Pablo Iglesias ultima la mudanza de su despacho de vicepresidente segundo, en el edificio del Ministerio de Sanidad, frente al Museo del Prado de Madrid, para dedicarse a tiempo completo a su papel como candidato de Podemos a las elecciones que el 4 de mayo tendrán lugar en la Comunidad de Madrid.
El de este martes antes de Semana Santa será su último Consejo de Ministros. Un momento, en el Palacio de la Moncloa, para despedirse de sus compañeros de gabinete y hacer balance. El secretario general de Podemos abandona el Ejecutivo de coalición de vacío por lo que respecta a una de sus grandes y nucleares apuestas: la regulación de los precios del aquiler. Una medida que ha tratado infructuosamente de introducir en la Ley de Vivienda que el Gobierno prepara desde hace meses.
Veinticuatro horas antes de una nueva reunión que este lunes tendrá lugar entre su equipo -liderado por la que será su sucesora en el ministerio de Derechos Sociales, la actual secretaria de Estado de Agenda 2030, Ione Belarra- y los responsables del Ministerio de Transportes, el titular de esta última cartera, José Luis Ábalos, dejaba clara su última propuesta en la negociación.
Un plan que pasa por la vía de profundizar en las deducciones fiscales para quienes alquilen una vivienda, sin entrar en una regulación de precios por Ley que a juicio de la parte socialista del Gobierno no sería efectiva.
Los "grandes tenedores"
"No hay ningún regalo fiscal a los grandes tenedores, como dicen con la comunicación fácil a la que nos tienen acostumbrados" afirmaba Ábalos este domingo en referencia velada a Podemos, en un acto sectorial con el candidato socialista a la presidencia de la Comunidad de Madrid, Ángel Gabilondo. "Es de sentido común [afirmaba mientras se tocaba la cabeza] si hay deducciones de IRPF, no hay ninguna sociedad mercantil que se pueda acoger al IRPF".
Poco tardaba en lanzarle una larga réplica, a través de un hilo en Twitter, el portavoz parlamentario de Podemos, Pablo Echenique, quien rescataba un pantallazo de la página 17 del acuerdo de gobierno firmado en enero de 2020 por PSOE y Unidas Podemos. En el artículo 2.9.3 de dicho pacto puede leerse que "se impulsarán las medidas normativas necesarias para poner techo a las subidas abusivas de precios de alquiler en determinadas zonas de mercado tensionado".
Fuentes del ministerio de Transportes aseguran que en realidad la Ley de Vivienda está prácticamente cerrada en el resto de aspectos que regula, pero que queda el escollo de los alquileres, con una diferencia de criterio de calado. Los socialistas creen que la deducción fiscal es el camino y que la experiencia histórica en España lo demuestra.
Su apuesta es mejorar la deducción general que ya existe del 60% para hacerla más progresiva y menos "lineal". Todo ello, argumentan -y siempre teniendo en cuenta que, como explicó el propio Ábalos, el 85% de los tenedores de vivienda son "pequeños propietarios"- les estimularía para alquilar la vivienda a un precio más asequible.
Incentivos perniciosos
Además, el PSOE cree que otro tipo de regulación como la que propone Podemos supondría un incentivo pernicioso. Estiman que muchos propietarios pondrían en venta sus pisos y no en alquiler, tratarían de cobrar más mediante vías distintas a la del cobro del propio arrendamiento, por ejemplo haciendo que el inquilinio asuma más gastos de la casa. O incluso creen que se fomentaría un mercado negro del alquiler con pagos en B.
Con esta discrepancia de hondo calado se llega a la reunión de este lunes, la víspera de la despedida de Iglesias en la reunión ordinaria semanal del Gobierno y después de que Podemos aplazase el encuentro la semana pasada. El propio vicepresidente segundo y la que será nueva vicepresidenta tercera, Yolanda Díaz, alentaban la posibilidad de un acuerdo sobre los alquileres.
Una y otra vez, el ya candidato de Podemos a la presidencia de la Comunidad de Madrid apelaba a la "palabra" dada por Pedro Sánchez en esta materia, blandiendo, como hacía Echenique, el acuerdo de Gobierno.
Quien heredará su cartera, Ione Belarra, afirma a las claras que las deducciones por alquilar un piso son una medida "antisocial". Puede que la nueva ministra logre estampar su firma en la nueva Ley de Vivienda, objetivo que no ha podido cumplir su jefe de filas después de algo más de un año en el Gobierno.