Después de semanas de restricciones, la mayoría de comunidades autónomas están registrando un descenso de casos y hospitalizaciones. La mejora es evidente en los datos y en el tono de las autoridades competentes, pero la situación sigue siendo preocupante. La incidencia "extrema" se mantiene en la mayor parte del país y, con la Navidad a la vuelta de la esquina, las restricciones parecen estar lejos de desaparecer.
Las llamadas a la "precaución" y la "responsabilidad" siguen siendo constantes. El propio ministro de Sanidad, Salvador Illa, apeló el pasado viernes a la "prudencia" porque, si bien las medidas están dando resultado, se acercan "fechas delicadas" en las que se suele dar "un incremento importante de la movilidad". "Vamos mejorando, pero estamos mal", resolvió, como si pretendiera al mismo tiempo dar aliento a los ciudadanos pero sin margen para la relajación.
Según el último informe del departamento de Sanidad, en la última semana se registraron 79.003 nuevos contagios, frente a los 102.896 de la semana anterior. Este descenso fue descatado en algunas regiones como Navarra, donde los casos semanales bajaron más de un 65% en estas semanas o en Aragón y Cataluña, donde prácticamente se redujeron a la mitad.
Pese a ello, la situación sigue siendo de alto riesgo en todo el país, con las islas Canarias y Baleares como únicas excepciones. La última actualización del departamento de Salvador Illa refleja que hasta ocho comunidades están por encima de los 500 casos por cada 100.000 habitantes en 14 días y dos, País Vasco y Castilla y León, presentan una incidencia acumulada superior a 800. En el conjunto del país, este índice es de 419,48, 78 puntos menos que en los siete días previos (498,19).
Las hospitalizaciones, siguendo la comparación semanal respecto a los últimos dos viernes, pasaron de 5.121 a 4.193 (de 433 a 334 en UCI), una bajada que se ha notado especialmente en regiones como Navarra, con la mitad de los ingresos en dos semanas; Extremadura o La Rioja, que baja cerca de un 45%.
Estos datos tienen también un reflejo en la presión hospitalaria. La ocupación disminuye en comunidades como Aragón, Castilla y León, Cataluña y Madrid, que está obteniendo los frutos de dos meses de restricciones: actualmente registra la menor incidencia acumulada en la península y sus hospitales han pasado de tener una de cada tres camas ocupadas a ampliar ese margen a casi una de cada diez. La ocupación en el conjunto del país ha pasado en las últimas dos semanas del 16,15% al 14,52% (del 31,75% al 31,02% en UCI).
El contrapunto viene del número de fallecidos, que se mantiene estable pero todavía no ha registrado un claro descenso. En los siete días anteriores al viernes fallecieron en España 1.341 personas a causa del coronavirus. La semana anterior fueron 1.315.
Fin de semana
Aunque el departamento de Illa sigue sin actualizar los datos durante el fin de semana, según el recuento de EL ESPAÑOL, las cifras aportadas por las comunidades estos dos días consolidan el descenso. El sábado, con los datos de todas las regiones, hubo, al menos, 14.158 nuevos contagios, frente a los 15.156 del viernes y los más de 18.500 del sábado anterior. En cuanto a los fallecidos, este medio recogió 297 decesos, sin los datos de País Vasco y Melilla. El viernes fueron 328.
Este domingo, las cifras de una decena de comunidades y las dos ciudades autónomas suman cerca de 7.595 nuevos casos y 132 muertos. En total, la suma superaría los 21.700 contagios y los 428 fallecidos.
Con 5.914 nuevos positivos en las últimas 48 horas y 68 fallecidos, el presidente de la Junta de Andalucía, Juanma Moreno, anunció este domingo la decisión de prorrogar las medidas que implantó hace dos semanas, al menos, hasta el próximo 10 de diciembre.
En la región el toque de queda continuará vigente entre las 22.00 y las 07.00 horas y el cierre de establecimientos se mantendrá a las 18.00 horas, aunque con la novedad de que bares y restaurantes podrán abrir hasta las 21.30 para servir comida para llevar.
Prórrogas
En su declaración, el popular hizo referencia a las fiestas navideñas, que "no van a ser como las del año pasado", admitió al igual que el pasado jueves el director del CCAES, Fernano Simón. "Las medidas podrían dar sus frutos con una tasa razonable. Estas dos semanas son decisivas", apuntó al tiempo de adelantar que su Gobierno ya trabaja en una posible relajación de las medidas centrada en ampliar la movilidad y la apertura de los negocios. Incluso, habló de ofrecer una certificación para que los andaluces que viven fuera puedan volver a la comunidad durante la Navidad.
El sábado, el presidente de la Ciudad Autónoma de Melilla, Eduardo de Castro, también anunció una prorroga de 15 días para los confinamientos nocturno y perimetral desde este lunes, fecha desde la cual España empezará a exigir PCR negativa realizada hasta 72 horas antes a los pasajeros que entren al país por vía aérea o marítima procedentes de países de riesgo.
En Cataluña, los bares y restaurantes volverán a abrir sus puertas mañana con unas limitaciones de aforo y horarios menores que las previstas en lo que será el inicio de un plan de desescalada del Govern de dos meses de duración mínimo.
Esta estrategia contiene cuatro tramos de 15 días cada uno modulables y que se revisarán en función de la evolución de la pandemia, con la posibilidad de retroceder de fase si fuera necesario. "No queremos ni podemos correr demasiado: el pasado junio fuimos demasiado rápido y por eso la segunda oleada de la covid llegó antes", justificó Pere Aragonès.
La Comunidad de Madrid también cerrará durante diez días, del viernes 4 al lunes 14 de diciembre, para tratar de seguir bajando el número de contagios en las semanas previas a Navidad, cuando pondrá en marcha medidas "más específicas".