Pocas veces diez segundos sobre una cinta de correr de gimnasio dieron para tanto. La oposición clamaba este sábado contra Fernando Grande Marlaska después de que el ministro del Interior, en un vídeo grabado desde su casa y utilizando la cuenta oficial de Twitter del Ministerio, se exhibiera en apoyo a la Carrera Virtual organizada por la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT).
Ataviado con ropa deportiva y la camiseta del evento, Marlaska no abría la boca pero provocaba una cascada de duras críticas en su contra de la oposición por lo que consideran un doble juego, que la portavoz de Interior del PP, Ana Vázquez Blanco, resumía así: "Ayer votas con sus asesinos y hoy corres con ellos".
No era la única dirigente política que aludía al acuerdo con Bildu escenificado el pasado miércoles, justo cuando comenzaba en el Congreso el debate de Presupuestos. La Secretaria General de Vox en el Congreso, Macarena Olona, le tildaba de "traidor" y aseguraba que cada kilómetro recorrido le alejaba de las víctimas del terrorismo para acercarle a sus "verdugos".
Desde Ciudadanos, el vicepresidente de la Comunidad de Madrid, Ignacio Aguado, mucho más prolijo, le afeaba al ministro los acercamientos de etarras a cárceles próximas al País Vasco, el fin del módulo de aislamiento para Txapote -el asesino de Miguel Ángel Blanco y Gregorio Ordóñez- y los decenas de homenajes a terroristas celebrados "impunemente" todos los años.
"Se puede correr mucho, pero nunca se puede huir de uno mismo" sentenciaba Aguado. Su compañero Toni Cantó, líder de Ciudadanos en la Comunidad Valenciana, hablaba directamente de "cinismo".
El mismo viernes la propia AVT acusaba a Marlaska de mostrar más "empatía" por los terroristas que por las víctimas. Entre los etarras acercados esta semana a prisiones cercanas a Euskadi estaban los asesinos de Alberto Jiménez-Becerril y su esposa Ascensión, abatidos a tiros en 1998 en Sevilla.
La hermana del concejal del PP, Teresa Jiménez-Becerril, diputada de los populares en el Congreso, denunciaba en declaraciones a EL ESPAÑOL que Interior no había informado a su familia.