"Averiguaremos si de verdad se van. Si alguien, como en expedientes anteriores, traslada su residencia a otro país para pagar menos impuestos, pero en realidad sigue viviendo en España, tendrá problemas". Lo cuenta un reputado inspector de Hacienda a este periódico, que observa desde hace años los movimientos de los youtubers rumbo a Andorra. No es algo extraño para la Agencia Tributaria. A sus ojos, estos jóvenes y no tan jóvenes no son esas estrellas mundiales del streaming a las cuales siguen cada día millones de personas. Para ellos representan un nombre más en el largo listado de individuos cuya pista tiene la obligación de olfatear.
Dice también, ese mismo inspector, que en ocasiones sus pesquisas, al más puro estilo policial, le llevan a conocer las costumbres de los evasores fiscales al extremo. A veces, mejor de lo que les conocen sus propias familias.
Esta semana Rubén Doblas Gundersen, alias 'El Rubius', anunció su marcha a Andorra mientras profería todo tipo de maldiciones contra el fisco. El joven argumentó que se iba porque muchos otros compañeros de profesión -y a la vez amigos- ya están viviendo allí.
Ofreció sus explicaciones durante una de las emisiones en directo que ofrece en la plataforma Twitch. "Llevo, literal, diez años de mi carrera en YouTube pagando aquí. Si fuera solo por dinero, lo habría hecho hace mucho tiempo". Sobre los detractores, dijo: "La gente muchas veces habla sin saber y sé que va a pasar, pero no me preocupa". Sobre los impuestos, señaló: "Es un plus, obviamente".
El Rubius probablemente sea el youtuber más conocido y popular de España. Le siguen 40 millones de personas en su canal de Youtube. Cada uno de los vídeos que publica lo ven buena parte de esos suscriptores e infinidad de internautas de todas partes del mundo. Fue a ellos a quienes reveló hace unos días la decisión que había tomado.
Algunos de los investigadores de la Agencia Tributaria vaticinaban, tras escucharle, los problemas a los que se puede enfrentar si esa mudanza resulta ficticia. José María Peláez, inspector de Hacienda del Estado desde 1984, es fundador de la Asociación Profesional de Inspectores de Hacienda y uno de los mayores expertos españoles en fraude fiscal y blanqueo de capitales.
Tiene el cometido, explica a EL ESPAÑOL, de indagar si estas personas dicen la verdad cuando abandonan el país. "Los problemas fiscales los tienen porque el cambio de residencia es en realidad ficticio. Todavía viven en territorio nacional. Nuestra obligación es comprobar si esos traslados son reales o no".
183 días al año
¿Cómo trabajan estos profesionales? Muchas veces sus análisis demuestran que no hay delito, que todo está en orden. Pero en otras ocasiones, las averiguaciones y las pesquisas se topan con la sorpresa: alguien que tributa fuera, pero hace vida en territorio nacional.
Andorra es uno de los países del continente -no es miembro de la Unión Europea- en los que menos se gravan impuestos como el IRPF. En España, según los tramos, se puede llegar a pagar hasta un 47% si los ingresos superan los 300.000 euros anuales. En cambio, el tramo máximo en Andorra tan solo asciende a un 10% del total a partir de los 40.000. Lo mismo sucede con el de Sociedades, de un 10% en el microestado; en contraste con el 30% al que se tributa en España.
En el caso de El Rubius, el fin último de los investigadores no es otro que el de comprobar, de un modo extremadamente minucioso, si el microestado es, en efecto, su nuevo hogar.
Estos son los tres requisitos básicos que los funcionarios de Hacienda manejan para saber si una persona vive de forma habitual en España. Se consideran residentes a aquellos que cumplen cualquiera de estas condiciones:
1) Que esa persona permanezca en España más de 183 días durante un año natural.
2) Que esa persona mantenga en España el núcleo principal o la base, de forma directa o indirecta, de sus actividades o intereses económicos.
3) Que el cónyuge no separado legalmente de esa persona y sus hijos menores de edad (los que dependan de él) mantengan su residencia habitual en España.
Los 'detectives' de Hacienda
A lo largo de su dilatada carrera, Peláez ha seguido todo tipo de pistas cuando llegaba a su oficina alguna clase de sospecha. Si detecta que alguno de los dueños de esas grandes fortunas tributan todavía en Andorra mientras desarrollan sus vidas en territorio nacional, se pone manos a la obra para recabar todas las pruebas a su alcance.
El rastro en las redes sociales, las compras efectuadas, los eventos a los que asiste, las visitas a sus amigos, el lugar en el que residen sus familiares... Es casi siempre el rastreo del día a día de los implicados la clave para descubrir, por ejemplo, que Shakira o la tenista Arancha Sánchez Vicario seguían viviendo en España, y por ello debían pagar impuestos aquí. "Si has seguido ambas historias, en ellas utilizamos los medios habituales", explica Peláez.
A veces simplemente basta con vigilar el día a día de las personas a las que han establecido como objetivos. "Las tarjetas de crédito son muy reveladoras. Si das con una persona que tributa y que, en teoría, vive fuera pero ves que pagan la peluquería, la gasolina del coche, las retiradas de dinero en los cajeros, los billetes de avión, las compras que hace en el Corte Inglés, las que hace en el Mercadona... Con esos datos es fácil demostrar que esa persona ha estado 183 días en España. Simplemente en base a los hábitos normales de su vida cotidiana".
Siguiendo esos requisitos, los 'sabuesos' de la Agencia Tributaria están acostumbrados a realizar intensos seguimientos. Su labor, a veces, llega a adquirir tintes policiales, porque al fin y al cabo su misión es conocer con gran exhaustividad los movimientos de la persona a la que tienen que analizar. "Se busca el colegio al que van, se revisan los seguros de enfermedad, incluso el lugar en el que tienen domiciliadas esas pólizas".
En el caso de los youtubers, las noticias de los medios de comunicación y las imágenes que sus seguidores cuelguen en las redes sociales se convertirán en un factor de suma importancia. Cualquier dato de esas características puede proporcionar la clave de lo que se está investigando.