Primero fueron tres sobres con balas y cartas plagadas de amenazas. Después, un cuchillo ensangrentado. Días más tarde, una misiva más con proyectiles en su interior. Al día siguiente otros dos envíos similares y un último, cuyo destinatario era un ex presidente del Gobierno. La escalada de mensajes intimidatorios a altos representantes políticos no ha frenado a lo largo de la última semana previa a las elecciones del 4-M en Madrid.
En apenas diez días, la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso; el expresidente José Luis Rodríguez Zapatero; la ministra de Industria, Reyes Maroto; el líder de Unidas Podemos, Pablo Iglesias; el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, y la directora general de la Guardia Civil, María Gámez, han recibido amenazas de muerte de personas anónimas o ya identificadas por los investigadores de la Policía Nacional y del Instituto Armado.
Ha sido el último y más grave episodio de una campaña electoral -la de las elecciones a la Comunidad de Madrid- en la que el ambiente ha estado más caldeado que nunca.
A lo largo de los últimos días, múltiples agentes de unidades de investigación de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado -algunos con décadas de experiencia en la lucha contra el crimen organizado y el terrorismo- han puesto de relieve su preocupación por esta deriva, así como por el aumento de casos de amenazas que se han ido conociendo.
En conversación con EL ESPAÑOL, todas las fuentes consultadas advierten sobre el peligroso "efecto llamada" que se está generando a raíz de conocerse esas cartas amenazantes a distintos representantes políticos.
No sólo los agentes que dedican su vida a indagar en estos delitos lo denuncian. También diversos expertos en seguridad nacional, defensa e Inteligencia sostienen esa misma tesis en conversación con este periódico. Todas las amenazas han gozado de una amplia difusión en las redes sociales, en los medios de comunicación y por parte de los representantes públicos.
Efecto 'copycat'
Uno de ellos es Luis de la Corte, experto en seguridad nacional e internacional, geoestrategia e Inteligencia. Doctor en Psicología, profesor titular en el Departamento de Psicología social y Metodología de la Universidad Autónoma de Madrid, figura también como miembro del Consejo de Dirección del Instituto de Ciencias Forenses y de la Seguridad de la misma universidad.
Como muchos agentes de la Policía Nacional y la Guardia Civil, el experto reconoce que el efecto 'copycat' (imitación) resulta evidente. "Lo que os plantean las fuentes de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado no es opinable. Ese efecto se ha producido y lo estamos viendo estos días", dice a EL ESPAÑOL.
De la Corte dice que la publicitación de este tipo de informaciones tiene consecuencias inevitables. "Hay que darles la mínima publicidad posible. Este tipo de efectos de emulación o de imitación, en relación con la violencia expresiva, simbólica, son bien conocidos en ciencias sociales. Hay personas que no se atreven a hacer ciertas cosas hasta que ven que otros las hacen", insiste.
"Es un proceso que en psicología se llama aprendizaje social y que sirve para explicar por qué quienes tienen reparos en incurrir en conductas de riesgo acaban cayendo en ellas cuando ven a otros comportándose de esa manera".
"Aparecerán más sobres"
Fernando Cocho es analista de Inteligencia y riesgos en el marco de la seguridad nacional. En su carrera, ha trabajado para la Administración General del Estado, para Ciudadanos y para instituciones de otros países. "Resulta totalmente contraproducente darle publicidad a estas cosas, del mismo modo que cuando secuestran a alguien en el extranjero es contraproducente darle publicidad. Esto entorpece el trabajo a los analistas de Inteligencia porque consigue un efecto de publicidad del que se benefician los delincuentes".
Cocho sostiene que es relativamente frecuente que un representante político reciba amenazas, algo que padecieron miembros de Ciudadanos en los últimos años en Cataluña. "Una vez que esto empieza, dado el estado de crispación en el que vivimos a día de hoy, provocado por los propios políticos, pues seguirán apareciendo más sobres. Lo que han provocado en el Congreso de los Diputados se ha trasladado a la sociedad. Por eso hay que tener mucho cuidado con lo que se hace con estos temas".
Pedro Baños es coronel del Ejército de Tierra y diplomado de Estado Mayor. Ha desempeñado labores de Contrainteligencia y Seguridad en el Cuerpo de Ejército Europeo, en Estrasburgo. Es autor de libros como Así se domina el mundo (traducido a 11 idiomas) y El dominio mundial.
Coincide con sus colegas en la peligrosidad de difundir masivamente este tipo de intimidaciones. "Piensa que al final, para muchas personas, aunque sea de una forma anónima, es su pequeño minuto de gloria. A lo mejor, no se les había ocurrido hacer esto y finalmente lo imitan, simplemente por disponer de ese momento. Que ese fenómeno existe es un hecho claro y evidente".
"Obviamente, lo ocurrido hay que condenarlo. No puede haber dos varas de medir. Siempre hay que condenar estas amenazas", repone el doctor De la Corte.
Por último, el profesor, igual que otros expertos en la materia, lanza una advertencia ante el aumento del voltaje que se está produciendo en el discurso político en los últimos meses: "Es importante constatar que estamos asistiendo a una situación en la que personas que lideran opiniones y tienen influencia sobre otros miles de personas creen que pueden decir cualquier cosa, frivolizar sobre cualquier asunto. Ese ingrediente incrementa la polarización. Sobre todo, de ciudadanos ya de entrada con inclinación a actitudes más extremas".