El pasado 21 de julio, Pedro Sánchez volvía del Consejo Europeo que negoció el fondo de reconstrucción por la Covid-19, una ayuda inédita de 750.000 millones de euros de los que nuestro país percibirá 140.000, 72.000 en ayudas directas y el resto en créditos. En una imagen intencionadamente provocada y difundida por Moncloa ese día, todos los ministros aplaudían al presidente a su entrada al Consejo de Ministros tras el acuerdo en la cumbre europea.
Una euforia, la del Ejecutivo, que no comparte la mayoría de la sociedad española, muy recelosa del empleo que se le va a dar a ese dinero, tal y como se desprende del último sondeo confeccionado por SocioMétrica para EL ESPAÑOL.
En concreto, el 65% de los españoles creen que esos fondos se repartirán en función de las conexiones políticas de los solicitantes. El mismo porcentaje que considera que la ayuda europea servirá para hacer de España un país más subsidiado y dependiente del poder político.
El 30%, por el contrario, opina que los fondos se darán en función de la calidad y adecuación de los proyectos y que servirán para modernizar nuestro país a través de la digitalización y las energías renovables, exactamente lo que reza la propaganda gubernamental al respecto.
Percepciones distintas
La percepción es totalmente distinta entre los votantes de la izquierda y los del centroderecha, aunque los votantes del PSOE están más convencidos que los de Unidas Podemos sobre el buen uso de los fondos comunitarios.
El 71% de quienes apostaron por los socialistas en las últimas elecciones generales creen que los fondos se distribuirán en función de la adecuación de los proyectos y el 66% cree que, como pregona Sánchez, servirán para la modernización de España.
En esto último coincide el 68% de los votantes de Podemos. Sin embargo, preguntados por si se repartirán de forma clientelar el 56% de quienes votaron a Pablo Iglesias cree que no y un 34% opina que sí, que primarán las conexiones políticas para ser beneficiario de los mismos.
Entre el electorado del centroderecha, los abstencionistas y los que votan a partidos de ámbito no estatal (como los nacionalistas catalanes o vascos) el sentimiento muy mayoitario, rozando el 90% en todos los casos, es que los fondos europeos se repartirán con criterios clientelares y harán de de la española una sociedad más subsidiada.
Piensan lo primero el 90% de los votantes del PP y el 86% de los abstencionistas, y lo segundo el 93% de los votantes de Vox o casi el 80% de los de Ciudadanos.
A tenor de los resultados, Sánchez, que logró un fervoroso aplauso de sus ministros tras el acuerdo europeo, tendrá que emplearse a fondo para recibir los mismos parabienes de una opinión pública. Los españoles observan con mucho recelo cómo se van a repartir las ayudas extraordinarias aprobadas por las institiuciones europeas con motivo de la pandemia.