Castilla y León pleitea con el Gobierno para mantener vivo el toque de queda a las ocho: "Nos funciona"

Castilla y León es la única comunidad autónoma que impuso y mantiene un toque de queda a las ocho de la tarde. Los servicios jurídicos del Gobierno que dirige Alfonso Fernández Mañueco están volcados en la redacción de las alegaciones que presentarán ante el Tribunal Supremo para defender que los castellanoleoneses no puedan estar en la calle más tarde de las ocho de la tarde: "Nos funciona", defienden fuentes del Ejecutivo regional.

A pesar de tener una de las tasas de contagio más alta de España, el Gobierno regional se agarra a una pequeña esperanza: la curva de contagios crece, pero a un ritmo paulatinamente menor. "Al estar menos tiempo en la calle irremediablemente los contactos se reducen", confían.

El Gobierno central presentó un recurso ante el Alto Tribunal para que evaluase la decisión de Castilla y León, aunque no solicitó medidas cautelarísimas, que hubiera suspendido el toque de queda en ese mismo momento. Sin embargo, el equipo de Pedro Sánchez considera que adelantar el toque de queda a las ocho vulnera el decreto del estado de alarma. 

El equipo de Mañueco interpreta que se puede prohibir salir de casa al atardecer, al "iniciarse el ocaso". Fuentes del Ejecutivo castellanoleonés aseguran que enviarán al Alto Tribunal esta misma semana un informe basado en "datos epidemiológicos y jurídicos" que avalará el haber tomado esta drástica decisión.

Una vez analizados los razonamientos expuestos por los dos Ejecutivos, el Tribunal Supremo decidirá si el Gobierno de Castilla y León ha incumplido el estado de alarma y tendrá que pronunciarse sobre si la región puede seguir manteniendo el toque de queda a las ocho. De momento, en el Ejecutivo regional se muestran convencidos de que la medida es efectiva, aunque la tasa de contagios sigue siendo tremendamente alarmante. 

En la cúspide

Los datos epidemiológicos que se proporcionaron este miércoles colocan a la región castellanoleonesa en la cúspide de contagios. Con una incidencia acumulada media en España de 899 casos por cada cien mil habitantes, Castilla y León supera los 1.397 casos: la única autonomía que suma peores datos es la Comunidad Valenciana (1.459 casos).

El Ejecutivo regional mantiene que, sin toque de queda a las ocho, los pronósticos serían todavía peores. Además, subrayan que el objetivo de adelantar el toque de queda es simplemente "salvar el mayor número de vidas posibles". También se ha pedido a la población un autoconfinamiento voluntario.

Castilla y León ha prorrogado hasta el 9 de febrero medidas como el cierre del interior de bares, restaurantes y cafeterías, los centros comerciales, gimnasios y casas de apuestas, además de centros culturales, museos y bibliotecas. Las reuniones de personas no convivientes se han limitado a cuatro y se mantiene el confinamiento perimetral de la región, además del de todas las provincias.

La escalada de contagios sigue siendo tan elevada que el presidente Mañueco y sus consejeros no descartan aprobar más restricciones este mismo jueves en el Consejo de Gobierno para doblegar la curva.