Las reuniones entre amigos y familiares son la principal preocupación de gobiernos y organizaciones sanitarias internacionales ante la llegada de las próximas fiestas y el principal foco de contagio en España. Uno de cada dos brotes detectado en los últimos siete días en el país se ha registrado en encuentros sociales y/o familiares, según los datos del Ministerio de Sanidad.
En concreto, entre el 10 y el 17 de diciembre, se localizaron 1.073 nuevos focos, de los que 526 -el 49,02%- se limitan a estos dos ámbitos, con un total de 3.661 casos asociados. Estos datos suponen un ligero aumento en relación a la semana anterior, cuando el departamento de Salvador Illa notificó 419 focos nuevos y 2.369 contagios. En el acumulado de los brotes, suponen el 48,3% (10.494 de los 21.732).
La estadística difundida por Sanidad refleja únicamente los casos que se han podido trazar y agrupar en brotes de al menos tres positivos y excluye aquellos otros que afectan únicamente a los convivientes de un mismo domicilio -en total, suponen alrededor del 12% de los contagios notificados-, pero ilustra la magnitud de la capacidad de transmisión en diferentes entornos.
En el ámbito social, el ministerio ha registrado en la última semana 361 brotes que han provocado 2.435 contagios, es decir, 6,7 casos por cada foco. Según precisan, alrededor del 82% de estos brotes se han producido en reuniones familiares y de amigos.
Por otra parte, Sanidad agrupa en el ámbito familiar los brotes que afectan a miembros de una misma familia pero no son convivientes sino que residen en diferentes domicilios. En el mismo lapso temporal, vincula a este contexto 165 focos con 1.226 casos -7,4 por cada uno-.
Aunque estos datos se han mantenido en la misma línea desde que el Ministerio comenzara a facilitarlos, en estos momentos adquieren más relevancia si cabe por la cercanía de la Navidad y la necesidad de frenar la curva de contagios hasta la llegada de la vacuna, anunciada a bombo y platillo para el próximo 27 de diciembre.
Más restricciones
Al igual que han hecho otros países europeos, en España se han incrementado las restricciones de forma heterogénea por las distintas comunidades autónomas.
El pasado miércoles, a una semana del comienzo del plan de Navidad acordado el día 4 -cuando la evolución epidemiológica era más favorable-, el Ministerio de Sanidad y las regiones dieron un paso atrás en la estrategia establecida y se abrieron a ampliar las medidas.
La decisión última recae sobre cada una de las autonomías y algunos de sus gobiernos, atendiendo al incremento de los casos, ya han anunciado cambios en la forma de celebrar la Navidad este 2020.
Aragón ha sido la última región en dar el paso. Este sábado, su presidente, Javier Lambán, anunció la extensión del confinamiento autonómico y provincial, con excepciones entre el 23 y el 26 de diciembre y el 30 del mismo mes y el 2 de enero para reuniones familiares. En Valencia, sin embargo, el cierre no tendrá excepciones y no será posible entrar a la comunidad ni moverse en ella.
Cataluña por su parte ha ampliado el confinamiento comarcal vigente durante los fines de semanas al resto de los días desde este lunes, aunque los ciudadanos podrán visitar a familiares y trasladarse a segundas residencias.
Una situación similar se vivirá en Madrid: la comunidad estará cerrada entre el 23 de diciembre y el 6 de enero pero estarán permitidos, como se establecía en el plan inicial, los viajes para reuniones con hasta seis familiares o allegados de dos grupos de convivencia. También será así en Andalucía, donde además los ciudadanos se podrán mover entre provincias.
Europa, amenazada
En este extraño 2020, las fiestas de fin de año serán también diferentes en los países de la UE. El número de viajes y de encuentros se reducirá notablemente en comparación con años anteriores, bien por decisión individual o por las restricciones que los diferentes gobiernos europeos han impuesto que impiden o limitan la movilidad y las reuniones.
Aun así, tanto la movilidad como los contactos aumentarán respecto a las semanas anteriores, una previsión que ha hecho saltar las alarmas de, entre otras instituciones, el Centro Europeo para la Prevención y el Control de Enfermedades (ECDC).
