El escáner de seguridad de Correos sí detectó las balas que contenían los sobres con amenazas enviadas al ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, pero un fallo del vigilante hizo que pasaran los filtros y llegaran el pasado jueves a sus correspondientes destinos. Además, según apunta la investigación, las tres habrían sido enviadas desde el mismo punto.

Esa es la conclusión de una investigación interna realizada por la entidad pública tras revisar las cámaras de seguridad y que remite el jefe del área de Seguridad, Javier Pumares Puertas, al director general de la empresa subcontratada, INV Vigilancia, Miguel Ángel Silva, en una misiva a la que ha tenido acceso EL ESPAÑOL. 

En esta nota informativa, fechada el pasado 24 de abril, se apunta a un “incumplimiento muy grave” por parte de la empresa privada concesionaria del servicio. Según el relato, fue un error del vigilante de seguridad de INV Vigilancia, compañía subcontratada y que se encuentra en el centro de tratamiento automatizado de Vallecas, lo que provocó que las tres cartas pasaran los filtros establecidos.

Las cartas de amenaza pueden haberse enviado desde un buzón de la calle en Madrid

El empleado no advirtió en el escáner los proyectiles, a pesar de que la imagen no ofrece dudas al respecto. De haberse cumplido con los protocolos habituales, el empleado habría detectado los cartuchos y lanzado la alerta oportuna a la Policía, que se habría hecho cargo de los sobres. 

Correos considera que "la empresa adjudicataria debe velar por que el personal que participa en los servicios de inspección de la correspondencia cuenta con una adecuada capacitación en la utilización de los mismos, y que su actitud sea acorde al desarrollo de la actividad".

Por ello, ha abierto un expediente a dicha empresa y ha decidido recurrir al “apercibimiento más severo” por el “incumplimiento” en que se ha incurrido y por el “daño a la imagen, prestigio y buen nombre” de Correos.

De la misma forma, la entidad pública ha solicitado la “retirada inmediata del servicio" en la empresa del vigilante de seguridad que operaba en el escáner "sin que fuera capaz de identificar los proyectiles que portaban" las cartas.

Pruebas 

Para llegar a estas conclusiones, Correos ha recuperado las imágenes grabadas por las cámaras de seguridad y ha comprobado que los tres sobres con las amenazas y las balas fueron "matasellados e inspeccionados el día 19 [el pasado lunes] a las 17:48 horas".

En la carta se adjunta una imagen del escáner, documentada con la fecha y hora mencionada, en la que se aprecian en un misma saca diversos puntos en color azul en torno a los proyectiles que podrían corresponderse con la pólvora de la balas. 

Esto prueba, además de que las balas pasaron el filtro, que los tres sobres, presumiblemente, fueron enviados desde un mismo punto, tal y como adelanta ABC. El ministro del Interior aseguró este sábado que las pesquisas avanzan pero no clarificó el origen de los sobres. "No puedo dar más datos, la reserva es necesaria", señaló. 

Sin embargo, el sindicato de seguridad privada Alternativa Sindical pone en duda que "se pueda tratar de un error" del vigilante de la empresa subcontratada. En un comunicado, su portavoz, Alberto García, ha señalado que las máquinas de Rx "tienen un sistema de detección automática, como en el aeropuerto". Si esa máquina "no detecta nada raro, no pasa a la inspección del vigilante", ha apuntado.

"Si raro es que falle este sistema, más raro aún es que pase con no uno, sino tres sobres que portan objetos metálicos. Además, Correos cuenta con otros sistemas de seguridad en los sobres para discriminar cartas de paquetería", ha explicado. 

Por ello, el sindicato ha exigido a Correos y al jefe de seguridad "que ha responsabilizado al vigilante" que investigue las causas que supuestamente han llevado a concluir que ha sido error del vigilante de seguridad y no del buen funcionamiento o calidad de sus propios sistemas de escáneres automatizados.

Los sindicatos de Correos ya habían pedido en un comunicado al presidente de la institución información sobre la operativa de seguridad que se aplica en la actualidad.

"Ante la extrañeza que supone la falta de detección de estos envíos por los mecanismos de seguridad de que dispone Correos, antes de su entrega al destinatario y el peligro que ello conlleva para los trabajadores y clientes de Correos, le solicitamos que nos informe de si se ha modificado la operativa de seguridad que venía funcionando hasta fechas recientes", recoge la nota.

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