El rapero Pablo Hasél ya había alzado la voz para exhortar al público con sus proclamas, así que regresó al fondo del estrado. Permaneció ahí en su silla, entre los organizadores del evento, hasta que finalizaron las restantes intervenciones.
Unos minutos después, tomó la palabra quien hoy es una de las representantes de su equipo legal. En sus casi diez minutos de discurso, aquella abogada, Alejandra Matamoros, defendió los crímenes de la banda terrorista ETA.
"En el caso de Euskalherria, los compañeros tuvieron que luchar con los únicos medios que tuvieron y les dejaron, que fueron las armas. Ellos lucharon con las armas por su derecho de autodeterminación", manifestó.
Era 25 de mayo de 2019. Aquel mediodía, con el fin de celebrar su primer aniversario, el Movimiento Antirrepresivo de Madrid, al que Matamoros pertenecía y pertenece, había planificado una jornada de comida popular, "charlas antirrepresivas" y conciertos en el CSO Atalaya, ubicado en el barrio madrileño de Vallecas.
Matamoros pronunció aquellas palabras ya mediada su intervención, en un soflama trufada de términos que aludían a la "represión" del Estado, a la "opresión", a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad. "Al fin y al cabo, la Policía, la Guardia Civil, etcétera, trabajan para la gran oligarquía que mueve este Estado", dijo.
"Creemos que tenemos que defender a toda persona que haya sido encausada, o juzgada o encarcelada por luchar por nuestros derechos y libertades. Tanto si es inocente como si es culpable, culpable por defender los derechos y libertades", añadió.
"En ningún caso puede haber presos de primera y presos de segunda", prosiguió, "no podemos hacer diferenciación entre un preso que haya luchado con las armas o sin las armas".
Casi dos años después de aquel acto, la abogada se ha convertido en una de las protagonistas de la semana posterior al encarcelamiento del rapero Hasél y los disturbios subsiguientes en las calles de Barcelona y de Madrid.
Denuncia y expediente
Fue ella quien acusó en un programa de televisión a la Policía Nacional y a la Guardia Civil, aludiendo, literalmente, a "las torturas que se cometen día sí y día también en los cuarteles de la Guardia Civil y en todos los Cuerpos y Seguridad del Estado".
"Él [Hasél] es consciente, no va a renunciar a su derecho a la libertad de expresión y no va a dejar de hacer canciones, aunque ello le suponga el paso por la prisión", recalcó en el programa Cuatro al día.
"Me parece inadmisible y vergonzosa la actuación que ha tenido la Policía. Se han generado disturbios a causa de la violencia policial desmedida que ha campado a sus anchas a lo largo del Estado. Es vergonzoso que se impida el derecho de concentración y manifestación una y otra vez por la violencia policial", añadió.
Había pasado solo una semana desde la detención del cantante por los Mossos d'Esquadra por diferentes delitos, entre ellos el de enaltecimiento del terrorismo o el de injurias a la Corona.
Las palabras de la abogada de Hasél no han pasado inadvertidas. El Sindicato Unificado de Policía (SUP) la ha denunciado por un delito de injurias y otro de calumnias. Desde el SUP explican que se trata de una "difamación general y gratuita".
A juicio de estas asociaciones, lo que dijo Alejandra Matamoros no era una mera crítica a las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, realizada dentro de los límites de los derechos de libertad de expresión. Su objetivo, señalan, no es otro que el de "dañar la imagen, prestigio y honradez de los miembros que las integran".
Fruto de esas declaraciones la Confederación Española de Policía (CEP) envió un requerimiento al Ilustre Colegio de Abogados de Madrid (ICAM) exigiendo responsabilidades. A raíz de esa carta, el Colegio le abrió un "expediente deontológico".
El decano del colegio reaccionó con otra misiva en la que manifestaba su "total y absoluto apoyo a la gran labor que realiza el Cuerpo de Policía velando por los intereses y la defensa de los ciudadanos" y poniendo el caso en manos de la Comisión Delegada de Deontología del colegio.
También la Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) se ha personado ante la Audiencia Nacional contra la abogada. A juicio de la AVT, declaraciones como en las que culpa "de los disturbios en Barcelona a la propia actuación de los cuerpos policiales", persiguen "alentar la continuación de episodios violentos".
Inicios en la abogacía
Matamoros no tiene gran experiencia como abogada. Terminó la carrera de Derecho hace apenas tres años. Estudió en la Universidad Complutense, entre 2014 y 2018, donde se graduó y pasó a cursar un máster de acceso a la abogacía.
Entre tanto, en su último curso trabajó como becaria -así lo indica su perfil en Linkedin- para el abogado Diego Herchhoren. Junto a él gestiona a día de hoy la estrategia legal del rapero Hasél.
El pasado 17 de febrero, horas antes de los disturbios, una imagen era difundida por las redes sociales. Ante la posibilidad de que quienes protagonizaran los disturbios acabasen en comisaría, el Movimiento Antirrepresivo de Madrid ofrecía asistencia jurídica, tal y como aparece en esta imagen.
El grupo antisistema, de extrema izquierda, curtido en este tipo de acciones, facilitaba el apoyo de dos de los abogados afines al movimiento. Ambos permanecieron esa noche de servicio para que cualquiera de los detenidos pudiera contactar con ellos. Una de esas letradas era la propia Alejandra Matamoros.
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