Isabel Díaz Ayuso inauguraba este martes el nuevo Hospital Enfermera Isabel Zendal de Madrid sin que se apagasen los ecos de la fuerte polémica por su construcción. Todo lo contrario, decenas de manifestantes, pertenecientes a diversas organizaciones sanitarias, protestaban en la puerta del centro construido en Valdebebas -al norte de la capital, muy cerca del aeropuerto Adolfo Suárez Madrid-Barajas- ante lo que consideran un "ladrillazo" que no resolverá los problemas de la Sanidad autonómica.
Les respaldan in situ los portavoces de Más Madrid y Podemos en la Asamblea regional, Pablo Perpinyà e Isabel Serra, quien afirmaba en declaraciones a Telemadrid que "esto no es un hospital, sino un plató de Televisión". El líder de la oposición, el socialista Ángel Gabilondo, no se desplazaba hasta allí, pero en una rueda de prensa en la Asamblea de Vallecas insistía en criticar que el nuevo Hospital no se "haya justificado con informe alguno, aunque nosotros los hayamos pedido". "Un nuevo hospital público no puede ser una mala noticia para nadie, salvo que el sectarismo político lo vea así" replicaba Ayuso, en su discurso al finalizar la visita.
Gritos de "dimisión" se escuchaban durante toda la mañana en las protestas dirigidos a Ayuso. La presidenta saludaba a su llegada al líder del PP, Pablo Casado, al alcalde de la capital, José Luis Martínez-Almeida, al vicepresidente regional, Ignacio Aguado, al presidente de la Asamblea de Madrid, Juan Trinidad, al consejero de Sanidad, Enrique Ruiz Escudero y a la Secretaria de Estado de Sanidad, Silvia Calzón, la única representante del Gobierno central.
Ante el boicot de la izquierda, la portavoz autonómica de Vox, Rocío Monasterio, era la única representante de un partido de los que no forman parte del Gobierno madrileño presente en la inauguración.
Ayuso: "Lamento las críticas"
El director general de Infraestructuras Sanitarias, Alejo Miranda, era el encargado de guiar la visita por el centro, diseñado como hospital de crisis y pandemias, no únicamente para la Covid. A ello responde la renovación del aire cada cinco minutos o los circuitos diferenciados para sanitarios y pacientes, con el objetivo de evitar el contagio de médicos y enfermeros. También el almacen con doce metros de altura, la idónea para la robotización, o la sala de crisis, desde la que intervenían al término de la visita las autoridades.
Un micrófono indiscreto captaba un momento de diálogo distendido entre Miranda y Ayuso. El responsable de Infraestructuras afirmaba que "aquí las claves son: la seguridad del profersional, la seguridad del paciente y el plazo, y hemos cumplido" refiriéndose a los tres meses en que ha sido construido. "Lo teníais que haber hecho un poco más rápido" replicaba la presidenta entre risas.
El alcalde de Madrid, Martínez-Almeida, tenía palabras de agradecimiento para Ayuso y afirmaba que el Isabel Zendal será beneficioso para toda España. Además, aprovechaba para elogiar la gestión del gobierno regional: "Podemos mirar al futuro con esperanza, si los madrileños siguen con este ejemplo de responsabilidad y coraje que hemos visto en los últimos meses, y además el Gobierno de la Comunidad de Madrid, con la estructura de la consejería de Sanidad, sigue liderando con decisiones valientes, arriesgadas en ocasiones, presidenta, pero que se han demostrado acertadas para luchar contra la pandemia" concluía.
Ayuso afirmaba en su discurso que la inauguración es la prueba de la "manera seria y rigurosa que tiene Madrid de afrontar los más graves problemas". La presidenta ensalzaba a todos los sanitarios y ciudadanos fallecidos por la Covid, cuyo "valor y ejemplo siempre estará presente entre nosotros". Por otro lado, decía "lamentar" la ausencia de los portavoces de la izquierda y del ministro de Sanidad, Salvador Illa.
Además, reivindicaba su gestión: "Nos critcaron por IFEMA y al final resultó un éxito; nos criticaron por regalar mascarillas porque eran muy buenas, pero luego se demostró que teníamos razón, porque era imprescindible trasladarle a los ciudadanos que era necesario protegerse; nos criticaron por la compra de los antígenos, y ahora resulta que es la clave para la mayoría de los países que están consiguiendo controlar la epidemia; nos criticaron cuando solicitamos que se puedieran realizar test en las faermacias, cuando ya en otros países esto está sucediendo; nos criticaron amargamente cuando el vicepresidente y yo pedíamos hacer test en Barajas para protegernos, y ahora el tiempo nos ha vuelto dar la razón" afirmaba.