El Senado ha aprobado este miércoles el penúltimo paso para que la eutanasia sea una realidad en España y se incluya dentro de la cartera básica de servicios del sistema sanitario. Tal y como adelantó EL ESPAÑOL, la norma socialista ha contado con el rechazo de PP y VOX, pero ha conseguido aprobar sus autoenmiendas al articulado.
El texto final que ha recibido el visto bueno de la Cámara Alta ha dejado de lado casi la totalidad del resto de las enmiendas de los grupos. Aun así, volverá ahora al Congreso de los Diputados, que lo aprobó el pasado 17 de diciembre, donde se tendrá que ratificar y, finalmente, aprobar para su posterior publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Los principales cambios introducidos por parte del PSOE han sido los tiempos para configurar las comisiones de garantías y que estas cuenten con la presencia de enfermeras.
El debate, como se ha venido repitiendo desde su primera toma en consideración (la ley ha tenido tres) ha divagado entre los cuidados paliativos y la eutanasia. Algunos grupos pedían que se complementen la una a la otra (como Ciudadanos o representantes del grupo mixto) mientras que otros abogaban por una implantación “única" de los cuidados paliativos rechazando frontalmente la eutanasia.
Un debate que, como han reiterado desde la bancada socialista, “no es el que tocaba”, en una jornada en la que se ha aprobado incluir el “derecho a morir” dentro de la cartera básica de servicios.
Los cambios
La norma definitiva, que ahora deberá ser ratificada por el Congreso, incluye varios cambios propuestos por el PSOE. La mayoría para realizar una "mejora técnica del texto" y aportarle una "mayor precisión". Sin embargo, destaca especialmente la creación de la comisión de garantía y evaluación de cada comunidad autónoma.
Estas comisiones de garantías son un órgano decisorio e imprescindible que tiene la misión de revisar la decisión de aquellos sanitarios que hayan rechazado practicar la eutanasia a un solicitante.
En un primer momento, se había planteado que estas comisiones empezaran a funcionar con el inicio de la ley, pero ahora, se pondrán en marcha el mismo día de su publicación en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
Es decir, si una persona pide este servicio sanitario no tendrá que esperar a la creación de estas comisiones y podrá obtener un veredicto con mayor rapidez.
Además, también se ha incluido la figura de la enfermera en estos órganos. El hecho de incluir a las enfermeras modifica el papel que, hasta ahora, tomaban las profesionales en este proceso. El peso siempre se había puesto sobre los hombros de los médicos, pero el PSOE incluye a las enfermeras como "defensoras del paciente".
Una norma controvertida
Entre los profesionales sanitarios, la Ley de la Eutanasia es una norma controvertida. Hay quienes la apoyan y otros que no porque piensan que va en contra del código deontológico de los médicos.
Aunque lo que menos gusta a los profesionales ya no es la ejecución del acto, sino la redacción de la norma.
El Consejo General de Colegios Oficiales de Médicos de España (CGCOM) ha rechazado la puesta en marcha de un registro de objetores. Uno de los aspectos que menos gusta a los médicos, tanto si están a favor o en contra de la eutanasia.
Y es que, ambos sectores coinciden en que es un acto muy tajante. Los que están a favor de la norma aseguran que un listado puede señalar a un sanitario que, en otro caso particular, sí habría visto con buenos ojos la práctica de la eutanasia.
Los que están en contra, por el contrario, ven esta herramienta como una forma de señalarles: tanto a los que se niegan a practicarla como a los que sí.