Cada día que pasa sin un repunte serio que nos haga pensar en una cuarta ola es un día de celebración. Un día que nos acerca a la primavera, el verano y el buen tiempo generalizado, un día con miles de vacunas administradas (AstraZeneca mediante) y un día en el que aún buena parte de las comunidades autónomas bajan su número de nuevos contagiados respecto a la semana anterior.
De hecho, este lunes se han notificado 11.358 nuevos casos, la cifra más baja en el total de un fin de semana desde mayo del año pasado. A nivel nacional, la incidencia acumulada en 14 días sigue bajando, aunque muy levemente, hasta los 129 casos por 100.000 habitantes, cifras que no veíamos desde mediados de agosto.
Ahora bien, hay motivos para la preocupación en determinadas regiones y conviene analizar sus casos. De entrada, vivimos un momento complicado en Europa, con Alemania, Francia e Italia viviendo repuntes que no son escandalosos pero han requerido de medidas drásticas para cortarlos de raíz.
En buena parte de Italia, de hecho, se han vuelto a suspender las clases presenciales, al tener más de medio país en “zona roja”. Aunque la incidencia acumulada a 14 días en España sea de las más bajas de Europa, solo con Portugal por debajo ahora mismo de entre nuestros países vecinos, la incidencia a 7 días empieza a repuntar… y en unos sitios más que en otros.
El incremento desde el viernes podría ser anecdótico en el global del país (60,72 por 59,56) pero el caso es que llevamos ya cinco días en cifras muy similares, es decir, que la tendencia a la baja que ha durado casi dos meses remite ya por completo y se convierte en un valle. Eso, insisto, a nivel nacional.
Si nos fijamos en determinadas comunidades autónomas se observa el inicio de un repunte. Aunque eso no necesariamente indica que vaya a haber una cuarta ola sino, quizá, algo parecido a lo que estamos viendo en los países anteriormente mencionados y que tal vez requiera una vuelta atrás en la apertura de medidas que hemos estado viendo en los últimos días.
Por ejemplo, el País Vasco sube a 85,7 casos por 100.000 habitantes, cifra más alta que la del martes pasado. Nos referimos siempre a la incidencia semanal, que puede estar alterada por una incorrecta transmisión de datos puntual pero que es raro que esa alteración se mantenga durante tantos días.
Justo hace un mes de la decisión del juez Luis Ángel Garrido de reabrir bares y comercios por considerar innecesarias las medidas que había impuesto el gobierno vasco y ahora mismo la comunidad presenta un incremento en la incidencia de 7 días… y en la positividad, aunque esté en un 5,13%, que es bastante razonable.
Descontando Ceuta y Melilla por su escasa población, País Vasco es ahora mismo la tercera comunidad autónoma con más casos cada 14 días, por detrás tan solo de Asturias y Madrid.
Precisamente Madrid, que ha hecho gala de su decisión de no cerrar en ningún caso la hostelería ni el comercio a cambio de reforzar las medidas de seguridad en restaurantes y tiendas, sigue siendo con mucho la comunidad con más casos notifica cada semana.
De hecho, su incidencia a catorce días (223,1 casos cada 100.000 habitantes) sigue demasiado cerca del umbral de riesgo extremo (250). Dicha incidencia no ha bajado desde mediados de agosto de los 190, así que llevamos siete meses con más de 1.000 casos de media diaria por semana.
Aunque la incidencia acumulada a 7 días repunte ligeramente respecto al pasado viernes e incluso al pasado lunes (108,8), la buena noticia para Madrid es que la positividad apenas sufre variaciones (6,97% por 7,12% de la semana pasada) y los ingresos tampoco suben (1.001 en los últimos seis días).
Normalmente, Madrid suele anticiparse a cualquier tendencia del resto del país, así que será interesante ver qué pasa con esta comunidad en clave nacional… y también en clave regional, pues sigue habiendo 435 ingresados en estado crítico. La última vez que hubo menos de 400 fue el 9 de enero, pocos días antes de la tormenta Filomena.
No son País Vasco y Madrid las únicas comunidades que muestran un incremento en la incidencia semanal. También están en ese listado Galicia, Cantabria, Cataluña, Andalucía, Canarias, Extremadura y La Rioja, es decir, más de la mitad de las 17 comunidades autónomas han notificado más casos que la semana anterior.
En las últimas cuatro mencionadas, se observa también un incremento de la incidencia a 14 días, que pronto empezará a subir también a nivel nacional. Con Cataluña, como siempre, tenemos que ser cautos porque los datos del Ministerio y los de la Generalitat rara vez coinciden, pero lleva tiempo con un descenso muy suave.
Cataluña es la cuarta comunidad autónoma con mayor incidencia a 14 días, justo detrás del País Vasco, y no hay que descartar que las subidas a 7 días tengan que ver con retrasos o ajustes de notificación. De hecho, la cifra sobre datos consolidados que da la Consejería de Salud con tres días de retraso no muestra repunte alguno sino una bajada muy ligera…
Ahora bien, es una bajada con una incidencia mayor al descontar los últimos días del total, los que aún no han notificado todos sus positivos. La positividad parece estable justo por encima del 5% (datos del Ministerio) y los ingresados en UCI se quedan en 450, por debajo del 35% del total de camas ampliables, después de casi dos meses por encima de ese umbral.
En definitiva, el descenso ha parado en toda España y en especial en estas comunidades autónomas donde se empieza a ver un repunte cuyas causas pueden ser puramente burocráticas (diferencias de notificación), anecdóticas o pueden indicar un problema mayor.
Me sigue pareciendo complicado pensar en una cuarta ola de la entidad de la segunda o la tercera, pero es bueno seguir observando para que no nos pille desprevenidos. La situación en Europa puede ser un buen espejo: subidas generalizadas pero no dramáticas salvo alguna excepción como República Checa o Estonia. Tal vez eso nos espere las próximas semanas. Estaremos atentos.