La Policía Nacional acaba de culminar una operación en la que ha detenido a los 14 patrones de siete pateras que arribaron a las costas de Gran Canaria en los últimos meses del pasado 2020. Se trata de 13 hombres y una mujer cuyas edades están comprendidas entre 19 y 45 años.
Todos ellos fueron identificados por los migrantes que trasladaban a bordo de las embarcaciones como los organizadores de los viajes y encargados de gobernar esas pateras que arribaron recientemente a las costas de las Islas Canarias.
Los investigadores les imputan diversos delitos. Entre todos ellos, les han apresado como presuntos autores de delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal. Además, a seis de ellos se les atribuye un presunto delito de homicidio imprudente. A otros tres detenidos se les ha encontrado supuestamente culpables del delito de pertenencia a organización criminal.
En las pateras que ellos se encargaban de gestionar viajaban un total de 237 personas, 26 de ellas menores de edad. Todos ellos viajaron sin ningún tipo de medida de seguridad, sin chalecos salvavidas, sin comida ni bebida. En una de esas travesías llegaron a fallecer tres personas debido a las "paupérrimas" condiciones del viaje.
Un niño arrojado por la borda
Uno de los fallecidos era un niño de tan solo 9 años de edad. El cuerpo del menor, que viajaba con su madre y su hermana melliza, fue arrojado por la borda en mar abierto.
Su madre, una vez fue rescatada, trató de quitarse la vida lanzándose de nuevo al mar. Horas después sería trasladada hasta un hospital de la isla, en evidente estado de shock.
Las citadas embarcaciones llegaron entre el 21 de diciembre y el 20 de enero a las costas de Gran Canaria. Tras ser atendidos por miembros de Cruz Roja y comprobar que la mayoría de ellos se encontraba en buen estado de salud, fueron trasladados hasta una zona habilitada para su identificación.
En todos los casos, las personas que desembarcaron en las islas explicaron que antes de embarcarse en las pateras tuvieron que pagar 2.000 y 2.500 euros cada uno de ellos a los organizadores de la travesía. Tenían que llevar su propia comida y también su propia bebida, con el fin de subsistir durante el viaje desde África hasta territorio nacional.
Investigación
Los agentes de la Policía Nacional, al escuchar sus relatos, comenzaron entonces una investigación que permitió identificar plenamente a catorce de los integrantes de las embarcaciones, como los organizadores de los viajes y encargados de gobernar las embarcaciones.
Las pesquisas policiales culminaron con la detención de todos ellos como presuntos autores de delitos de favorecimiento de la inmigración ilegal y, además, en el caso de seis de ellos homicidio imprudente y pertenencia a organización criminal en otros tres.
Instruidos los correspondientes atestados policiales, todos los detenidos fueron puestos a disposición de las autoridades judiciales competentes, quienes ordenaron el ingreso en prisión de trece de ellos.