El juez y expresidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (Corte IDH) Eduardo Ferrer ha afirmado este lunes que "la fluidez informativa de hoy en día coloca el derecho a la vida privada de las personas en mayor riesgo, debido a las herramientas tecnológicas y su uso más frecuente".
Ferrer ha impartido hoy la ponencia 'La libertad de expresión en la jurisprudencia interamericana', que ha sido la primera sesión del seminario online de reflexión académica 'Libertad de Expresión en la era digital', organizado por la Universidad Internacional de La Rioja (UNIR).
La directora del seminario y presidenta del Tribune for Human Rights (THRibune) y vicepresidenta de EL ESPAÑOL, Cruz Sánchez de Lara, ha moderado esta ponencia, en la que también han participado el expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos Carlos Ayala; y la investigadora del Instituto Max Planck de Alemania Mariela Morales.
Ferrer ha explicado que la libertad de expresión es "la piedra angular en una sociedad democrática", pero "no es un derecho absoluto, también prevé la posibilidad de exigir responsabilidades ulteriores por el ejercicio abusivo de este derecho".
Estas restricciones, ha proseguido, "tienen carácter excepcional y no deben limitar, más allá de lo estrictamente necesario, el pleno ejercicio de la libertad de expresión y convertirse en un mecanismo directo o indirecto de censura previa".
Ha precisado que la libertad de expresión es "un derecho humano universal" y "un medio para la realización de otros derechos, como los de reunión, asociación, a la salud y a la cultura".
La libertad de expresión, para él, tiene una doble dimensión. Por un lado, la individual, y, por otro, la colectiva, ya que "si se limita la libertad de expresión a un medio de comunicación, una asociación o una persona, se limita el derecho de la colectividad para recibir la información y el pluralismo de esa información".
Ha incidido en que "la libertad requiere que nadie sea menoscabado de expresar su pensamiento", pero implica también "el derecho colectivo a recibir información y conocer la expresión del pensamiento".
Por su parte, Ayala ha señalado que la libertad de expresión, "en sí, no tiene sustancia material, pero es un derecho fundamental para el logro de otros derechos fundamentales, constitucionales y humanos" e importante para "una sociedad democrática".
El expresidente de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos ha remarcado en su intervención que la libertad de expresión "cumple una función de defensa de otros derechos", así como de "la existencia y profundización de una sociedad democrática".
Ha asegurado que "es inconcebible una sociedad democrática sin el despliegue dinámico de la libertad de expresión, que, en ocasiones, puede encontrarse con otros derechos y ahí vienen los temas de ponderación de derechos y los límites".
En su turno, Morales ha apuntado que "en esta sociedad actual tan polarizada, es importante destacar que estos discursos ofensivos, chocantes o perturbadores también deben ser garantizados en una sociedad democrática"".
La Corte IDH, ha expresado, "insiste en que se reconoce la promoción de la diversidad y del pluralismo como un interés público legítimo"; además de como "una verdadera ventana de expresión popular donde tienen cabida todas las voces y opiniones de todos los sectores".
Ha puntualizado que, "en el contexto de la pandemia de la Covid-19, la Corte IDH ha sido pionera en destacar el alcance de la libertad de expresión dentro de un enfoque holístico de los Derechos Humanos".
Sin la libertad de expresión, "la democracia se desvanece", al igual que "los mecanismos de control y denuncia ciudadana" y "se crea el campo fértil para sistemas autoritarios que arraiguen en la sociedad", ha concluido.