España supera el 'efecto Navidad' pero mantiene una incidencia similar a la del pico de la segunda ola
La incidencia acumulada de esta nueva oleada alcanzó su cifra más alta el 28 de enero y, en 19 días, ha bajado 515 puntos.
17 febrero, 2021 02:36Noticias relacionadas
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La tercera ola de la Covid-19 en España vinculada con la relajación de las restricciones de movilidad por las fiestas navideñas está remitiendo. Así lo reflejan los datos de incidencia acumulada (IA) registrados por el Ministerio de Sanidad.
Según el citado análisis diario, España tiene una IA a 14 días (casos diagnosticados por cada 100.000 habitantes) de 385. La cifra no era tan baja desde el 8 de enero (350 casos por cada 100.000 habitantes) cuando los primeros efectos de las vacaciones navideñas se intuían en las cifras de contagiados que crecían diariamente.
Aun así, una incidencia de casi 400 casos sigue siendo muy alarmante y más si se contextualiza con el pico de la segunda ola. En esa ocasión, fue el 10 de noviembre la fecha en la que las autoridades sanitarias marcaron el punto máximo de la oleada de contagios.
En ese momento, la IA de España superaba los 500 casos, solo 100 puntos más respecto a los datos registrados este martes. Pese a que la cifra puede parecer muy lejana, esta epidemia se está comportando de una forma muy ágil en la tercera ola.
Tanto en el incremento de los casos como en su descenso, la IA en España ha variado diariamente en casi 30 puntos diarios en los últimos 40 días. O, lo que es lo mismo, en apenas una semana se ha subido y bajado hasta 100 casos por cada 100.000 habitantes en la curva epidémica. Los mismos 100 casos que 'alejan' la actual incidencia con la del pico de la segunda ola.
Medidas de contención
Por ejemplo, desde el pasado 8 de enero -donde la incidencia acumulada era de 350 casos por cada 100.000 habitantes-, hasta el pico de la tercera ola (el 28 de enero) este medidor de contagios se incrementó en 27,5 puntos diarios.
Durante 20 días, los contagios crecieron vertiginosamente y las comunidades pasaron de noticiar 350 positivos por cada 100.000 habitantes a 900.
El endurecimiento de las medidas de contención del virus tomadas por las regiones tras las fiestas se dejaba ver a partir de esa fecha, el 28 de enero. Era entonces cuándo habían pasado dos semanas desde que se hubiera cerrado la movilidad entre localidades y limitado el contacto social.
En ese momento, empezaba una desescalada tan rápida como su incremento. Pasando de esos 900 casos a los 385 registrados este martes en tan solo 19 días. La bajada de la IA supone un decrecimiento de 27,1 puntos diarios.
Las autoridades del Ministerio de Sanidad e, incluso, de la Organización Mundial de la Salud han reiterado en varias ocasiones que estas oscilaciones tan fuertes no son sinónimo de estabilidad.
Alerta de la OMS y Sanidad
De hecho, la transición de la segunda a la tercera ola es un ejemplo de ello. La tercera ola de la Covid-19 creció en España el triple de rápido que la segunda pese a las restricciones que habían puesto en marcha varias regiones.
Según los datos de incidencia acumulada, el crecimiento de la segunda ola fue más lento que el de esta tercera pasando de 183 casos por cada 100.000 habitantes (27 de agosto) a 524 (10 de noviembre) en 75 días.
Es decir, un crecimiento de 4,55 puntos de IA diarios. Mientras, en la tercera ola ese crecimiento ha sido mucho más rápido llegando a los 14,5 puntos al día.
Del 10 de diciembre, momento en el que se registra la incidencia más baja con 188 casos por cada 100.000 habitantes, al pico de la tercera ola el 28 de enero, pasan 49 días. En esos casi 50 días la IA aumenta de 188 a 900: 14,5 puntos diarios. El triple que en la segunda ola.
En este contexto epidemiológico, Fernando Simón, el director del Centro de Alertas y Emergencias Sanitarias y portavoz del Ministerio de Sanidad, ha alertado de los peligros de una desescalada muy rápida y sus "consecuencias".
Una línea similar a la tomada por la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras conocer que varias regiones de España están empezando a relajar las medidas de distanciamiento social por la bajada de los casos.
Además, el portavoz de Sanidad durante la epidemia ha insistido en que la reducción de los contagios -que es lo que refleja la incidencia acumulada-, no significa a corto plazo una reducción de los ingresos. Y eso, precisamente, es lo que más preocupa a Sanidad.
La saturación de las Unidades de Cuidados Intensivos (UCI) y de las camas de hospital pueden poner al sistema sanitario en una situación similar a la de la primera oleada de contagios en marzo. Por todo ello, las autoridades sanitarias y los profesionales piden precaución a la hora de interpretar la bajada de la incidencia y llaman a mantener la calma.
Colectivos como los colegios de médicos y enfermeros de todo el país han insistido en que controlar la epidemia "ahora" es "más importante que nunca" por la campaña de vacunación. "Con un sistema sanitario colapsado -aseguran-, no se podrán dispensar las vacunas necesarias a la población".