 de enero de 2016, en la sede del Grupo Zeta, editor de la revista Interviú. Esto es unos meses después de que se la robaran a ella. Sin embargo, Pablo Iglesias no va inmediatamente a devolvérsela a ella, la persona afectada, sino que se la guarda durante algún tiempo.
Ni siquiera el juez García-Castellón es capaz de dilucidar aún cuánto tiempo estuvo la tarjeta en manos de Iglesias. En el escrito de este miércoles dice que cree que se la dio antes del 23 de agosto de 2017. Es decir, que Iglesias la tuvo en su poder durante más de un año sin el conocimiento de la persona afectada. Los propios protagonistas no han aclarado este extremo en su declaración ante el magistrado, asegurando que se tardó "algunos meses".
Este detalle no es menor ya que así se desconoce si pasó por alguna otra mano y se amplía el abanico de fuentes que podían haber filtrado los pantallazos de las conversaciones de Iglesias a los medios de comunicación. En un principio se pensó que podía haber sido Villarejo, sin embargo, la propia Dina también envió esos pantallazos.
3. ¿Cuál es el recorrido exacto de la tarjeta?
No se sabe. A Dina Bousselham le robaron el teléfono en el IKEA de Alcorcón, en Madrid en noviembre de 2015. ¿Quién? Nadie lo sabe o nadie lo dice. También es una de las grandes incógnitas. A Interviú llegó como un anónimo con la intención de ser vendido a la revista, pero la misma rechazó su publicación por el contenido íntimo de la tarjeta. ¿Por qué manos pasó antes de caer en la revista? Más dudas sin resolver.
La tarjeta volvió a aparecer en enero de 2016, cuando se la dan a Pablo Iglesias. ¿Qué pasó en ese año largo que la tuvo él? ¿pasó por más manos? Sólo lo saben los protagonistas. Lo que sí se sabe es que Alberto Pozas, entonces director de Interviú, se guardó una copia para sí mismo y se la dio a Villarejo. Pozas visualizó el contenido junto a Antonio Asensio, presidente del grupo. De Villarejo se pensaba en un principio que salió para los medios de comunicación pero, tal y como se ha comentado, el abanico se amplió tanto al ver que la propia Dina compartió pantallazos que es difícil saber.
Después, la tarjeta ha pasado hasta por otros países (Gales y Alemania) para intentar recuperar su contenido porque estaba parcialmente destruida. Y ahí la siguiente gran cuestión.
4. ¿Quién dañó la tarjeta?
Aquí hay dos certezas. La primera es que cuando le entregan la tarjeta a Iglesias, él puede acceder a su contenido sin ningún tipo de problema. De hecho, lo visualiza en la propia sede de Interviú y hay testigos de ello. La segunda certeza es que Dina Bousselham envía su tarjeta, cuando ya se la devuelve Iglesias, a Alemania para intentar recuperar su contenido porque no puede acceder a la misma.
El propio García-Castellón ha recordado este miércoles en su escrito que "se sabe que cuando se devuelve la tarjeta está inservible para su funcionamiento". Todo apunta a que el que la destruyó parcialmente fue el propio Iglesias. Por eso el juez quiere que se le impute el delito de daños informáticos. Sin embargo, reina la presunción de inocencia y habrá que ver si no hay nuevos giros de guion en el caso.
5. ¿Por qué se queda Iglesias tanto tiempo la tarjeta?
Esta, quizás, sea una de las cuestiones más difíciles de resolver. La versión oficial la dio el propio Pablo Iglesias el pasado mes de julio cuando, en una entrevista en Radio Nacional, aseguró que no se la devolvió porque, tras examinar el contenido, toma la decisión de "no someter a Dina Bousselham a más presión". La excusa, además de peregrina, guarda cierto carácter paternalista al tomar la decisión sobre una víctima.
Algunas voces apuntan a que no se fiaba del todo de la propia Dina Bousselham. Al final, fue ella la que compartió los pantallazos de las conversaciones en las que Pablo Iglesias aparecía insultando a Mariló Montero y la tarjeta, quizás el mismo hecho de que él lo supiera, podría ser un elemento de tensión.
Mientras algunas de estas dudas se disipan y otras no, los días van pasando y la pelota ahora está en el tejado del Tribunal Supremo. Desde la formación morada se han tomado esta iniciativa de García-Castellón como un ataque personal. Pablo Echenique ha asegurado que "contra Pablo Iglesias vale todo" y ha acusado al juez de trabajar para destruir los progresos sociales. "Lo de siempre: Hay que destruir a los que suben el salario mínimo y quieren poner un impuesto a la riqueza con la artillería que haga falta", ha asegurado Echenique.