El Ministerio de Sanidad ha publicado, en trámite de audiencia e información pública, el proyecto de Real Decreto por el que se regulará la creación de nuevas especialidades sanitarias (como la de Urgencias y Emergencias) así como diversas aéreas de capacitación y la consolidación del MIR telemático. Es decir, que el examen de acceso a las especialidades vigentes (conocido como examen MIR) dejará de ser presencial en adelante.
Se trata de un documento muy esperado por la profesión sanitaria, después de que el Tribunal Supremo anulara el anterior en 2016. Con su publicación, Sanidad deja bien claro cuál va a ser el futuro de la formación de los médicos y enfermeros españoles: más áreas de capacitación (especialidades dentro de especialidades), un modelo más dinámico (con revisiones cada poco tiempo) y telemático.
Para ordenar algunos de los muchos cambios respecto al actual sistema, es de justicia empezar por el examen de acceso a las especialidades (que se mantiene como hasta ahora con una prueba tipo test) y la posterior elección de plaza según la puntuación obtenida.
En este caso, Sanidad habla en todo momento de elección telemática, algo que se había puesto en marcha a partir de la irrupción de la pandemia de la Covid-19 (para respetar las medidas de seguridad). Ahora queda claro que llegó para quedarse.
La decisión de Sanidad no ha sentado nada bien a los médicos aspirantes a esta prueba, quienes ya se estaban movilizando para que el examen fuera presencial porque aseguran que el método digital no les da "tantas facilidades".
El año pasado se tomó por primera vez la decisión de organizar la selección de plazas de manera telemática, pero un recurso ante el Tribunal Supremo obligó a paralizar el proceso y a establecer una opción mixta. Estipulando una elección telemática en este Real Decreto, Sanidad se arma de argumentos jurídicos para que el todo el desarrollo se lleve a cabo de forma electrónica y que no haya opción a reclamaciones.
Áreas de capacitación específica
A partir de ahí, las cosas seguirán como se hacían hasta ahora. Se elige la especialidad y se continúa con un sistema de residencia, cuya duración depende de cada una de las ramas elegidas. El cambio se introduce cuando el médico o enfermero quiere pasar de la especialidad a una área de capacitación específica (ACE).
Este es uno de los aspectos más demandados por los profesionales (sobre todo en el área de la Medicina). A partir de ahora, se podrá acceder a una ACE tras realizar tres años de una especialidad. Una vez obtenga dicha ACE, cada especialista deberá someterse, en un plazo estimado de 10 años, a un proceso de revisión de sus competencias.
Para los que llevan años ejerciendo en estas áreas antes de que se apruebe este decreto (que se espera para finales de 2021), existe una posibilidad de obtener estos títulos.
Los diplomas acreditativos (que no equivaldrán a una especialidad como la que se obtiene mediante el examen MIR) se podrán obtener si se tiene el título de especialista y se demuestran, al menos, cinco años de "ejercicio profesional específico" de esa área. Esto se evaluará mediante un examen, pero el texto no estipula con qué periodicidad se celebrará el test.
Nuevas especialidades
El punto más fuerte de este real decreto es la configuración de un nuevo modelo para crear especialidades sanitarias o eliminarlas, en el caso de que sea oportuno. Algo muy relevante en mitad de la pandemia de la Covid donde diferentes especialistas están clamando porque sus áreas (por ejemplo las Unidades de Cuidados Intensivos o las Urgencias) sean consideradas como una especialidad.
En este sentido, este proyecto especifica que, para crearse un nuevo título formativo, este debe responder a criterios "como las necesidades de salud de la población o la evolución de los conocimientos científicos y tecnológicos".
Tanto para el título de especialista como para las ACE, Sanidad no concreta si los proyectos como la creación de la especialidad de Urgencias y Emergencias se harán efectivos, aunque sí abre la puerta a empezar a tramitar su creación.
Para que se pueda crear tanto la especialidad y como la ACE, se debe de plasmar la necesidad de esta especialización con un resumen ejecutivo. Además, se debe asegurar que no invade competencias de otras especialidades y que existe una experiencia de más de cinco años de esas funciones concretas.
Hay tres órganos que puedan proponer la creación de una especialidad sanitaria: el propio Ministerio (desde la Comisión Nacional de Especialidades), las comunidades autónomas y una "o varias" sociedades científicas.
Cada diez años se evaluará si las especialidades vigentes en España son necesarias y, si no es así, se podría eliminar las mismas. Para ello, el Real Decreto estipula que se debe elaborar un informe de viabilidad con la correspondiente evolución de los conocimientos científicos que aporta.