La continuidad de Salvador Illa al frente del Ministerio de Sanidad cuando ha sido elegido como candidato del PSC a las elecciones de Cataluña del 14 de febrero ha puesto de acuerdo a la oposición y a los socios de Gobierno, que piden que dimita.
El presidente del Partido Popular, Pablo Casado, ha solicitado este lunes su cese porque el Gobierno "tiene que estar en lo que tiene que estar". El ministro le respondió desde la sala de prensa de Moncloa que "voy a ejercer mis responsabilidades como ministro de Sanidad en cuerpo y alma hasta el inicio de la campaña electoral".
Hace seis años y medio, PP y PSOE se intercambiaban los cromos: los conservadores defendían que un ministro pudiera ser a la vez candidato y los socialistas lo etiquetaban de "cinismo político".
La que fuera secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, anunció el 9 de abril de 2014 que el ministro de Agricultura, Miguel Arias Cañete, encabezaría la lista electoral del PP a Europa que se celebraban el 25 de mayo. El candidato se sentó en el Consejo de Ministros hasta el 28 de abril. Entonces, el PP defendía que "no es incompatible ser candidato y ministro" y, por ello, para el PSOE Cañete fue "ministro por la mañana y candidato por la tarde" durante diecinueve días consecutivos.
En aquel entonces lideraba el PSOE Alfredo Pérez Rubalcaba, que censuró sin miramientos el pluriempleo de Cañete: "Quien se postula como representante de los ciudadanos no puede usar una tribuna pública en beneficio partidista", zanjó. La portavoz socialista en el Congreso, Soraya Rodríguez, preguntó en la siguiente sesión de control a la entonces vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, cómo "justifica la utilización del consejo de ministros para facilitar la campaña del candidato del PP a las elecciones europeas".
Plataforma electoral
Rodríguez defendía desde su escaño que "el Gobierno de España no puede ser plataforma electoral de nadie" y criticó el "doble discurso" y el "cinismo político" del Partido Popular. "Ahora como vicepresidenta le parece estupendo que un candidato sea ministro hasta el mismo día que comience la campaña electoral y, además, ofrecerle la rueda de prensa después del Consejo de Ministros para que lo utilice como plataforma electoral", le reprochó en el Congreso de los Diputados.
Sáenz de Santamaría defendió a capa y espada que Rajoy no cesara a Cañete y avaló que su compañero ejerciera sus funciones de ministro con normalidad porque el cargo no era incompatible con su candidatura. De hecho, Arias Cañete hizo un viaje oficial a Portugal como representante de la cartera de Agricultura cuando ya era oficialmente el candidato del PP a las elecciones europas.
Para defenderse de los ataques que le llegaban por todos los frentes, Santamaría comparó el caso de Cañete con el de Rubalcaba, que en 2011 fue propuesto candidato del PSOE a la Presidencia del Gobierno cuando era vicepresidente, ministro del Interior y portavoz del Gobierno. El entonces portavoz del PP, Esteban González Pons, utilizó el mismo argumento que hoy sirve al PP para censurar que Illa sea ministro de Sanidad y candidato del PSC a la Generalitat: "Rubalcaba utiliza los recursos del Gobierno para su campaña electoral".
Rubalcaba
El caso de Rubalcaba, sin embargo, fue radicalmente distinto al de Arias Cañete y al de Illa, ya que las elecciones todavía no habían sido convocadas. De hecho, Rubalcaba salió del Gobierno un día antes de su nombramiento oficial como candidato a la Presidencia, el 8 de julio de 2011.
En su despedida, el que fuera 'número dos' del presidente José Luis Rodríguez Zapatero aseguró que "en este momento no voy a estar en condiciones de dedicarle al Gobierno todo el trabajo que exige y, por tanto, es el momento y el lugar de decirlo".
El propio Rubalcaba se presentaba como un "maniático del momento y de las formas" y le pareció que "lo más adecuado" era salir del Consejo de Ministros para volcarse de lleno en la campaña electoral. Arias Cañete en 2014 e Illa ahora han decidido el camino contrario: compatibilizar alguna semana más ambos puestos porque ninguna ley lo prohíbe.