El nuevo rechazo del PSOE a abrir una investigación parlamentaria sobre el rey Emérito, que se concretará este miércoles en la primera reunión ordinaria del año de la Mesa del Congreso, provoca otro terremoto en las relaciones con su socio de coalición. Podemos desafía a los socialistas, asegurando que "ya no hay excusas: o se está con la verdad o se está con la impunidad".
Todo ello después de que los letrados de la Cámara Baja, por primera vez, hayan considerado procedente abrir una comisión de investigación sobre las presuntas irregularidades de Juan Carlos I. En concreto, sobre los gastos opacos con tarjetas de crédito del padre del Rey y de algunos miembros de su familia.
Tras el último rechazo de la Mesa a una investigación de este tipo el pasado diciembre, con la mayoría contra natura que en esta cuestión forman los socialistas con PP y Vox, los de Pablo Iglesias anunciaron que volverían a la carga. Pero que lo harían, explicaron entonces, afinando más el tiro, para sortear los impedimentos jurídicos a la posibilidad de investigar al Emérito.
A primera hora de la tarde del martes, el portavoz parlamentario morado, Pablo Echenique, anunciaba en Twitter la buena nueva que para su partido supone el informe de los letrados, dando luz verde a esa investigación.
Según fuentes parlamentarias, el hecho de que esta vez los proponentes (también ERC, Bildu y otras formaciones minoritarias) se hayan centrado en un aspecto concreto de las acusaciones contra el Emérito, y en referencia a hechos que se produjeron después de su abdicación en 2014, ha posibilitado el informe favorable de los servicios jurídicos del Parlamento. Pese a todo, la decisión corresponde a la Mesa, compuesta por tres miembros del PSOE, incluida la presidenta Meritxell Batet, tres de Unidas Podemos, dos del PP y uno de Vox.
Por eso Echenique afirmaba, antes incluso de que fuentes socialistas confirmasen que volverán a votar en contra, que "a partir de ahora, la decisión es puramente política". Un argumento que reafirmaba en declaraciones a Radio Nacional de España, donde decía en referencia al rechazo del PSOE junto a los partidos de la derecha que "mañana [por este miércoles] tendremos un nuevo dato, que es que van a votar en contra de cualquier comisión aunque esté avalada por los letrados, que son enormemente estrictos, y lo han demostrado a lo largo de este año".
"Evasión fiscal"
A juicio del portavoz de Unidas Podemos, si en una Monarquía parlamentaria como la española las Cortes no pueden investigar la actuación del Jefe del Estado, entonces sobraría el "apellido" de parlamentaria. Más aún, aseveraba en la Radio pública, cuando la regularización con Hacienda realizada por Juan Carlos I en 2020 evidencia que, "como mínimo, ha habido un intento de evasión fiscal".
Durante todo 2020, el argumento reiterado del PSOE y también de PP y Vox para rechazar las comisiones sobre el Emérito es que el Congreso representa un poder, el legislativo, que controla al Gobierno pero no a la jefatura del Estado.
Podemos rechaza ese argumento aludiendo a la multitud de comisiones de investigación sobre diversos asuntos que se han realizado en cuarenta años de democracia. Sin ir más lejos, esta legislatura se han puesto en marcha dos, una sobre la Operación Kitchen, una cuestión judicializada que afecta al Gobierno de Mariano Rajoy, y otra sobre el accidente aéreo de Spanair en el verano de 2008.
Asunto de discordia
Precisamente este martes se conocía también que el Gobierno defiende el título honorífico de Rey que se le concedió a Juan Carlos I, después de su renuncia a la corona hace siete años. En una respuesta al grupo de Compromís en el Senado, el Ejecutivo afirma que el Emérito "continuará vitaliciamente" con ese reconocimiento.
Con respecto a la Monarquía que representa ahora Felipe VI, Pedro Sánchez ya ha abierto la puerta a relizar una Ley de la Corona. Una posibilidad a la que se abrió en su última rueda de prensa de 2020 y que tampoco ve con malos ojos el líder de la oposición, Pablo Casado. Sin embargo, todo lo relativo al Emérito, particularmente desde su salida de España el pasado verano, no hace sino acrecentar la tensión entre PSOE y Podemos.
Los de Iglesias siguen considerando que el antiguo inquilino del Palacio de la Zarzuela se ha "fugado" del país para eludir su responsabilidad eventual ante la Justicia, algo que los socialistas no han parado de negar desde entonces. Otro episodio de desencuentro se produjo a cuenta de un vídeo viralizado por Podemos, en el que bajo el título "Monárquicos" se relacionaba a la Familia Real con la popular serie Narcos. El ministro de Transportes, José Luis Ábalos, aseguró en una comparecencia como número tres del PSOE que en su partido no serían "capaces de hacer algo así".
Todo ello sin olvidar que en marzo, durante las primeras semanas de confinamiento, el propio vicepresidente Iglesias alentó las caceroladas contra la Monarquía, durante una rueda de prensa en La Moncloa. O también que tanto el líder de Podemos como el de Izquierda Unida y ministro de Consumo, Alberto Garzón, acusaron al Rey de haber atentado contra la neutralidad institucional que le exige la Constitución.
Fue en otoño, cuando se supo que el monarca había telefoneado al presidente del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, para lamentar su ausencia en la entrega de despachos a nuevos jueces celebrada en Barcelona. Una ceremonia a la que solía acudir y que el Ejecutivo vetó por razones políticas, aludiendo al contexto político en Cataluña. Incluso el director del Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) José Félix Tezanos, ha sido objeto de las críticas de Iglesias por no preguntar específicamente sobre la Monarquía en los sondeos del Instituto Público de Opinión.
Asuntos todos ellos que podrían quedar en casi menores ante el desafío de Podemos a su socio por el nuevo bloqueo a la investigación parlamentaria del Emérito. Algo que consideran, nada menos, una apuesta por la "impunidad" frente a la "verdad".