La evolución a la baja de la pandemia en España invita a afrontar diciembre con una suerte de optimismo contenido. Con la vista puesta en el próximo puente de la Constitución y en la Navidad, algunas comunidades rebajan las restricciones que impusieron hace semanas a sus ciudadanos. Otras apuran hasta el último día para tomar la decisión ante el miedo a una tercera ola para la que, según apuntan los expertos, los hospitales no están preparados.
La incidencia en el conjunto del país sigue bajando (el viernes era de 307 casos por cada 100.000 habitantes), hay menos ingresos y la presión en los hospitales se atenúa. Sin ir más lejos, en las últimas 48 horas, los contagios notificados por una docena de comunidades dan la cifra más baja de los últimos fines de semana. Según el recuento de EL ESPAÑOL, son cerca de 13.000, frente a los más de 50.000 de principios de mes.
No obstante, la mejora no es triunfal: los datos siguen en cotas que denotan un “riesgo extremo” y las UCI continúan llenas. Un repunte de casos ahora, según el presidente de la Sociedad Española de Medicina Intensiva, Crítica y Unidades Coronarias (SEMICUC), Ricard Ferrer, provocaría una tercera ola imposible de absorber por los centros hospitalarios.
Pero mientras los expertos señalan el peligro de una posible relajación ante la Navidad, como ocurrió en la desescalada con el verano, la mejora en las cifras epidemiológicas y los avances en la comercialización de la vacuna contra el virus promueven una sensación de optimismo con el que las autoridades tienen que librar.
Los gobiernos autonómicos se enfrentan con este difícil equilibrio a un mes crítico que comienza la próxima semana con el puente de la Constitución. En algunas regiones optan por dar un balón de oxígeno a sus ciudadanos durante las fiestas. En otras, predomina el miedo a dar un paso en falso y esperan al último día para comunicar una ampliación, un endurecimiento o una flexibilización de las medidas.
Flexibilización
En Andalucía, por ejemplo, la Junta ha decidido flexibilizar las restricciones vigentes en la provincia de Granada y permitirá desde las 00.00 horas de este lunes las actividades no esenciales como pequeño comercio, hostelería y restauración hasta las 18.00 horas en los 174 municipios de la provincia, que se equipara de este modo al nivel de restricciones vigentes en el resto de la comunidad.
Su presidente, el popular Juanma Moreno, es partidario de esperar al puente de diciembre para conocer las próximas recomendaciones del comité de expertos aunque considera que abrir "el grifo de la movilidad" puede hacer crecer los contagios.
Los bares y restaurantes también abrieron de nuevo esta semana en Cataluña, donde el Govern no prevé por el momento ampliar el confinamiento municipal de fin de semana a todos los días del puente de diciembre. Si nada cambia, a partir de las 06.00 del lunes 7, los catalanes podrán moverse libremente por la región.
En La Rioja también han amanecido con una relajación de las medidas. Desde este domingo, en Logroño desaparece la restricción de entradas y salidas y el sector hostelero vuelve a abrir sus puertas, aunque la región mantiene el confinamiento perimetral hasta el 19 de diciembre. Algo similar ocurrirá mañana en Aragón, que levanta los confinamientos perimetrales de las tres capitales, pero mantendrá los provinciales hasta evaluar su efectividad y confirmar la tendencia a la baja de los contagios.
En Castilla-La Mancha el confinamiento perimetral permanecerá vigente, "como mínimo", hasta pasado el puente de diciembre, al igual que en Cantabria. Galicia se mantiene a la espera de constatar la mejora de los índices y afronta la última semana del cierre en 60 de sus municipios y en la hostelería que lleva en vigor un mes. La Xunta no descarta mantener el cierre perimetral en el próximo puente de la Constitución, una decisión que ya ha tomado la Comunidad de Madrid, que incluso ha anunciado que extenderá la medida hasta el 14 de diciembre.
Brotes en residencias y fiestas
Con todo, continúan apareciendo señales que recuerdan a lo vivido en los peores meses de pandemia. Las residencias de mayores siguen siendo uno de los principales focos: según los últimos datos de Sanidad, en ellas se producen los brotes con mayor número de casos; una media de 21,4.
Precisamente, en una residencia de mayores del municipio valenciano de Benirredrá se registraron ayer 94 casos y 6 personas fallecieron, por lo va a pasar a estar bajo vigilancia activa de control sanitario de la Conselleria de Sanidad. En Castilla y León también se declaró un brote en la residencia de San Andrés (León) con 58 positivos (42 residentes y 16 trabajadores).
En paralelo, los inclumplimientos, sin ser generalizados, continúan: la Policía Foral ha denunciado este fin de semana a 78 personas por supuestas infracciones relacionadas con la normativa anticovid-19, tanto por movilidad ilegal como por normativa sanitaria. En Valencia, la Delegación del Gobierno ha planteado 90 propuestas de sanción a los participantes de la Marcha por la libertad convocada por el colectivo "Policías por la libertad" por incumplir las normas sanitarias y poner en riesgo la salud de las personas.
En Madrid, la Policía Nacional desmanteló en la madrugada de este domingo una fiesta ilegal a la que asistían 67 personas en un polígono industrial de la calle González Dávila, en Vallecas. Según ha informado el Cuerpo, la intervención se produjo a la una de la madrugada después de una llamada de alerta. Para acceder al lugar, los agentes tuvieron que requerir la presencia de bomberos ya que el responsable de la fiesta se negaba a flanquear el acceso a los agentes e impedía la salida de varios de los asistentes.
Lo cierto es que este fin de semana, previo al del puente, confluyeron en algunas ciudades como la capital o Málaga las colas del Black Friday y la inauguración de las luces navideñas. En las redes sociales, proliferaron imágenes de usuarios mostrando su indignación antes "aglomeraciones" en las que veían el anuncio de una tercera ola. Mientras tanto, las autoridades continúan apelando a la "máxima responsabilidad individual" y, como en el caso del Ayuntamiento de Madrid, alegan entran dentro de de lo "previsto".
Desde el Gobierno central también piden "prudencia". El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, habló ayer de que se avecina una "etapa crítica" de la pandemia y pidió anteponer "la precaución sanitaria a cualquier otro tipo de propósito" durante las fiestas navideñas. En términos similares se pronunció el ministro de Sanidad, Salvador Illa, quien constató que las "circunstancias son difíciles y lo seguirán siendo durante al menos unos meses".