"Señora ministra de Defensa: parece mentira que desconozca que los militares retirados tenemos derecho a usar el uniforme de por vida. Incluso muertos muchos se entierran con él. Tampoco olvide que defender a España no es tomar partido, es un deber".
El último mensaje que el teniente general Emilio Pérez Alamán ha colgado en sus redes sociales tiene una destinataria: Margarita Robles, la ministra que le abroncó públicamente por escribir el manifiesto que advierte del "deterioro de la democracia" y con el que sugerían que el Rey Felipe VI compartía "sus desvelos" con la situación política que vive España. "No están haciendo lo que tienen que hacer como servidores públicos", les afeó Robles.
No es la primera vez que vinculan al general retirado con una contestación similar. Cuando el general José Mena pidió públicamente que el Ejército actuara contra el Estatut por exceder los límites constitucionales en 2006, el entonces ministro de Defensa, José Bono, tuvo que viajar de urgencia a Canarias para verse con el general Pérez Alamán, que por aquel entonces era jefe de mando de las islas, para evitar que replicara una declaración similar contra el Estatuto u optara por apoyar públicamente al teniente general que fue arrestado.
"Los generales Pérez Alamán y Mena hablan de que tienen ganas de hacer algo, una cosa colectiva, pero van a esperar a otro momento". Esta confesión la revela el propio Bono en su libro Diario de un ministro, donde cuenta cómo se definió a sí mismo Pérez Alamán en un encuentro privado con él: "Soy un militar de ideas claras. Los militares somos gente con conceptos muy primarios y no damos importancia a lo complementario. Por eso, para nosotros, los conceptos clave son: patria, honor, Dios y familia, sin que lo demás sea importante".
En aquella cena, Bono le contestó que "por suerte, no todos los militantes están cortados por ese patrón, sino que en los ejércitos también abunda la gente comprensiva y transigente". La reunión, sin embargo, sirvió para que el Gobierno pudiera confirmar que el teniente coronel no tenía en mente sublevarse.
El propio Bono telefoneó al entonces presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, para informarle de que "Alamán no representa peligro. Lo más que puede hacer es hablar de manera destemplada, pero no lo veo con posibilidades de realizar un pronunciamiento exitoso".
No a la UME
Alamán se opuso también a la creación de la Unidad Militar de Emergencias (UME) que ideó Zapatero cuando miles de ciudadanos se quedaron atrapados en la carretera por grandes nevadas en la Navidad de 2004. Esta Unidad, que opera cuando algún territorio sufre una situación límite, ha demostrado su exitosa eficiencia este 2020, cuando desplegó todos sus efectivos para minimizar las consecuencias de la Covid.
Catorce años después de aquel episodio, el exministro Bono recuerda a Pérez Alamán como alguien que, "dentro de su manera de pensar, es un hombre serio, riguroso, de palabra, que va de frente. Conmigo siempre fue un hombre correcto y disciplinado", subraya, en conversación con EL ESPAÑOL.
Quienes conocen a Pérez Alamán hablan de una "trayectoria intachable" en la que siempre "primó, por encima de todo, el deber de defender España". El ministro Eduardo Serra le premió en 1998 con la Gran Cruz de la Real y Militar Orden de San Hermenegildo y en el año 2000 recibió la Gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco.
Precisamente por ese concepto tan arraigado que Alamán tiene sobre la lealtad hacia España es por lo que no quiso participar en el 50 aniversario de su jura de bandera con los compañeros de promoción, según detalla también el exministro Bono en su libro.
El general no quería celebrar el juramento en la Academia General porque creía que en aquel momento "no había cumplido con él", y no participó en el evento. Conocedor de la admiración que Pérez Alamán siente por Franco, el organizador del evento le hizo saber que "Franco no podía ser modelo o paradigma de juramentos porque primero juró lealtad al Rey, después a la República y, por último, a sí mismo".
Franco
Tras su paso por Canarias, pasó a la reserva en noviembre de 2006 y ha dedicado gran parte de su jubilación a mostrar públicamente su añoranza por el Franquismo. En una noticia publicada en la Fundación Nacional Francisco Franco en junio de 2019, hablaba del "Generalísimo" como alguien "que continúa en la vanguardia" de la actualidad política.
Sobrino del Teniente General Honorífico Emilio Alamán Ortega, Pérez Alamán tildó de "insensatez" la exhumación de Franco "por innecesaria y extemporánea" y pidió "sacar a España del diabólico laberinto en que la han metido", además de conocer "los verdaderos hechos de nuestra Historia: los buenos y los malos, pero los verdaderos, cueste lo que cueste".