Este organismo asegura que "existe una amenaza" en todos los países europeos, independientemente de su situación epidemiológica, ante "un aumento de infecciones por Covid-19 y un posible exceso de hospitalizaciones asociadas y muertes durante o después de la temporada festiva de fin de año".
En un documento sobre el riesgo de transmisión del virus, el ECDC alerta de que "las reuniones en esta época del año están asociadas con un mayor riesgo de transmisión que en otras épocas, ya que es más probable que ocurran en interiores, en espacios menos ventilados debido a las temperaturas exteriores más frías".
"Comer y beber en las proximidades sin mascarilla y, a menudo, actitudes relajadas y conductas de riesgo relacionadas con un contexto festivo, aumentarán aún más el riesgo de transmisión", asegura.
Situación por países
La Oficina regional para Europa de la Organización Mundial de la Salud (OMS) también se ha mostrado tajante ante el riesgo y ha asegurado que lo más seguro es no visitar a otros familiares en las fiestas navideñas y quedarse en casa.
"Hay una diferencia entre lo que las autoridades te permiten hacer y lo que deberías hacer. Lo más seguro ahora es quedarse en casa", recomendó en un comunicado su director, Hans Kluge.
El equilibrio, sin embargo, no es fácil ni para los ciudadanos ni para los gobiernos que dictan las medidas. Conscientes de la proliferación de la llamada "fatiga pandémica", las autoridades intentan buscar fórmulas para limitar los contactos sin sacrificar las reuniones familiares.
En Reino Unido, los planes de Boris Johnson cambiaron radicalmente en apenas 72 horas ante el avance del virus y Londres y el sureste de Inglaterra estarán desde este domingo en el nivel cuatro de riesgo, lo que implica el cierre de tiendas no esenciales y la prohibición de reuniones fuera de la "burbuja" familiar durante las fiestas.
"Ahora más que nunca es vital que la población tome medidas en su área para reducir la transmisión", aseveró el director médico inglés, Chris Whitty, tras anunciar junto al primer ministro las medidas.
En Alemania, la canciller, Angela Merkel, anunció el jueves visiblemente conmovida medidas más restrictivas para blindar las fiestas que incluyen también el cierre de comercios no esenciales y de escuelas y se suman al cese de actividad en vigor desde principios de noviembre en los sectores del ocio, el deporte, la cultura y la gastronomía.
"Desde el fondo de mi corazón siento pedir más restricciones, pero si el precio que hemos de pagar por mantener las cosas como están son 590 muertes diarias, ese precio es inaceptable", aseguró.
En el país sólo se pueden reunir cinco personas de dos domicilios –sin incluir a los menores de 14 años-, una cifra que entre el 24 y el 26 de diciembre podrá ampliarse hasta los nueve.
El Gobierno portugués también ha aumentado las restricciones en las fiestas de fin de año: habrá toque de queda entre las 23.00 del 31 de diciembre y las 05.00 horas del día siguiente, mientras que los días 1, 2 y 3 de enero el toque de queda empezará a las 13.00 horas.
En Suecia, el Gobierno prolongará hasta finales de enero el cierre de los institutos, adelantará la prohibición de vender alcohol y establecerá restricciones al número de clientes en distintos establecimientos, además de recomendar por primera vez el uso de mascarillas en ciertas situaciones en el transporte colectivo.
En Francia se puso recientemente fin a un confinamiento que ha sido reemplazado por un estricto toque de queda entre las 20.00 y las 06.00 que se mantendrá hasta el 20 de enero, pero no se aplicará en Nochebuena -sí en Nochevieja-. Además, el Gobierno luso ha pedido que las reuniones familiares agrupen a un máximo de seis adultos, sin contar a los menores.
El presidente del comité científico que asesora al Gobierno, Jean-François Delfoissy, pidió en los últimos días "no multiplicar los desplazamientos y los contactos a partir de ahora" para evitar una oleada de contagios en Navidades y que los ciudadanos lleven mascarilla dentro de sus casas para las celebraciones. Según un sondeo divulgado por la radiotelevisión RTL, siete de cada diez franceses dicen que no usarán mascarilla para las fiestas familiares el próximo día 31.
Ante esta situación, habrá que ver cómo se cierra el año 2020 y cómo evoluciona la curva de contagios en los primeros días de 2021, con la vacuna ya a disposición de la mayoría de los países del planeta.