La Covid disparó un 50% las llamadas al 091 en Madrid: 1,5 millones en total durante 2020
En los peores momentos del confinamiento, a finales de marzo, llegaron a entrar en la sala hasta tres llamadas por minuto.
8 febrero, 2021 02:52Noticias relacionadas
Las primeras semanas del estado de alarma, las mayoría de las numerosas llamadas que llegaban a la Policía Nacional en Madrid consistían en avisos sobre personas que se saltaban el confinamiento. También de ciudadanos que trataban de informarse sobre qué se podía y qué no se podía hacer. Y algunos días terribles, avisos en los que a los agentes, desbordados, no les quedaba más remedio que acudir a los domicilios de las decenas de personas fallecidas sin nadie que las pudiera socorrer.
El efecto de la pandemia se ha dejado notar en la sala del 091 de la Policía Nacional en Madrid. En la región más castigada por el coronavirus a lo largo del último año, los teléfonos de esta unidad policial de emergencias no han dejado en ningún momento de sonar.
Si en un año normal, los agentes recibían hasta un millón de avisos durante el, en 2020, según apuntan fuentes policiales a EL ESPAÑOL, han sido un millón y medio de llamadas recibidas por los agentes de la sala del llamado CIMACC (Centro Inteligente de Mando, Comunicación y Control 091).
Es decir, un aumento del 50%. Pese a la enorme presión, las fuentes consultadas apuntan a que en menos de 10 segundos se lograba responder a las llamadas que realizaban por los ciudadanos.
La sala del 091 es el primer contacto con la Policía Nacional en caso de sufrir una emergencia. Desde este centro de control se da una respuesta, de media, en menos de cinco minutos, desde que se produce el contacto hasta que los agentes llegan al lugar donde se precisa de sus servicios. A pesar de que durante algunos meses se ha duplicado el flujo de avisos con respecto al año anterior, fuentes oficiales aseguran que los tiempos de respuesta desde que se marca el 091 hasta que un agente de policía atiende la llamada, siguen siendo inferiores a los 9 segundos.
8.000 llamadas diarias
Sólo en Madrid y en una jornada normal, el 091 suele recibir unas 3.000 llamadas. Pero en tiempos de pandemia esa cifra casi se llegó a triplicar. Sobre todo, durante los largos meses del confinamiento, cuando más muertes se produjeron en la capital y sus alrededores.
"En las peores semanas, durante el pico de la pandemia, atendimos unos 8.000 avisos diarias. Esa fue la cifra que alcanzamos el 13 de marzo, por ejemplo, y también la semana siguiente. Y hablamos sólo de nuestro centro de control de Madrid", explica a EL ESPAÑOL uno de los policías del servicio.
El agente asegura que en las peores jornadas, en las peores jornadas, durante los meses de marzo y abril, recibían unas 70 llamadas de auxilio y alerta: de personas a las que se les había muerto un familiar en casa.
Sólo durante el mes de marzo, en el que comenzó la alarma y el confinamiento, se produjeron 150.000 llamadas, cifra récord. En el 80% de ellas, al otro lado del teléfono había un ciudadano solicitando información o suplicando ayuda por situaciones generadas por la pandemia.
Tres llamadas por minuto
Esos meses, marzo, abril y mayo, durante los que se prolongó el confinamiento, los agentes del CIMACC 091 llegaban a recibir casi tres llamadas por minuto. Aunque, eso sí, en la mayor parte de los casos lograban que sólo cinco minutos después una patrulla acudiera al lugar en cuestión.
Cada aviso al 091 es una emergencia individual, que debe tratarse con absoluta atención, como si fuese la única. Los agentes deben estar entrenados en ello, y fomantar la coordinación entre el ciudadano que requiere su atención inmediata y las patrullas de Seguridad Ciudadana, en este caso, repartidas por toda la capital y en aquellos municipios madrileños donde la Policía Nacional tiene su ámbito de actuación
Al duplicarse las llamadas con respecto al mismo mes del año anterior, se tuvo que incrementar el número de agentes en el área de telefonía con agentes de otras brigadas policiales –Policía Judicial, Extranjería– para poder seguir atendiendo todos los requerimientos. Ese refuerzo en la respuesta permitió, asegura este policía, resolver situaciones de urgencia y en algunos casos vitales.
Llamadas de centros de salud, avisos para que fueran los agentes a domicilios donde había pacientes contagiados por la Covid-19, noches en las ques e tramitaban hasta 40 defunciones en los días más duros... Esos fueron algunos de los escenarios con los que estos agentes, conformados en dos núcleos de trabajo, tuvieron que lidiar.
Según relatan fuentes policiales, aquellos días los servicios de emergencias estaban colapsados. Muchísimos de los avisos por muertes en el hogar tenían que ver con el coronavirus, pero otros eran personas que fallecían en su domicilio después de no poder ser atendidas por unos servicios hospitalarios inevitablemente colapsados por el lo más duro de la pandemia.