Pablo Casado llama al PP a volcarse en la recta final de la campaña catalana y sólo responde Ayuso
La presidenta de Madrid visita este jueves en Barcelona mientras los demás barones se excusan en los cierres perimetrales para no viajar a Cataluña.
10 febrero, 2021 02:04Noticias relacionadas
El Partido Popular quiere multiplicar su presencia en Cataluña de aquí al viernes para convencer a los abstencionistas del bloque constitucionalista de que hay que votar el 14 de febrero. Tras una semana horribilis, donde el fantasma de Luis Bárcenas ha anulado por completo la campaña electoral, el equipo de Pablo Casado ha hecho un llamamiento expreso al partido para que "todo aquel que pueda" acompañe a los compañeros del PP catalán en la recta final de la campaña.
La solicitud, sin embargo, ha sido declinada elegantemente por parte de los pesos pesados del partido de otras autonomías, que evitan hacerse "la foto" de final de campaña por si los malos pronósticos se cumplen. Los cinco presidentes autonómicos del PP arroparon vía online a su compañero Alejandro Fernández el domingo, en el acto central de la campaña. Ahora, la mayoría se excusa con los cierres perimetrales de sus autonomías para no aceptar la invitación.
La única presidenta autonómica que ha aceptado viajar a Cataluña a reforzar el mensaje del Partido Popular a cuatro días de la cita con las urnas es Isabel Díaz Ayuso. La lideresa madrileña va a hacer un paréntesis en su agenda institucional y compartirá un acto con Fernández en Barcelona este miércoles por la tarde. Ayuso, que se ha convertido en la musa de hosteleros de toda España por mantener los negocios abiertos, no dejó indiferente a nadie cuando estuvo en la inauguración de la campaña catalana. "El independentismo ha robado a manos llenas a las clases medias, a las familias y a la clase trabajadora en Cataluña", dijo entonces.
Pasear por Cataluña cargos del perfil 'duro' de Ayuso sirve al Partido Popular para matar dos pájaros de un tiro. Por un lado, para "mirar sin complejos" al independentismo, que disputa el primer puesto el 14-F al candidato del PSC, Salvador Illa. Y, por otro, con ella intentan cortar el paso a Vox, un partido al que prácticamente todas las encuestas dan más votos que al equipo de Pablo Casado y crece sin que les penalice fallos tan importantes como que el candidato Ignacio Garriga no conozca el presupuesto anual de la Generalitat.
El candidato del PP, Alejandro Fernández, se ha paseado estos días de campaña con otro de los mayores activos de Génova, el alcalde de Madrid. José Luis Martínez-Almeida pidió más entendimiento e interlocución entre Madrid y Barcelona y presentó a Fernández como "la gran esperanza del constitucionalismo en Cataluña". El portavoz nacional del P tiene previsto volver a Cataluña este jueves, el mismo día que el alcalde de Zaragoza, Jorge Azcón.
El 'sorpasso'
Los pronósticos electorales del 14 de febrero son tan malos para el Partido Popular que Pablo Casado justificó por primera vez este martes en una entrevista en Rac1 que "el BNG superó al PSOE" en las elecciones en Galicia y nadie cargó la culpa del 'sorpasso' a Pedro Sánchez. El mensaje implícito de esa afirmación es que él no quiere cargar con el resultado del domingo si Vox supera al PP.
El presidente del Partido Popular mostró este martes el lado más humano de su candidato en Tarragona, su ciudad, cuando desveló que su mujer había sido operada de un tumor cerebral en plena campaña. "Gracias por tu aplomo y a los sanitarios por su gran labor. Proponemos 500 millones de euros para mejorar sus salarios en Cataluña y atraer a los mejores MIR, sin que la lengua sea barrera de entrada", prometió Casado.
El PP afronta los últimos días de campaña con la moral por los suelos. La pena del telediario que han sufrido tras la vuelta de Luis Bárcenas al banquillo de los acusados ha sido, a su juicio, "la puntilla" para que las encuestas empiecen a despeñarse. Los conservadores quieren convencer a los abstencionistas de que es imprescindible ir el domingo a votar para evitar, al menos, que los independentistas no reediten la mayoría que les permitiría mantenerse en la Generalitat.
En el PP nadie se atreve a hablar de que el 14F se obtendrá un resultado peor que los cuatro diputados que tiene hoy el partido en el Parlament. De aquí hasta el domingo, todos mantienen la respiración y confían en que aún están a tiempo de dar la vuelta a los peores presagios.