Los restos mortales de los reporteros David Beriain y Roberto Fraile, asesinados el lunes en Burkina Faso, ya se encuentran en España. Sus familias han recibido los féretros a primera hora de este viernes en la Base Aérea de Torrejón de Ardoz, en Madrid, acompañadas por la ministra de Asuntos Exteriores, Arancha González Laya, y la ministra de Defensa, Margarita Robles. También se encontraba la embajadora de Irlanda en nuestro país, Síle Maguire: el avión también ha traído el cadáver del conservacionista Rory Young, el tercero de los fallecidos en la emboscada.
Los experimentados Beriain (Artajona, Navarra, 1977) y Fraile (Baracaldo, Vizcaya, 1974) trabajaban con la ONG francesa Wildlife Angel, enfocada en la protección de la fauna africana. Uno de sus principales proyectos se ubica en Pama, un parque al sureste de Burkina Faso, en la frontera con Benin, en una de las áreas de mayor biodiversidad en el oeste de África, pero también rica en minas de oro y peligrosa como pocas. Los periodistas, que rodaban un documental sobre furtivismo, viajaban en un convoy compuesto por dos vehículos pick up y una veintena de motocicletas con agentes medioambientales y de seguridad.
Burkina Faso atribuye el crimen a "terroristas", pero no han concretado la identidad o la afiliación de los autores. La filial de Al Qaeda en el país, denominada Grupo de Apoyo al Islam y los Musulmanes (JNIM), difundió este miércoles un audio atribuyéndose la acción, pero aún no ha sido autentificado. En nombre del Gobierno de España, González Laya ha pedido a las autoridades locales que "investiguen los hechos, los esclarezcan y que los responsables comparezcan ante la justicia". Lo ocurrido, recalca la ministra, "no debe caer en el olvido ni en la impunidad".
El ataque
Desde la base de Torrejón y tras la recepción de los cadáveres, Robles ha confirmado que agentes del Centro Nacional de Inteligencia (CNI) desplegados en la zona trabajan "desde el primer momento" para esclarecer el asesinato de Beriain y Fraile "con la magnífica colaboración con los servicios de Burkina Faso y también de otros países". González Laya ha apuntado que "si hemos aprendido una lección de este terrible hecho es la importancia que tiene para nuestro país seguir apoyando los esfuerzos para la paz y la estabilidad en el Sahel".
Ya estrictamente sobre el trágico suceso, el Ministerio de Defensa ha hecho hincapié a lo largo de este viernes en que "los periodistas españoles en todo momento tuvieron la máxima prudencia en su actuación, más allá de la asunción de los riesgos inherentes a su profesión" y que "prueba de ello es que acompañaban a una unidad burkinesa dedicada a la lucha contra la caza furtiva".
Según el departamento de Robles, las fuerzas burkinesas lograron "en un primer momento repeler la agresión", pero más tarde "se vieron superadas por la potencia de fuego de los atacantes".
En relación con la autoría y precisamente por esa "capacidad de fuego" y también por los "medios utilizados en el ataque", Defensa concluye que "no fueron traficantes ni cazadores furtivos", sino "parte de uno de los grupos yihadistas que actúan en la región".
Medalla al Mérito Civil
"El periodismo está inventado; hay que hacerlo bien", defendió Berain en 2015 en una entrevista para la Facultad de Comunicación de la Universidad de Navarra, donde se formó. La profesión está de luto por la muerte de dos de los mejores. El Consejo de Ministros les otorgará la Medalla al Mérito Civil: pagaron con su vida el compromiso y la valentía de ejercer en los lugares más hostiles del planeta.
Desde 2000, otros seis periodistas españoles han sido asesinados: Miguel Gil Moreno (Associated Press, Sierra Leona, 2000); Julio Fuentes (El Mundo, Afganistán, 2001); José Luis Percebal (COPE, Marruecos, 2002); Julio Anguita Parrado (El Mundo, Irak, 2003); José Couso (Telecinco, Irak, 2003) y Ricardo Ortega (Antena 3, Haití, 2004).